“Mi arte logró sanarme y a partir de eso me pude compenetrar con el personaje de bella en la 'Bella y la Bestia' para sanar mi propia vida”, contó la actriz de teatro musical, Juliana Reyes.
Reconocida por su talento y versatilidad, Juliana Reyes es una de las referentes del teatro musical colombiano. Comenzó su trayectoria hace más de 20 años y ha interpretado a numerosos personajes. En 2006 encarnó a ‘María Magdalena’ en el musical Jesucristo Súper Estrella; luego, entre 2009 y 2012, interpretó a ‘María’ en La historia más grande jamás contada; y también participó en Peter Pan como Alma.
El último papel que interpretó fue el de Donna en el reconocido espectáculo Mamma Mia!, que estuvo en el Teatro Colsubsidio de Bogotá hasta el 28 de mayo.
En conversación con EL TIEMPO, Juliana Reyes contó cómo fue la preparación y su relación con el personaje.
Usted interpretó a Donna en Mamma Mia!, ¿cuál fue la importancia que esto le dio a su carrera como actriz musical?
En todas las partes del mundo donde se ha presentado Mamma Mia!, las actrices que interpretan este papel, tanto en la película como en los musicales, son mujeres que tienen una gran carrera a nivel de teatro musical y, en el caso de Meryl Streep, en su carrera cinematográfica y audiovisual. Lograr obtener este papel en un momento maduro de mi carrera es algo que tuvo un peso gigante a nivel de actuación, vocal y físico. En definitiva, fue un logro para mí como actriz.
Mencionaba que el proceso de selección fue largo…
Esto empezó puntualmente con la productora, que en este caso fue MISI Producciones, y la Universidad del Rosario, que le pidieron a empresas internacionales los derechos de Mamma Mia! y de ABBA. Ahí, ellos revisaron la trayectoria de quienes hicieron la petición y les dieron luz verde para desarrollar la producción artística, decidir quiénes eran los diseñadores de escenografía, vestuario, iluminación y los actores. En el proceso de selección de actrices, quedé yo como Donna.
Paralelamente a la preparación de ese personaje, me diagnosticaron con cáncer de mama.
¿Ve rasgos de su personalidad en Donna?
Donna es una mujer que tiene una fuerza gigante en su corazón. Es una mujer que, si bien fue muy libre, guerrera y fresca en su juventud, cuando yo la interpreté, ella estaba en una etapa más madura, con una hija y era también cabeza de familia. Entonces era una mujer muy fuerte, pero al mismo tiempo explosiva, dramática, chistosa. La describiría como una persona llena de contrastes, que es completamente emocional y eso se relaciona a mí, Juliana Reyes. Soy muy soñadora y tengo de Donna la fuerza que la motiva a salir adelante.
¿Cómo fue la preparación del personaje?
Tenía un ritual muy particular antes de salir a las funciones: calentaba mi voz porque es un papel muy exigente en técnica vocal y también me preparaba emocionalmente. Yo decía que le prestaba mi cuerpo a Donna para poder interpretarla y eso me ayudaba a manejar mejor las emociones propias y del personaje. Era como decirle a Donna: “yo te ayudo, pero démonos pasito. No me hagas daño”.
¿Cuál es el panorama del teatro musical en Colombia?
En este momento el teatro musical está cogiendo aún más fuerza a nivel nacional e internacional. Misi Murillo fue quien arrancó esta historia del teatro musical hace más de 35 años, pero ahora hay muchas compañías en este campo. Son empresas que no solo están creciendo, sino que han generado más espacios para desarrollar este género del teatro.
Ya ha participado en numerosas obras, ¿cuál de todos los personajes que ha interpretado fue el que más la marcó?
Como decía, Donna llega en un momento de madurez de mi carrera y por eso es tan significativo. Pero también me marcó muchísimo Bella cuando hicimos La bella y la bestia con Disney Theatrical Productions. Lo que me acercó a este personaje fue la fortaleza que ella tiene ante la adversidad porque, a pesar de que le arrebatan su vida y la encierran en su castillo, hay una resiliencia. Además, paralelamente a la preparación de ese personaje, me diagnosticaron con cáncer de mama y cuando pude retomar a Bella, los momentos que ella tenía con la bestia fueron muy terapéuticos para mí porque sentía que mi monstruo era el cáncer. Al final, transformé ese monstruo en algo que ahora amo mucho. Mi arte logró sanarme y a partir de eso me pude compenetrar con este personaje para sanar mi propia vida.
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