La historia de la mujer que fue abatida tras altercado con policía en Suba La Gaitana: estas son las versiones

La mañana del jueves 22 de mayo, en las calles empinadas del barrio Villa María primer sector, en la localidad de Suba ocurrió un hecho que hoy divide a una comunidad. En medio de lo que parecía ser un procedimiento de rutina por parte de la Policía, Angy Alejandra Rodríguez Morales, una mujer de 28 años, murió abatida tras atacar con un cuchillo por la espalda a un policía.

Según la información oficial revelada por la Policía Metropolitana de Bogotá, el uniformado involucrado reaccionó con su arma de dotación al recibir la agresión repentina. La situación escaló de inmediato, y la joven falleció en el lugar. El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad del sector, lo que ha permitido abrir las investigaciones correspondientes.

Rodríguez Morales no era desconocida para las autoridades. Según su prontuario, en 2019 fue indiciada por hurto en Bogotá. En 2023 fue nuevamente señalada por porte ilegal de estupefacientes, y a principios de este año por porte ilegal de armas. Estos antecedentes han sido fundamentales para entender la postura de una parte de la comunidad que, tras conocerse los hechos, expresó que su presencia era fuente de preocupación constante en el vecindario.

La Policía, por su parte, informó la apertura de una investigación disciplinaria interna y una acción penal militar y policial. De manera preventiva, el uniformado fue apartado de sus funciones mientras avanzan las indagaciones. El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) asumió los actos urgentes.

Los desmanes no se hicieron esperar. Horas después del suceso, se registraron protestas en el barrio, con enfrentamientos entre civiles y la fuerza pública. Algunos manifestantes exigieron justicia y denunciaron abuso policial, mientras otros recordaron los problemas que, según ellos, representaba la mujer para la seguridad del sector.

Para la Policía Metropolitana de Bogotá, este es un hecho lamentable que deberá ser esclarecido con transparencia. En un comunicado, la institución aseguró que pondrá a disposición de los entes de control todas las pruebas y materiales recaudados. “Nuestro compromiso es con la verdad y la legalidad”, señalaron.

Mientras avanza la investigación, y los expertos recogen declaraciones y videos, el barrio Villa María continúa envuelto en un clima de tensión. Entre la memoria de una mujer con un historial delictivo y las preguntas que rodean el accionar policial, se construye una nueva página de la historia de la inseguridad en la zona. 

Además de las protestas, la tensión social escaló rápidamente a actos vandálicos. En las noches recientes, varios jóvenes encapuchados protagonizaron disturbios en el sector: se registraron daños a la infraestructura pública, entre ellos la ruptura de cajeros automáticos ubicados cerca del lugar de los hechos y ataques con piedras a buses del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). 

Algunos vehículos resultaron con vidrios rotos y fueron retirados del servicio por seguridad. Las autoridades reportaron que también se intentó bloquear la vía principal del barrio, lo que obligó a la intervención de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden Público (UNDEMO).

La familia de Angy, denunció en redes sociales su muerte tras lo que ellos consideran un presunto abuso de autoridad por parte de un miembro de la Policía en el sector Gaitana, en hechos ocurridos el pasado 22 de mayo. 

Según el testimonio difundido en redes sociales por una familiar cercana , Angy, madre de dos hijos —uno de apenas un año y otro de nueve años— fue atacada por un policía quien, según su versión, disparó porque la mujer presuntamente intentó agredirlo con una 'pata de cabra'  durante un procedimiento de requisa. 

La familia refuta esta versión argumentando la falta de pruebas y cuestiona por qué el disparo fue realizado por la espalda, además de señalar que los policías cuentan con otros métodos no letales como táser, gas o bolillo.

De acuerdo con el relato, tras ser herida, Angy fue llevada caminando unas cuadras por los agentes, hasta que colapsó y suplicó al policía que no la dejara morir. La denunciante afirma que el oficial que le disparó escapó del lugar para recoger los casquillos, mientras otro agente la detuvo en el suelo, impidiendo que los vecinos le brindaran ayuda o pidieran un vehículo para su traslado.

La víctima fue finalmente llevada al Hospital de Suba, donde, según versiones iniciales de otros policías presentes, se encontraba fuera de peligro. Sin embargo, psicólogas del hospital confirmaron posteriormente a la familia que Angy llegó sin signos vitales.

Los allegados afirman tener pruebas en video de lo ocurrido, pero dicen que prefieren no divulgarlas públicamente debido al impacto emocional que representa ver a su ser querido sufriendo en sus últimos momentos. Asimismo, denuncian un intento por parte de algunos uniformados de hacer pasar a Angy como habitante de calle para minimizar la gravedad del caso, lo cual desmienten rotundamente. “Eso es una gran mentira”, señala la familiar, quien asegura que a Angy le gustaba la fiesta y tomar como cualquier persona, pero llevaba una vida normal. La familia exige justicia y una investigación exhaustiva de los hechos.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

Escríbanos a [email protected]