Estudiante de colegio en Usme manipuló gas pimienta que habría afectado a 22 jóvenes: ¿cómo ingresó este elemento?

Conseguir cualquier objeto que ponga en riesgo una vida, lamentablemente, no sería difícil en Bogotá. Un arma blanca se vende incluso en puestos informales del centro de la capital, y un arma de fuego puede ser rentada por horas por bandas criminales dedicadas al sicariato.

Aunque ese podría parecer un escenario extremo, existen otros artefactos que también pueden poner en peligro una vida y están al alcance de cualquier persona. Por lo menos eso ocurrió con lo que sería un gas pimienta que un joven ingresó al colegio Virrey Solís, en la localidad de Usme.

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De acuerdo con una denuncia del concejal Leandro Castellanos (Partido Alianza Verde), la activación de este artefacto en una de las aulas del centro educativo, el pasado 16 de mayo, habría puesto en riesgo a 22 menores de edad que presuntamente inhalaron dicho gas.

La situación se habría agravado cuando, en medio de la emergencia, se intentó acudir a las autoridades, especialmente al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), para solicitar una ambulancia, debido a que varios de los jóvenes presentaban “síntomas de irritación, molestias y presunto ahogamiento”.

“Durante la verificación se estableció que, al parecer, un grupo de estudiantes manipuló gas pimienta dentro de un salón de clases, afectando a 22 menores. Varios niños presentaron síntomas de irritación, molestias y presunto ahogamiento. Uno de los menores, de 9 años de edad, fue el más afectado y requirió atención prehospitalaria. En ese momento, la ambulancia ya había sido solicitada por medio de la central de radio”, indicó Castellanos.

El concejal agregó que, a pesar de que la ambulancia fue solicitada en repetidas ocasiones, habría llegado más de una hora después de haberse presentado el hecho. Este caso, según el cabildante, representa una grave omisión en la atención oportuna de una emergencia que involucró a menores de edad.

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“De acuerdo con el reporte oficial, la emergencia se atendió a las 10:19 a. m. (del 16 de mayo), tras un llamado al 123 reportando el accionamiento de gas pimienta al interior de una institución educativa. En la escena hicieron presencia la Policía Nacional y los Bomberos Oficiales de Bogotá”, concluyó el concejal en su denuncia.

Si bien el concejal señala que el artefacto que se accionó en el colegio fue un “gas lacrimógeno o pimienta”, hasta el momento se desconoce su magnitud y qué tanto impacto tuvo en cada uno de los supuestos estudiantes afectados.

Debido a esta situación, EL TIEMPO se comunicó con la Secretaría de Salud para conocer su respuesta frente a la presunta demora en la atención de la emergencia. Aunque no desmintieron lo ocurrido, tampoco emitieron una respuesta hasta el momento de la publicación de este artículo.

Por su parte, la secretaria de Educación, Isabel Segovia, mediante un trino en la red social X, indicó que el hecho fue provocado por un estudiante que ingresó gas pimienta al colegio. “Afortunadamente, no hubo personas lesionadas y los estudiantes se encuentran fuera de peligro. La alerta fue activada de manera oportuna a través del sistema, y la situación está siendo atendida en términos de la convivencia, conforme a los protocolos establecidos”, se lee en la comunicación.

Si bien es importante aclarar que el estudiante involucrado pudo haber adquirido el artefacto fuera del colegio, justamente esa es la situación que preocupa a los padres de familia, pues otros jóvenes podrían estar accediendo a material bélico que pone en peligro la salud y la vida.

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El Código de Policía de 2016, en el artículo 27, numeral siete, regula el uso de elementos como el gas pimienta y establece que su uso es un comportamiento que pone en riesgo la vida de las personas, especialmente en espacios abiertos donde haya aglomeraciones.

“Portar armas neumáticas, de aire, de fogueo, de letalidad reducida o sprays, rociadores, aspersores o aerosoles de pimienta, o cualquier elemento que se asimile a armas de fuego, en lugares abiertos al público donde se desarrollen aglomeraciones de personas, o en aquellos donde se consuman bebidas embriagantes, o se advierta su utilización irregular, o se incurra en un comportamiento contrario a la convivencia”, dice el artículo 27.

De acuerdo con la ley, portar este tipo de elementos acarrea una multa de 234.000 pesos. Las autoridades pueden decomisarlos, destruirlos y prohibir el ingreso a eventos públicos a quienes los porten.

Miguel Castellanos 

En X: @LoQueOlvido

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