De los clásicos de las ciencias sociales se desprende que: “Hay dos clases de historia”: una historia inteligente que descubre las tensiones profundas, los conflictos específicos del pasado, y una historia superficial que reconstruye mecánicamente determinados detalles anecdóticos”.
Al primero de estos conceptos –aunque muy imbricado con el segundo -, es posible asimilar el brillante contenido del libro que acaba de publicar el académico, escritor e intelectual, exgobernador y exministro quindiano Jaime Lopera Gutiérrez –cuya obra es un referente imprescindible en ciencias istrativas e historiografía de la zona cafetera-, lanza ahora un nuevo producto: Leer al quindío, relacionado con la historia de su departamento.
Con la maestría de sus trazos literarios característicos en su ya amplia y diversa bibliografía, Lopera nos lleva de su diestra mano por paisajes sorprendentes, describe los grupos humanos y sus características civilizadoras, la composición de su tejido social productivo, sus actividades políticas y culturales, sus conflictos, tensiones y tragedias (violencia y terremotos, p.ej.) en un proceso que revela la rigurosa tarea del investigador consciente de los riesgos que se asumen cuando de revelar los caminos trasegados por un contingente humano o un círculo social se trata.
Al examen de estos asuntos, de sus grandes desdichas y trances disruptivos de la normalidad apacible de los pueblos, como de la proyección de sus expectativas transformadoras sigue un marco de referencia sociológico y, en ocasiones, antropológico, es decir, un escrutinio de los contextos sociales, intelectuales e institucionales que merodean la actividad de un pensador que se ampara en datos y estadísticas probadas para afirmar andanzas y tendencias geopolíticas.
Por ello, como advierte el sociólogo e historiador Robert K. Merton en su trabajo Teoría y estructura sociales: “Mientras más sabemos acerca del contexto en que se desenvuelve la obra de un pensador, más segura será la comprensión que alcancemos de sus escritos y más preparados estaremos para abordar la evaluación crítica de sus contribuciones”. (citado por Gonzalo Cataño en Historia, Sociología y Política, Plaza y Janes 1999).
Se trata de una urdimbre analítica magníficamente hilvanada tanto desde la perspectiva formal o estética como desde su concepción científico-social.
Se trata de una urdimbre analítica magníficamente hilvanada tanto desde la perspectiva formal o estética como desde su concepción científico-social, en la que el autor observa tanto el discurrir mimético de las fuerzas políticas, culturales y sociales, así como las tradiciones de pensamiento que pueblan la obra en sus diferentes períodos desde la colonización por sectores heterogéneos que de ninguna manera corresponden a las versiones del monopolio paisa en esa aventura de copamiento sociopolítico plural de la región cafetera de Colombia.
Este calarqueño, que se asomó al alma de su amigo García Márquez en las tertulias sabaneras, tiene esencia de café en la sangre y sensibilidad para sentir las tragedias de su pueblo azotado por terremotos, el desempleo y la violencia. cfr del prólogo. Por ello, me afirmo en que contar una historia es anudar los hilos dispersos en una causalidad, seguirlos hasta el escondido nudo en que se entremezclan y descubrir finalmente la secreta red que dibujan.
En esta exploración, Lopera registra detenidamente los procesos de conformación social a la vez que reconoce la filiación de las ideas, su origen y proveniencia, así como su cambiante desarrollo en tierra firme. En este texto luminoso confirmamos que toda recepción tiende a ser selectiva y su arribo a un contexto nuevo y diferente modifica su contenido y su alcance. Lopera estudia cuidadosamente todos los asuntos implicados en esta movilización y los discierne con especial agudeza y claridad.
No obstante, la naturaleza fluida y cuasi-literaria de la narrativa histórica utilizada en esta obra trascendental para el conocimiento histórico y territorial -que para nada simplifica su credibilidad, tras su certera investigación sociocultural-, revela un conocimiento considerable de los contextos humanos e institucionales, sociales, culturales e históricos como pocos investigadores lo han logrado en la exploración sociológica de esa región central del país.
Lopera aporta datos y fechas con extraordinaria precisión, con lo cual enriquece los ambientes y anima la trayectoria de los grupos sociales, al tiempo que les confiere amplia credibilidad a los contextos que construye en su bien lograda investigación.
Por cierto, el 6 de septiembre próximo Lopera lanzará el libro en la feria que se realiza en el Centro de Convenciones y el presentador será el reconocido antropólogo Roberto Retrepo. El prólogo lo escribió el historiador Alfredo Cardona Tobón.