Sigue doliendo el final sin gloria del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, que no solo se convirtió en parte fundamental de la identidad de la ciudad, sino que llegó a ser, durante años, uno de los más importantes del mundo. Un anuncio y un hecho, de estos días, le han llevado la contraria a la desazón. El anuncio lo hizo el dramaturgo Fabio Rubiano: Bogotá tendrá muy pronto, del 4 al 14 de octubre, un Festival Internacional de Artes Vivas (Fiav) que, a través de una propuesta distinta y una rigurosa curaduría, aprovechará el espacio que quedó vacío y el público que se quedó extrañando el encuentro con los grandes artistas del mundo. El hecho puede verificarse hasta el lunes 19 de agosto: el Festival de Teatro y Circo de Bogotá, que reúne a 50 agrupaciones en varias localidades de la ciudad.
El Fiav, que lleva el lema ‘Aquí, en tu casa’ y es una alianza del Ministerio de las Culturas, la Secretaría de Cultura y la Cámara de Comercio de Bogotá, presentará cien espectáculos de teatro, danza, circo y clown, entre otros, a cargo de 28 compañías internacionales y 42 agrupaciones nacionales: “No es tan grande como quisiéramos, pero tal vez sea el más grande en este momento de Iberoamérica”, le dijo Rubiano a EL TIEMPO.
Mientras tanto, el Festival de Teatro y Circo, que en su edición número 19 ha llegado a reunir a 386 artistas teatrales, ha conseguido llegar a una docena de localidades con titiriteros, narradores orales, artistas universitarios, magos y payasos: valdrá la pena acercarse este fin de semana a las obras clásicas y a las obras experimentales que cerrarán la nutrida programación.
Durante años Bogotá supo recibir el teatro del mundo y fue testigo del crecimiento del movimiento teatral colombiano. La llegada del Fiav y la persistencia del Festival de Teatro y Circo resultan más que esperanzadoras: son la constatación de que la cultura de esta ciudad se resiste a ver morir sus mejores tradiciones.