El presidente Petro ha entendido que su gobierno incumplió la inmensa mayoría de promesas planteadas en la campaña de 2022 y que a estas alturas ni el capital político ni los tiempos serán suficientes para hacerlas realidad. Por eso, el reciente giro en materia de comunicaciones del Gobierno Nacional se ha enfocado en la búsqueda de culpables y la construcción de una narrativa que le permita redimirse por sus decenas de propuestas inconclusas y sin avance.
Ya el país vio el punto de quiebre el martes pasado —aunque siempre pueden venir peores, como hemos aprendido durante este cuatrienio— en la transmisión en vivo y en directo del consejo de ministros. Desde este evento, que será recordado como uno de los mayores referentes del desastre político de la istración Petro, el Presidente se mostraba crecientemente disperso y encerrado en un universo paralelo cada vez más inaccesible para sus propios funcionarios. Y aun cuando las fracturas dentro del gabinete eran expuestas ante el público, Petro insistió hasta el final en su ya conocido uso y abuso de la retórica, pasando por sus lecciones de historia hasta las menciones a ‘Cien años de soledad’, Simón Bolívar y los orígenes del M-19, todo sin más hilos conductores que la impulsiva voluntad del mandatario.
En comunicación política todo está lejos de ser un accidente y el país debe entender que quince meses antes de terminar su periodo constitucional, el Presidente decidió mostrar ante Colombia las fracturas internas de su equipo por alguna razón que aún desconoce la nación. Si bien esto está lejos de ofrecerle a la ciudadanía la confianza que se espera de parte de los dirigentes políticos, especialmente de caudillos como Petro, que insisten en tener en sus cabezas las respuestas para todos los problemas del país, sí es posible llegar a seis conclusiones luego de este episodio que seguirá en el centro de la conversación durante semanas enteras.
1. El evento, que sumó más de seiscientas mil personas conectadas en tiempo real desde las plataformas digitales, superó las cinco horas de transmisión, plasmó una infinidad de peleas y momentos de tensión y al mismo tiempo no dejó como resultado una sola decisión concreta en materia de políticas públicas o estrategias. Luego de largas discusiones y momentos de divagación, este consejo de ministros le mostró al país la reducida eficiencia de esos encuentros en la istración Petro e ilustró gran parte de los problemas de su gobierno: mucha cátedra y mucha conceptualización, pero muy pocos acuerdos y muy poca definición de estrategias. El Presidente, desde la versión más apocalíptica de su narrativa, busca posicionarse como un salvador y líder del universo entero, pero no logra poner orden en un salón en un lugar terrenal y concreto llamado Colombia.
2. Durante el consejo de ministros se hizo especialmente visible una fractura entre el presidente Petro y diversos líderes de la izquierda que acompañan su gobierno, a quienes hasta hace poco la afinidad política los convertía en algunos de los favoritos del mandatario. Dados los acontecimientos más recientes, fueron ellos quienes más le reclamaron durante el consejo y fue a ellos a quienes el Presidente más duro les contestó.
3. Queda más que claro que la comunicación entre el Presidente y el gabinete es muy poca, incluso con los ministros más cercanos en materia ideológica. Varios funcionarios han expuesto su preocupación por la falta de a espacios de diálogo con el Presidente para presentarle sus hojas de ruta, sus prioridades y necesidades, y este fue uno de los reclamos más generalizados durante el consejo de ministros. Desde este punto de partida pueden ser explicados muchos de los problemas en materia de ejecución y de falta de coordinación interinstitucional que han definido al gobierno y su falta de resultados.
Queda más que claro que la comunicación entre el Presidente y el gabinete es muy poca, incluso con los ministros más cercanos en materia ideológica
4. Se acerca la temporada electoral y el Presidente lo sabe. A diferencia de sus días de mayor purismo y encierro ideológico, Petro tildó de sectarios a quienes le han pedido más representatividad para la izquierda histórica e hizo especial énfasis en la necesidad de gobernar con otros sectores —aunque tarde, tras la disolución de la coalición—, cuyos votos serán clave en las próximas elecciones. Y así ahora algunas voces del gabinete se quejen por las alianzas con sectores de la política tradicional, no les molestó buscar sus votos en 2022 y no se preocuparán al volver a hacerlo en 2026.
5. Los ministros también saben que se acerca la temporada de votaciones y comienzan a pensar en el futuro de la izquierda luego del gobierno Petro. Cuanto más se acerca la época electoral, más distancia toman los ministros frente a algunas de sus posturas y más solo se queda el Presidente. Muchos de los funcionarios que antes no le llevaban la contraria al mandatario ahora protagonizan tensiones con mayor tranquilidad y menor temor a quedarse sin sus cargos actuales.
6. Finalmente, en materia internacional queda cada vez más claro que Petro ha decidido no perder la menor oportunidad para atacar al presidente Trump y al Gobierno de Estados Unidos, y de presentarlo como culpable de todos los problemas que enfrenta la humanidad. Por lo anterior, puede entenderse que la crisis diplomática con ese país está lejos de haber sido resuelta y que Petro buscará cualquier clima de tensión internacional para posicionar su imagen como la de un demócrata disidente del hemisferio sur. Es mucho lo que toda la ciudadanía puede sufrir en materia económica, social y migratoria por cuenta del cumplimiento de este cálculo político del Presidente.
La desastrosa decisión de transmitir en vivo el consejo de ministros le mostró al país la realidad de por qué el Presidente prefiere encerrarse a tuitear o salir a la plaza pública a profundizar la división social a cambio de algunos aplausos enfurecidos. Al gobernar, de puertas para adentro, Petro enfrenta el visible caos de la agenda que lidera y la enorme frustración que circula entre su equipo, algo que el país entero vio con sus ojos este martes. Divagar es la respuesta del Presidente ante su propio fracaso.
FERNANDO POSADA
En X: @fernandoposada_