Día del Padre: El sargento Roncancio y su misión de extraer agua

"Este es un trabajo que desarrollamos con todo nuestro amor y cariño para darle vida y apoyo a la población civil, el agua es vida. Podemos tener todos los lujos del mundo, pero sino tenemos agua, no tenemos nada", aseguró el sargento viceprimero  Robinson Roncancio Quiñones, adscrito al batallón de Ingenieros No 90 del Ejército Nacional. 

El sargento Roncancio desarrolla una importante misión para los colombianos, llevar agua potable a las zonas más alejadas del país, pero su otra misión, es amar, proteger y guiar a sus dos hijos: Robinson, de 10 años y Emmanuel, de 6 años. 

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El sargento Roncancio, casado hace 13 años, asegura que la mayor motivación en su vida son "sus hijos", y por ellos da lo mejor de sí mismo en la labor diaria. 

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El suboficial, de 39 años, nació en Briceño (Boyacá) y hace 22 años porta el uniforme, de ellos 16 en la realización de obras y proyectos como extracción de agua, construcción de vías y puentes y obras e las cuales afirma "el bienestar y la sonrisa de los beneficiarios son la mayor recompensa".

De hecho, en este momento el Ejército Nacional cuenta con cerca de 60 hombres entrenados y preparados para cumplir esta clase de misiones de apoyo humanitario y de infraestructura, para llegar a los lugares más apartados y brindar bienestar a la comunidad.

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Hoy, Día del Padre, el sargento Robinson Roncancio, no estará al lado de sus hijos y su esposa porque se encuentra culminando las obras de un pozo profundo para extraer agua en la vereda la Cantimplora, zona rural del municipio de Cimitarra, Santander.

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Este trabajo de los ingenieros militares permitirá llevarle agua a más de cinco mil personas, la mayoría niños.

"El proceso de perforación busca sacar el agua, el chorro. Cuando uno entrega agua, vemos la cara de felicidad en los niños, en La Guajira, que es un desierto, inundamos un pozo y los niños salieron a jugar con el agua, esa fue una gran satisfacción", aseguró el sargento.

Roncancio señaló que aunque sus hijos son pequeños entienden la labor que desarrollo y son su "mayor aliciente, me preguntan cómo se hizo y se sienten muy orgullosos de saber que con mi trabajo y el de mis compañeros contribuimos a la sociedad". 

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El suboficial y su grupo ha perforado y construido más de 30 pozos profundos, por lo que es catalogado como uno de los más experimentados y reconocidos en este tipo de actividades de los ingenieros militares. 

Por eso ha viajado a países como Ecuador y Costa Rica, donde ha sido instructor para los de la Fuerza Pública de esas dos naciones, quienes tienen como referente a nuestro país en temas de obras de consolidación y apoyo a la población civil.

De acuerdo con el Ejército planear, estudiar y perforar un pozo profundo no es nada fácil. "En el mejor de los casos puede tardar hasta 3 meses una obra de estas. Eso sin contar con factores externos como el clima, el estado de las vías de , daños a la maquinaria o dificultades del terreno que pueden en un segundo dañar un trabajo de semanas enteras. Iniciar de cero, con la misma pasión y paciencia, es su secreto cada que ocurre una contingencia de estas".

El grupo de militares del sargento Roncancio han logrado extraer agua para beneficiar a soldados y poblaciones de la Guajira, Putumayo, Vichada, Quindío, Antioquia, Chocó y Santander.

Roncancio, señala la institución castrense, gracias a ese conocimiento empírico y autodidacta, fue enviado a capacitarse y, actualmente, es tecnólogo en manejo y aprovechamiento de aguas y ha realizado diferentes cursos y capacitaciones en manejo de maquinaria pesada, planeación de obras civiles y otros conocimientos que lo han hecho un experto en su trabajo, lo que le ha valido varios reconocimientos por parte de los altos mandos del Ejército Nacional.

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