En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Acción colectiva y sociedad del conocimiento

La del hoy primer magistrado es la misma voz de izquierda democrática que se irguió sonora.

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Las decisiones del presidente Gustavo Petro, tras su primer mes de gestión, tienen (todas) el sello del estadista estructurado y moderno y, al tiempo, la conducta coherente de un revolucionario demócrata-ilustrado que aborda con entereza temas cruciales de política pública, economía global, derecho internacional y desarrollo sostenible, instrumentos con los cuales busca consolidar una sociedad civil organizada con instituciones progresistas que jalonen el cambio social.
(También le puede interesar: La verdad, patrimonio cultural de la nación)
Con el rigor selectivo de genuinas estrategias de solución a través de la reconstrucción del tejido social se ha propuesto orientar novedosos cursos de acción —con los ‘encuentros sociales vinculantes’ y una ‘sociedad del conocimiento’—, que conduzcan a la construcción participativa del nuevo Plan Nacional de Desarrollo y a la consiguiente expansión democrática de los derechos humanos, sociales e individuales y económicos hacia el atractivo escenario de la ‘paz total’.
Ya en un pretérito todavía no muy lejano, en sus célebres debates contra las mafias parapolíticas, Gustavo Petro se destacó en el hemiciclo congresional, como Representante y Senador, al denunciar sin miedo la degradación del equilibrio ambiental por las economías ilegales, la guerra transnacional contra las drogas que genera daños en el equilibrio ambiental, corrupción pública y la degradación del Estado.
Sin embargo, no paró allí; son conocidos sus proyectos de reforma estructural presentadas como legislador, así como sus diálogos pedagógicos en sus encuentros con las comunidades más pobres, las redes solidarias de la democracia y los colectivos diversos de la sociedad civil en su campaña de la Colombia Humana, relacionados con la creación de “horizontes emancipatorios para una vida digna” y la creación de capital social que lo llevó al solio presidencial con inmensas mayorías democráticas.
Para la transformación participativa de la sociedad, sus iniciativas se basan en la viabilidad de interesantes formulaciones teóricas como las tesis del perdón y la justicia restaurativa.
La del hoy primer magistrado es la misma voz de izquierda democrática que se irguió sonora —con resonancia internacional—, para respaldar iniciativas legislativas de amplio espectro en beneficio de los más necesitados, conforme a su sensibilidad progresista por impulsar acciones colectivas distintas de aquellas que despertaron el estallido social violento de 2021, y que ahora implican una protesta pacífica contra las injusticias de una democracia imperfecta.
Entonces, como hoy, para la transformación participativa de la sociedad, sus iniciativas se basan en la viabilidad de interesantes formulaciones teóricas como las tesis del perdón y la justicia restaurativa o la tensión entre la justicia y el agravio en el contexto del conflicto sociopolítico y la crisis humanitaria. “En Colombia se traslapan asuntos antinómicos que impiden el curso de las legítimas aspiraciones populares. Eso hay que cambiarlo”, ha dicho Petro en Nueva York.
El objetivo final de la estrategia del presidente Petro ha quedado claro en sus intervenciones públicas y en sus presentaciones internacionales: acabar con las formas de violencia intencional —instrumental, simbólica, racional y expresiva— que padecen la población civil, los líderes sociales y los actores políticos democráticos.
Petro siempre ha creído, tras su experiencia de rebeldía insurreccional y apostarle a la legitimidad sin perder su pensamiento crítico, que el Estado tiene la obligación de proteger la vida y los derechos sociales e individuales de la población civil y mantener la institucionalidad conforme a los lineamientos de la constitución legítima vigente en términos de equidad y distribución democrática de los bienes públicos. Ello pasa primero por organizar la sociedad para la participación democrática en la estructuración de sus propias soluciones.
Por ello, en su brillante intervención ante la Asamblea de la ONU, dijo en hermosas metáforas que quedarán en la historia internacional como verdades amargas: “Vengo de un país de belleza ensangrentada. Mi país no solo es bello, allí también hay violencia; ¿cómo puede conjugarse la violencia con la muerte, como puede erupcionar la biodiversidad de la vida con las danzas de la muerte y el horror?¿Quién es el culpable de romper el encanto con el terror?”.
Para cerrar su aclamado discurso en Nueva York hizo énfasis en que “detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero. He aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad”.
ALPHER ROJAS C.

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.