Crece el menú de temas para los muchísimos periodistas extranjeros venidos a la Feria del Libro en Bogotá. Arranquemos por el más caliente, el innecesario madrazo que improvisó el presidente Petro contra el presidente del Senado, “jefe del Poder Legislativo”. En España no se insultan ni entran con sombrero y en cuasicalzoncillos a las sesiones. Esa guachadas es nuestra y de Bolivia.
Ese encontronazo ha sido la comidilla de los españoles visitantes porque allá se dicen: “Señoría, usted está pisoteando mi honra, me gustaría recordarle a su santa madre, pero el protocolo y las buenas maneras me lo impiden”. Allá ellos, pero están aterrados con el cañonazo que soltó el presidente Petro diciendo calmadamente por TV: “El senador Efraín Cepeda es enemigo de mi gobierno, no acostumbro decir groserías, pero a ese sí le digo... muuuucho h. p.”. Y el “ese” es el presidente del senado. Me lo dijo Juan Míguez ayer: “Ni Felipe González, ni Zapatero o Pedro Sánchez cometieron una pifia tan de mal demencial”.
El chisme se lo saben de memoria, saben que Petro, una hora después, en otro mitin fue más frentero diciendo: “Sí, por ahí andan muchos h. p. (hachepés) criticando a mi gobierno, me gustaría ignorarlos pero soy frentero”. Punto.
Los extranjeros periodistas escucharon al Presidente antenoche por televisión. Como son formales, le recomendaron corbata, ellos se fijaron mucho en las cirugías faciales del Presidente y les pareció muy humano, me preguntaron el nombre del cirujano porque en España son carísimas esas intervenciones. Punto.
Los colegas venidos de Buenos Aires y México vieron por TV el juicio al expresidente Uribe y, les pareció rocambolesco. Juan Francisco Amat, un catalán no antiespañol, me dijo: “Es baratillo ese pseudojuicio con los teléfonos pinchados al expresidente durante 30 días; anda, el acusador contra el señor Uribe, ese tío llamado Monsalve, es un tío vulgar e impresentable aquí y en Albacete”.
Pero no solo enfrentamientos políticos han visto los 260 periodistas, conmigo y con Lulita Arango fueron al concierto musical de Maluma, Pipe Peláez, Carlos Vives, Bacilos & cía. Se lo gozaron, pero los espantó la quemada de pólvora allí. Bogotá es fuerte en conciertos, la gente va y pagando, no como los sindicatos que importaron 15.000 indígenas para su fiesta. Aquí termino. Juegan Inter y Barcelona, voy por los italianos y adoro la comida italiana que me prepara mi pareja.
PONCHO RENTERÍA