Desde Helsinki me escribió Juan Pablo Correa, hijo de Lulita Arango. Él vive allí por ser antropólogo, con esposa e hijos nacidos en Finlandia. Por el correo me dijo estar dichoso al saber que Bogotá sedujo a los indígenas, que aquí hacen sus mingas y se volvió otro lugar amado por ellos, y él como antropólogo lo celebra.
Pero hay otra visión sobre los indígenas visitantes. Miles de señoras les mandaron a decir que "no vengan tanto a Bogotá", que se les tiene cariño pero sin tantas visitas. Una vecina añadió: "Nada de tolerancia para mingas indígenas en Chapinero y Teusaquillo, ya nos invadieron ocho meses el parque Nacional y lo volvieron un basurero".
Saliendo ayer de la peluquería señorera, una abogada paisa, Carolina Rendón, recién peinada, recién divorciada y chusquísima, me dijo: “Créame, Poncho, en Bogotá los indígenas no son pacíficos, no quieren a Bogotá, mancharon con pintura mil paredes del centro y la avenida Jiménez”.
Ante esa guachada, la colega Darcy Quinn, desde la emisora La FM, les gritó algo así como: "Señores indígenas, a Bogotá se la respeta". Lo cómico: un dirigente indígena declaró: "Los daños en el centro de Bogotá no los hicieron los indígenas, fueron unos sujetos disfrazados de indígenas". ¿Se creyeron esa disculpa? Lo dudo. Punto.
Penoso que señores influyentes en el palacio presidencial estén lanzando frases belicosas a los 'riquitos'.
Un 9 de abril mataron a Jorge Eliécer Gaitán, un líder pacifista que fijo llegaría a presidente. ¿Quiénes lo hicieron? Que el imperialismo yanqui, que la KGB, que la oligarquía, que Roa Sierra. Solo misterios. Aquí, sin clases de historia, poco saben de Gaitán los jóvenes, pero allí se empezó a hundir Colombia. Punto.
Viene una guerra de insultos por la consulta. Pilas, a candidatos de lenguaje incendiario no les den micrófono. Penoso que señores influyentes en el palacio presidencial estén lanzando frases belicosas a los 'riquitos'.
Días para rezos. ¿Se arrepentirá el presidente Petro de los trinos con vainazos al expresidente Uribe, Vicky Dávila y María Fernanda Cabal? ¿Y del trino que le puso al intocable presidente Donald Trump en la madrugada? Su esposa, Verónica Alcocer, y su hija Sofía le aconsejaron confesarse al tiempo con Benedetti. Ganan ambos. Amén.
Recen por los que atracaron millonadas en la UNGRD con Olmedo López y su cómplice, Sneyder Pinilla. Buenas buenas, canten con la arrolladora Karol G: "Si antes te hubiera conocido", ya alcanzó a Shakira, bravo.