COP16: las razones por las que hay que proteger los ecosistemas en el mundo

Pero no se trata solamente de que estos paisajes existan en Colombia sino de cómo y a qué velocidad se originaron en esa historia geológica de nuestro planeta. “Un factor que genera mucha diversidad es cuando, por ejemplo, tú tienes una montaña y esta se origina muy rápido. Eso fue lo que pasó con los Andes. La parte norte de la cordillera, que está en Colombia, se originó a una velocidad muy rápida en comparación con otras partes. Eso permitió que las orquídeas encontrarán ambientes nuevos en intervalos de tiempo cortos que lograron conquistar”, explica Pérez- Escobar.

Aunque el cómo lo consiguieron sigue siendo un misterio. Desde Kew adelantan estudios sobre la genética de estas plantas que pueden indicar que –como ocurre con las margaritas, la segunda familia más grande de plantas con flor– han duplicado sus genes en un proceso evolutivo de miles de años.

Lepanthes domingensis’. En el mundo se estima que hay aproximadamente unas 29.500 especies de orquídeas.Foto: Óscar Pérez Escobar

“Cuando el contenido genético en un organismo se duplica, pueden ocurrir bastantes cosas. Una de ellas es que todo este material va a adquirir nuevas funciones y eso se traduce en adaptabilidad a diferentes ambientes. Es la hipótesis más plausible que aún tenemos que confirmar”, indica el científico.

Potencial desaprovechado

Sin embargo, pese a que el potencial de Colombia en materia de orquídeas es reconocido en el mundo, investigadores como Pérez- Escobar estiman que aún son muchas las especies que no han sido descritas. “Me atrevería a decir que fácilmente se podrían encontrar unas 3.000 especies más de orquídeas. Eso sería casi un 40 por ciento más de las especies que se conocen”, dice el experto de Kew, quien añade que desde el 2016 en el país se han conseguido describir casi 1.600 especies nuevas de plantas, incluidas orquídeas. Una cifra que puede servir de referencia de lo que se podría encontrar todavía en campo.

Son estos procesos de exploración y de descripción de nuevas especies lo que hace que muchas veces se clasifique en el primer lugar del ranking de especies de orquídeas a Colombia y a Ecuador juntos, un listado en el que siguen naciones como Nueva Guinea, Perú y Brasil. El asunto en esa competencia por la corona de la diversidad biológica es que el país vecino con quien compartimos este título lleva la delantera en la descripción y clasificación de su inventario natural, lo que deja a nuestro país con un mayor potencial de ampliar el suyo una vez se avance en el conteo de lo que hoy es desconocido.

Colombia es el país con mayor diversidad de orquídeas en el mundo, con casi 4.270 especies conocidas.Foto: Óscar Pérez-Escobar

En esa tarea sobresale el Chocó biogeográfico –esa región que se extiende desde Panamá hasta Ecuador, pasando por Colombia– como uno de los grandes vacíos para la ciencia. En contraste, se destacan entre las regiones más estudiadas departamentos como Antioquia, Valle del Cauca y algunas regiones de Caquetá, aunque la mayoría del territorio colombiano no cuenta con inventarios turísticos de orquídeas, señalan los expertos.

Esto también dificulta el desarrollo de una bioeconomía alrededor de este recurso natural. “En Colombia, en términos de ecoturismo, siempre lo que ha sido la tendencia son los pájaros. Pero ahora actividades como visitar localidades para fotografiar orquídeas se ha vuelto más popular. Aun así, yo diría que es una industria que no está bien explotada. Primero, porque no comprendemos bien qué tanta diversidad hay de orquídeas. No hay un compendio florístico, como sí ocurre con las mariposas, porque son muchas especies y puede tomar décadas hacer un trabajo así y no tenemos suficientes manos”, afirma Pérez-Escobar, para quien las orquídeas tienen el potencial de convertirse en un atractivo turístico como hoy ya lo son los pájaros, con un público objetivo con un alto poder adquisitivo.

Bajo amenaza

De acuerdo con el Plan para el Estudio y Conservación de las Orquídeas, elaborado en 2015 por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible junto con el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, la principal amenaza de las orquídeas está en la destrucción de sus ecosistemas naturales por la deforestación de los bosques y la transformación de los hábitats, ya que esta familia de plantas necesita de cobertura boscosa para su establecimiento y desarrollo.

Desde Kew Garden también identifica como factores de riesgo el comercio ilegal y el cambio climático, que pueden causar extinciones o reducciones de sus áreas de distribución y del tamaño de sus poblaciones.

“El 56 por ciento de las orquídeas están bajo algún grado de amenaza en el mundo. Mientras que en Colombia no tenemos certeza porque no se han hecho listados en detalle y muy probablemente la diversidad que no se conoce, que no se ha descrito, también está amenazada de extinción”, indica Pérez-Escobar.

De esta manera, hoy se encuentra amenazada hasta nuestra emblemática flor nacional. La orquídea de Navidad está entre las plantas que actualmente se clasifican en peligro crítico debido a la deforestación y la extracción selectiva para su explotación comercial. Acostumbrados como estamos a verla en fotos y postales, capturar a esta flor en su estado natural es bastante difícil, tanto así que en casi una década de estudio investigadores como Pérez-Escobar le ha sido esquiva. Para conocerla hay que recurrir a colecciones biológicas donde las preservan.