Esta semana cerramos una intensa gira de trabajo en Nueva York con la presentación a cooperantes internacionales del Portafolio para la Transición Socioecológica del país, con el que buscamos atraer inversión por cerca de 160 billones de pesos para consolidar la transición económica de Colombia hacia la descarbonización y la resiliencia climática. Este portafolio representa una oportunidad clave para unir a los sectores público y privado en una nueva visión de país que dinamice la economía a partir de modelos de financiamiento sostenibles, que permitan materializar grandes transformaciones en los territorios.
Esta apuesta del Gobierno avanza gracias al liderazgo de la cartera ambiental. Lanzamos este portafolio en la COP28 de cambio climático, como un primer instrumento para llamar al mundo a una transición climática que deje atrás los combustibles fósiles. A lo largo de este año, hemos venido fortaleciendo las alianzas para contar hoy con un portafolio de inversión con proyectos de turismo de naturaleza, sistemas productivos sostenibles, transición energética justa, conservación y restauración de ecosistemas y adaptación climática, que involucran a los sectores de transporte, agricultura, energía, industria, comercio, turismo, ciencia y tecnología. Lo que proponemos de fondo es un nuevo pacto financiero, por eso invitamos al sector privado a construir de la mano un modelo sostenible que ponga en el centro el cuidado de la naturaleza y potencie las oportunidades que surgen de ella; esperamos que este portafolio sea un incentivo de capital y de avance para todos los sectores, sobre todo, para movilizar desarrollo regional y liderazgo global. Este escenario ofrece oportunidades para fomentar proyectos que van desde la economía popular hasta empresas de alto impacto, todos tienen espacio en este portafolio.
Este escenario ofrece oportunidades para fomentar proyectos que van desde la economía popular hasta empresas de alto impacto, todos tienen espacio en este portafolio
Sin embargo, es necesario no solo fomentar la inversión de capital del sector privado y los cooperantes, sino que deben fortalecerse las fuentes de inversión pública para la transición; aunque algunos de los proyectos propuestos no van a representar un retorno monetario a la inversión, son fundamentales para garantizar la vida y resiliencia en nuestro territorio. Entonces, ¿dónde está la tasa interna de retorno a la adaptación climática y la no deforestación? Es una discusión que nos plantea cómo enfrentar uno de los grandes retos del siglo XXI: la triple crisis, que va más allá de lo monetario y se vincula intrínsecamente con el bienestar de las poblaciones y el futuro de los ecosistemas, por eso, este portafolio debemos traducirlo en tres monedas: biodiversidad, carbono y divisas fuertes. En este sentido, se debe aumentar la financiación pública de la transición a nivel mundial; por lo tanto, vamos a buscar otro pacto internacional con mecanismos de financiación de cara a la COP16 de biodiversidad y la COP29 de cambio climático.
Este cambio de modelo se construye no solo desde el Gobierno, sino a través de acuerdos sociales y pactos económicos con los sectores de la sociedad y esto es, precisamente, lo que queremos lograr en la Feria de Economías para la Vida que tendremos en Barranquilla la próxima semana, generar la convergencia de los actores para trabajar en una transición justa para todos. Con la estructuración de este robusto portafolio pasamos del discurso a la acción, evidenciando que avanzar en la protección y el cuidado de la naturaleza es reactivar la economía del país.
SUSANA MUHAMAD
Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible