Estos son los predios donde se maneja el tráfico de drogas en San Bernardo, centro de Bogotá

En el primer piso no hay puertas y los vidrios de las plantas superiores están rotos. Ningún servicio público llega. La escasa luz del predio proviene de la iluminación natural que se filtra por un angosto y frío callejón sin salida. Al mediodía se puede ver con claridad hacia el interior de la vivienda; cuando empieza a caer el sol, la visibilidad disminuye.

Dentro de esa casa abandonada, un hombre está tendido en un sofá viejo y sucio. Le molesta la luz de la linterna con la que un policía le apunta al rostro. A pesar de la evidente incomodidad por haber sido interrumpido en su siesta de la tarde, se acomoda en su cama improvisada e intenta volver a dormir.

La vivienda, ubicada en la carrera 10A #1B-53, es uno de los cinco predios que, según la Policía, se han convertido en centros de operaciones de bandas criminales que buscan inundar de droga el barrio San Bernardo (Santa Fe). Estos sitios han sido objeto de allanamientos, procesos de extinción de dominio y están en poder de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), pero los traficantes siempre encuentran la manera de invadirlos para convertirlos en expendios o lugares de consumo temporal.

“Si yo ingreso, encuentro estupefacientes”, afirma el coronel Luis Carlos Torres Barreño, comandante de la Policía en la localidad de Santa Fe. No duda al decirlo porque ya ha ocurrido. Exactamente hace un mes, hallaron en uno de estos predios 17.700 dosis de bazuco listas para su comercialización. Minutos antes, una mujer fue capturada saliendo de la vivienda con otras 1.102 cápsulas de la misma sustancia.

A menos de 15 metros de la casa donde dormitaba el habitante de calle, hay otro predio en condiciones similares. Está ubicado exactamente en la carrera 10A #1B-60, es de tres pisos y parece haber sobrevivido a las dos guerras mundiales, o al menos a una. Está devastado. De allí sale un hombre vestido con buso y gorra azul, que se moviliza en bicicleta. Su estadía no parece haber superado los 20 minutos, tiempo suficiente para armar la pipa con la que consumen bazuco y doparse.

Esa es la dinámica en estas viviendas. Aprovechando que están abandonadas, las bandas asignan a un “taquillero” para vender estupefacientes desde esa clandestinidad y oscuridad que se convierten en sus cómplices. Allí, contantemente, ingresan habitantes de calle a obtener su dosis y, como en un servicio de restaurante, pueden consumirla en el lugar o llevarla consigo.

La presencia de las autoridades en el sector ha permitido identificar, entre otros, tres inmuebles más que están dinamizando la venta de estupefacientes en esta zona de Bogotá. Se trata de los predios ubicados en la carrera 11B #2-73, carrera 11B #2-54 y calle 3 #13-72. Cada uno tiene su propia historia y procedencia.

El coronel Torres Barreño llegó a la localidad de Santa Fe el 28 de diciembre pasado y su primera acción fue garantizar que ninguna zona del sector estuviera vedada para la Policía.

"Cuando llegué coordiné con la Fiscalía y allanamos dos veces los predios del callejón. Nos metimos con tanquetas y tumbamos puertas, nos tocó hacer eso dos veces porque las habían montado nuevamente. Desde ese momento desistieron, aunque todavía cada vez que nos metemos, capturamos a alguien con estupefacientes ahí", dice el coronel Torres.

Los predios de ese callejón a los que se les aplicó la extinción de dominio son los ubicados en la carrera 10A #1B-53 y carrera 10A #1B-60. A pesar de estar a cargo de la SAE, hoy parecen tierra de nadie. Si bien los delincuentes no los dominan completamente, sí operan al margen de la autoridad.

‘Los Costeños’ es una de las bandas que se ha hecho nombre en San Bernardo por disputarse el territorio. Precisamente, en su zona de influencia hay dos viviendas que funcionan bajo la misma lógica criminal y que también están en poder de la SAE, están en la carrera 11B #2-73 y carrera 11B #2-54.

La lista la completa un bar esquinero ubicado en la calle 3 #13-72. Es un predio de cuatro pisos cuyo frente, sumando el metraje de calle y carrera, mide unos 30 metros. En el primer piso funcionan dos bares, y en las plantas superiores se arriendan habitaciones por días.

“Acá se ha evidenciado expendio de estupefacientes. El predio estaba arrendado, pero ya llegaron a un acuerdo con la SAE, entonces tienen un tiempo para desocupar. Si eso no avanza, nosotros tenemos todo listo para hacer un allanamiento”, agregó el coronel de la localidad.

Además de estos cinco predios, la Policía Metropolitana de Bogotá ha priorizado otros ocho por actividades ilícitas relacionadas con la venta de estupefacientes, y afirma que también están en poder de la SAE.

Al consultar a la Sociedad de Activos Especiales por estas residencias, se confirmó que únicamente tienen a su cargo nueve en ese sector. Sin embargo, entre su lista y la de la Policía solo coinciden seis direcciones. De esos seis predios, solo tres están abandonados y son usados ilegalmente por criminales, los de 'los Costeños' y el callejón, mientras que los otros tres son viviendas aparentemente normales.

Una de esas viviendas que aparece en ambas listas, pero que aparentemente no tendría irregularidades, está habitada por dos adultos mayores, un padre y su hijo. En conversación con esta familia, contaron que arrendaron la casa hace varios años y las personas que la ocuparon se vieron involucradas en delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes, por lo que el predio fue sometido a extinción de dominio. Tras años de litigios, lograron recuperarlo.

En otro predio funciona una cafetería; aunque no fue posible ar a los propietarios, el rumor que corre en la zona es que vivieron una situación similar a la de la otra familia, pero ya lograron recuperar el dominio del inmueble.

Recientemente, la Policía Metropolitana de Bogotá, en colaboración con la Alcaldía Local de Santa Fe, ha venido trabajando para solicitar a la SAE un control más riguroso sobre estos predios que afectan la seguridad del sector. Esto, debido a que además del tráfico de drogas, se ha detectado que las viviendas son subarrendadas y, en algunos casos, bien istradas como bodegas o establecimientos comerciales. No obstante, en otros se han establecido redes de microtráfico.

Ante esta situación, EL TIEMPO conoció que la Alcaldía Local de Santa Fe hizo una solicitud formal a la SAE para coordinar un trabajo conjunto que permita demoler los predios donde persiste la actividad delictiva, con el objetivo de fomentar la apropiación del territorio por parte de los vecinos.

La solicitud parece haber llamado la atención de la Sociedad de Activos Especiales. Por ello, el pasado jueves 22 de mayo se realizó un recorrido por el barrio San Bernardo para verificar el estado de estos inmuebles y definir el trabajo que se llevará a cabo en cada uno.

Miguel Castellanos 

En X: @LoQueOlvido

EL TIEMPO