El pulso que se vive en el Congreso por la regulación de las plataformas digitales de transporte ha resultado tan tensionante que incluso ya generó ‘fuego amigo’ dentro de la centroizquierda.
Todo sucedió cuando la Comisión Sexta de la Cámara se aprestaba a discutir una iniciativa en la que se acumularon los proyectos que diferentes sectores radicaron para regular estas plataformas.
Cuando se esperaba que se iniciara el debate, una proposición de archivo presentada por los representantes León Fredy Muñoz (Alianza Verde) y María José Pizarro (Lista de la Decencia) retrasó la discusión.
Esto no le gustó al congresista Mauricio Toro, también de Alianza Verde, quien señaló que “archivar o aplazar sin debatir, es cerrar la puerta al debate democrático”.
Una vez fue negada esta propuesta de archivo, tanto Muñoz como Pizarro hicieron otra petición: aplazar el debate. Esta solicitud sí fue aceptada por la comisión, que, no obstante, decidió primero aprobar el informe de ponencia del proyecto, lo que da apertura al debate.
Después de horas de discusión se decidió nombrar una subcomisión para analizar de fondo el proyecto y las propuestas de modificación al texto. Esto, si bien podría nutrir el proyecto, retrasa la discusión de este.
Pero además deja ver el fondo del asunto y es que, más allá de la cuestión normativa, este debate tiene un pulso político detrás que ha llevado a que posiciones tan distantes como la de senadores como Jorge Enrique Robledo con los del Centro Democrático se hayan juntado en esta oportunidad en defensa del gremio de los taxistas, mientras que otros como Toro llegaron al Congreso con el tema de la regulación de las plataformas digitales como una de sus banderas.
Esto se refleja en las propuestas que están en discusión; mientras que el proyecto de Toro busca eliminar las cargas que tienen hoy los taxis y ponerles algunas obligaciones a las plataformas, de tal manera que se equilibre la cancha, en el Centro Democrático y algunos sectores de izquierda abogan por que las plataformas sean reguladas como empresas de transporte, algo a lo que se han negado estas aplicaciones
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