Un rector democrático e innovador para la Unal

Nuestro más emblemático centro de educación superior pública, la Universidad Nacional de Colombia, se prepara a elegir un nuevo rector para consolidar (entre el 2024 y 2027) su ‘proyecto científico, cultural y colectivo de nación’ y armonizar sus funciones misionales de formación, investigación y extensión para la capacitación integral.

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Los valores culturales y epistemológicos transformadores que la comunidad académica internacional identifica y destaca en nuestra alma mater nos conducen a experimentar gran satisfacción con una comunidad en la que siempre ha estado presente una sana y pacífica tensión entre la tradición y el cambio que permite evaluar con justicia los logros a partir de principios, propósitos y valores institucionales consolidados por varias generaciones, es líder en los enfoques académicos, los currículos y pedagogías de sus programas y se destaca por la relevancia de sus investigaciones.

En este ambiente propicio para los cambios, el progreso intelectual y académico va a estar siempre presente en función del mejoramiento de la calidad académica y científica no solo para estimular el progreso de la comunidad estudiantil, sino para contribuir al progreso de la sociedad. En este sentido, y gracias a ello, la Universidad Nacional ha adquirido el propósito de aprender y crecer con el objetivo de formar desde el ser con un compromiso profundo por el progreso de nuestro país.

En la Nacho, como popular y cariñosamente se la conoce entre la comunidad estudiantil, los centros de pensamiento, el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) —uno de los programas pioneros para el campo de los estudios políticos en el país—, el Instituto de Liderazgo Público, el Instituto de Estudios Urbanos y la Red Paz, así como el conjunto de instituciones agrupadas en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, han propiciado el estudio, la investigación y el diálogo de los tópicos de política pública, abordados desde la perspectiva académica y el apropiado intercambio de saberes. Su campus insignia, la Ciudad Universitaria de Bogotá, es el más grande del país y cuenta con 17 edificios declarados monumento nacional. Cuenta también con un total de 2.939 docentes activos de planta, la mitad con doctorado. Posee 97 programas de pregrado, 86 especializaciones, 40 especialidades médicas y odontológicas, 171 maestrías y 70 doctorados distribuidos en sus nueve sedes.

En 1868, una vez expedido el Estatuto Orgánico, se abrieron las primeras escuelas y fue elegido el primer rector, Ezequiel Rojas, quien no aceptó el cargo por motivos de salud. En su reemplazo fue nombrado Manuel Ancízar.

En su primer año de actividad, la universidad inició labores con las facultades de Artes y Oficios, Ingeniería, Medicina, Derecho y Ciencias Naturales, contó con 335 estudiantes y 45 profesores, entre los que se destacan personalidades como Miguel

Antonio Caro e Indalecio Liévano. Más adelante, con los profesores Gerardo Molina y Orlando Fals Borda, entre otros, la universidad acrecentó su prestigio científico y amplió sus horizontes académicos, lo cual le ha conferido privilegiadas posiciones en el ranking universitario latinoamericano y mundial en la enseñanza pública superior.

Al optar por alejarse de la tradicional universidad “profesionalizante” y convertirse en una “universidad de investigación”, ha demostrado que es posible aportar conocimiento y traducirlo en desarrollo, innovación e impacto en la sociedad y en la calidad de vida de los colombianos.

Este es el contexto histórico, espacial y académico en el cual habrá de ser elegido el próximo rector entre diez personalidades que se han postulado y entre los cuales sobresale el docente distinguido (excepcional y meritorio) e investigador científico Leopoldo Múnera Ruiz.

El dr. Leopoldo Múnera es un maestro prestigioso, condecorado con la Orden Gerardo Molina, cuya personalidad reconocida por la comunidad científica y pedagógica de gran parte del mundo por sus conocimientos, valores éticos y morales, por su trabajo de cuarenta años como profesor universitario, ha sembrado las semillas del conocimiento más avanzado, lo cual le ha permitido desempeñar con aclamado brillo los roles de director de carrera, decano de Derecho y Ciencias Políticas y vicerrector en la sede Bogotá.

De conformidad con su calificado programa, el dr. Múnera Ruiz aspira a consolidar el movimiento universitario por la defensa y fortalecimiento de la educación superior pública en el país.

En los momentos que vive Colombia, la experiencia y conocimientos del profesor Múnera Ruiz como director del Observatorio Nacional de Paz e integrante residente del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias Democracia, Instituciones y Subjetividad de la Universidad de Lovaina es indispensable para que la universidad sea el punto de apoyo de las mejores iniciativas de convivencia pacífica y para sacar adelante el programa de energías renovables.