El pasado condena a Claudia López

Mientras el mininterior, Armando Benedetti, intenta, con la mermelada de multimillonarios contratos para recomendados de congresistas, salvar la agenda legislativa del gobierno de Gustavo Petro, con proyectos de ley que, de llegar a ser aprobados, se caerán en la Corte Constitucional por su pesada carga de vicios de forma, el calendario indica que dentro de un año serán las elecciones parlamentarias, así como las consultas para elegir candidatos presidenciales que irán en mayo a la primera vuelta.

Hace unos meses, la exalcaldesa de Bogotá Claudia López era clara favorita para las presidenciales. Su nombre destacaba muy por encima de unos veinte pequeños aspirantes, tanto de la derecha como del centro y la izquierda, que asomaban para la contienda. Pero el panorama ha cambiado. Con la ventaja de haber hecho dos campañas nacionales en 2018 y 2022, con una sostenida actividad en redes sociales y dedicado a recordar “yo no voté por Petro”, Sergio Fajardo luce hoy más sólido que López.

Entre tanto, la exdirectora de ‘Semana’ Vicky Dávila ha demostrado que dejar ese cargo de alta exposición mediática no ha mermado sus opciones: al contrario, es de lejos la más activa y exitosa en redes, y se ve fuerte en el o directo con los votantes, con un lenguaje y una actitud que la acercan a la gente común, y con propuestas que la alejan de la derecha radical. Y en la izquierda, aunque no parece ser el elegido por Petro, Gustavo Bolívar toma la delantera, no solo como el más conocido sino como el de más seguidores en redes, entre todos los petristas.

López está atrapada en la ambigüedad que ha cultivado por años. Lleva meses criticando a Petro, y ha protagonizado con él y con sus fieles decenas de agresivas confrontaciones en la red X. Pero Fajardo se ha dedicado a enrostrarle que ella sí votó por Petro. El apoyo de López al actual mandatario no fue tímido. “Me siento contenta, me siento bien de decir ‘yo voté por el presidente Petro’, yo creo en el cambio que representa”, dijo en 2022, antes de incluirse entre los triunfadores: “Al fin ganamos”. Y otra frase de entonces que hoy le sale carísima: “Volvería a votar por Petro, sin duda”.

López tendrá que tomar una complicada decisión: integrarse a la consulta de la izquierda o aspirar a que su nombre aparezca en la del centro. El lío para ella es que en las simulaciones hechas por los encuestadores pierde con Fajardo en la del centro, y si va en la de izquierda, pierde con Bolívar. Cuando la pregunta incluye a todos los posibles candidatos, López aparece en el quinto lugar en la encuesta de Guarumo, y por debajo de Juan Manuel Galán y casi empatada con Miguel Uribe, en la del CNC, muy atrás de Dávila y Fajardo.

El dilema de la exalcaldesa no es sencillo. Fiel a un oportunismo que se le nota demasiado, la impopularidad del Presidente la empuja a alejarse de él y a pensar en competir en la consulta centrista. Pero su fervoroso apoyo a Petro en 2022 le resta allí credibilidad. Y si le apuesta a la consulta de la izquierda, ahí se va a tropezar con el 30 % de la opinión que sigue con el mandatario al que ella ahora ataca. En el centro o en la izquierda, cualquiera que sea su camino, por ahora su pasado la condena.

¿Traidores? Tomen nota de estos siete senadores liberales que se reunieron con el mininterior, Benedetti, para oír sus ofertas de puestos y contratos, incluida la cuota del mincomercio: Fabio Amín, Juan Diego Echavarría, John Jairo Roldán, Alejandro Vega, Alejandro Chacón, Jaime Durán, Claudia Pérez y Laura Fortich. Caso de estudio el de estas dos senadoras, dispuestas a abrazarse con un señalado maltratador de mujeres. Si ellos ayudan a que el Gobierno tenga mayorías en el Senado, donde no las tenía, habrá que recordar sus nombres dentro de un año, cuando lleguen las elecciones de Congreso, para ponerlos públicamente en evidencia.

MAURICIO VARGAS

IG: @mvargaslinares

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