Fiscal Camargo toma posesión del cargo y habla de sus retos al frente de la entidad

Diez días después de que la Sala Plena de la Corte Suprema la eligiera y a pocas horas de su ratificación, Luz Adriana Camargo Garzón tomó posesión, en la noche de este viernes 22 de marzo, como la nueva Fiscal General de la Nación para el período 2024-2028.

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El presidente de la República, Gustavo Petro, como lo ordena la ley, fue el encargado de posesionar a la nueva funcionaria quien se convierte en la segunda mujer en ser elegida para ese cargo y en la décima persona en asumir la cabeza del ente acusador. 

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Camargo Garzón, remplaza a Francisco Barbosa Delgado (culminó su periodo en febrero pasado), y a lo largo de 6 meses compartió terna con las juristas Ángela María Buitrago y Amelia Pérez, tras ser postuladas ante la Corte Suprema por el jefe de Estado.

En su discurso, Camargo calificó el proceso de elección como “difícil”. “Felicito a la Corte por haber sorteado con justicia e integridad las sucesivas dificultades que se presentaron en el proceso de elección”, dijo.   

Aseguró que respetará la Constitución y a las instituciones colombianas y actuará de manera “independiente e imparcial”. 

“Mi principal compromiso será respetar la separación de poder, colaboración y la aplicación de la ley en condiciones de igualdad”, dijo. 

Indicó que asume el cargo “como la culminación” de su carrera al servicio del poder judicial, “para transformar de manera positiva la vida de millones de compatriotas afectados por el flagelo de la violencia, el crimen y la impunidad. Los desafíos son enormes”.

En su discurso propuso 5 retos a los que ella llamó pilares: el primero será priorizar las investigaciones con base en un enfoque territorial.

“Actualmente el país acumula una suma cercana 3 millones de casos activos, lo que corresponde a una tasa de 550 procesos por cada 100.000 habitantes. Frente a esa demanda de justicia la clave está en la priorización. La criminalidad y la violencia se manifiesta de manera diversa en función del territorio por eso debemos contar con modelos diferenciados de lucha contra la criminalidad, según la regiones y grandes ciudades”, expuso Camargo.

Manifestó que la priorización se hará de la mano del personal de las 35 direcciones del país, para que cada seccional “defina sus metas en función de los fenómenos criminales que más impactan a sus habitantes”.

El segundo pilar será fortalecer el análisis criminal. “Vamos a fortalecer la investigación para generar contextos y diagnósticos útiles basados en la información que genera la propia Fiscalía”.

El tercer pilar será el fortalecimiento de las rutas especiales de atención a las víctimas, ayudadas por las estructuras actuales, pero “enriquecidas con mecanismos sencillos de restablecimiento del derecho que le brinden al ciudadano una pronta solución a los delitos que les afectan”.

“Estas estrategias tienen una doble utilidad: que el ciudadano reciba un buen servicio y que la Fiscalía aproveche el espacio de atención para llevar a cabo un abordaje ambicioso del acto urgente de investigación, para que la presencia de la víctima se potencie para enriquecer la investigación tanto como sea posible”, dijo Camargo. 

El cuarto pilar será dinamizar la aplicación de las figuras premiales y mejorar la intervención de la Fiscalía en los juicios.

“Tenemos que recuperar del sistema de justicia premial como vocación del Sistema Penal Acusatorio. No podemos seguir estigmatizando el logro de preacuerdos y la aplicación de principios de oportunidades, como ausencia de justicia, sino considerarlos como la materialización de un modelo distinto que le apunte a la efectividad del desmantelamiento de la criminalidad organizada, pero también de la criminalidad individual y de la celeridad judicial”.

En medio de este punto, la Fiscal manifestó su respaldo y acompañamiento a las propuestas que hizo el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra Castro, en la mesa de reforma que lidera el Ministerio de Justicia.

En este punto, también destacó que se buscará lograr -de una manera más robusta- los acuerdos de colaboración para el desmantelamiento de las organizaciones criminales y el sometimiento de los imputados.

El último pilar estará enfocado en el diseño de indicadores de gestión compatibles con las metas institucionales. “Avanzaremos hacia unos indicadores que reflejen la efectividad de la entidad. Nuestro propósito es ampliar el indicador a las acciones que constituyen la actividad de los fiscales: preacuerdos, negociaciones, principio de oportunidad, mediación, conciliación, actuaciones y participaciones de los fiscales en juicio”.

Destacó Camargo que estos pilares se van a adelantar en el apoyo de las nuevas tecnologías digitales “para adecuar las estrategias”.

“Ninguna de las anteriores líneas de acción será posible sin un modelo de gerencia respetuoso de las calidades y actitudes de sus funcionarios, que reconozca sus méritos y apoye los procesos de formación y capacitación indispensables. La mía será una fiscalía que tendrá en cuenta las necesidades y las expectativas de un equipo humano íntegro, comprometido y profesional. Será también implacable con los funcionarios que se involucren en actos de corrupción o desvíos de poder”.

Redacción Justicia:

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