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Entrevista
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Jaime Garzón: con una emotiva novela gráfica su hermano le rinde homenaje tras 25 años de su muerte
Alfredo Garzón lanzó su primera novela gráfica 'Garzón: el duelo imposible' bajo su sello editorial, Rotundo Vagabundo.
El periodista y humorista fue asesinado el 13 de agosto de 1999. Sus personajes, frases y personajes siguen vivos en la memoria de los colombianos. Foto: archivo
Jaime Garzón Forero le enseñó a todo un país a pensar distinto y logró que los colombianos fueran conscientes de su realidad, que comprendieran que a través de las acciones y la voluntad se podía construir un futuro distinto, se podía soñar con que la paz era posible. Con su presencia y sus opiniones directas y francas, sin anestesia, nos hizo creer en la vida, en las segundas oportunidades, en la justicia por más imposible que pareciese.
Pero todo se acabó el 13 de agosto de 1999. Ese día dos sicarios acabaron con la vida del abogado, activista, periodista y humorista bogotano, y con él a los personajes inolvidables que creó: un lustrabotas llamado Heriberto de la Calle, que sabía de leyes, economía, política y cultura; Godofredo Cínico Caspa, un elitista que en tono de sátira exponía las contradicciones y absurdos de los dirigentes; Néstor Elí, el famoso celador del Edificio Colombia o Inti de la Hoz, una ‘gomela’ que reflejaba los vicios y virtudes de una sociedad intolerente y corrupta.
El embolador Heriberto de la Calle fue el icónico personaje de Jaime Garzón. Foto:Filiberto Pinzón / EL TIEMPO
Garzón fue el alma de 'Zoociedad', el programa de televisión que se convirtió en un sello del humor político en Colombia; fue alcalde menor de la localidad de Sumapaz, y sirvió como mediador en la liberación de varios secuestrados y en los diálogos de paz en los 90.
En este país todos saben quién era Jaime Garzón y su legado. Su hermano Alfredo, que lo define como “su compañero del alma”, decidió rendirle un homenaje al humorista con la presentación de una novela gráfica, que se titula 'Garzón: el duelo imposible'.
Alfredo conversó con EL TIEMPO acerca de esta su primera novela.
Portada del libro 'Garzón: El duelo imposible' Foto:Alfredo Garzón
¿Cuáles fueron esas motivaciones que lo llevaron a terminar esta novela gráfica para su hermano?
Una de las motivaciones es que el crimen continúa en la impunidad, porque el único condenado vivo no ha ido ni un solo día a la cárcel. Y el resto, pues, han sido dilaciones y dilaciones de todos los otros que ya están señalados; hay cantidad de testimonios contra ellos. Ha sido una burla tremenda. Entonces, en ese contexto de injusticia, de impunidad, terminamos la novela que se publica, y nosotros la concebimos como un homenaje a Jaime, como el darle una justicia poética con esta obra de arte.
Cuando Heriberto de la Calle entrevistó a el sociólogo e historiador Alfredo Molano Foto:Cortesia
Y eso lo hacemos no concentrándonos en los victimarios, como ha sido siempre, sino en las víctimas, o sea, en la vida, en las ideas de Jaime, en lo que esta injusticia ha provocado, sobre todo entre los jóvenes. En este proceso de la muerte de mi hermano, a través de los expedientes, nos damos cuenta de que, algunos de nuestros amigos que conocimos juntos, fueron asesinados por los mismos asesinos. Me refiero a Sergio Restrepo Jaramillo, Silvia Duzán, Mario Calderón, Elsa Alvarado, Eduardo Umaña... yo no conocí a Eduardo, pero probablemente Jaime sí. Entonces, hacemos también un homenaje a las vidas de ellas y a las ideas de ellos.
Foto:Daniel López. EL TIEMPO.
¿Ha pasado mucho tiempo trabajando en este libro?
La novela es una idea de hace muchos años, que yo tenía y que fue evolucionando a lo largo del tiempo, sobre todo en el momento en que yo vi la obra de teatro que hizo la dramaturga Verónica Ochoa, que se llamó 'El corrector', en la que analiza el caso de Jaime y lo atraviesa, digamos, con unas reflexiones filosóficas. Me pareció una posibilidad buenísima para lo que yo quería hacer que era juntar mi oficio de dibujante con el caso de Jaime y elaborar a través de eso el duelo. Resultó que el duelo planteado como tradicionalmente ha sucedido, que es aceptar, pasar la página y continuar la vida, pues no fue posible. Jaime siguió muy presente en mi día a día y la novela cuenta ese recorrido.
Cuéntenos detalles de la historia...
Exacto. Ahora, la novela es una idea de hace muchos años, que yo tenía y que fue evolucionando a lo largo del tiempo, sobre todo en el momento en que yo vi la obra del teatro que hizo la dramaturga Verónica Ochoa, que se llamó 'El Corrector', en donde ella analiza el caso de Jaime y lo atraviesa, digamos, con unas reflexiones filosóficas. Y yo vi la obra y eso me pareció una posibilidad buenísima para lo que yo quería hacer, que era juntar, digamos, el oficio mío de dibujante con el caso de Jaime y elaborar a través de eso el duelo.
Y resultó que el duelo planteado como tradicionalmente ha sucedido, que es aceptar y pasar la página y continuar la vida, pues no fue posible. Jaime siguió, digamos, muy presente en mi día a día y lo que sucedió es que la novela lo que cuenta es ese recorrido.
Está narrada en primera persona, es un hermano contando la historia de su hermano, y es un recorrido donde yo me encuentro primero conmigo mismo y con ese hecho tan doloroso, y luego me reencuentro con Jaime, entonces es como un reencuentro después de la pérdida y eso le da un nuevo sentido al tema del duelo, y también un reencuentro con estos amigos que mencioné anteriormente, que estuvimos con ellos muchísimas veces, compartidos con los sueños, ideas, en rumba, etc., y pues fue tremendo, a través de esos años perdidos ahí en el camino, entonces fue otro reencuentro conmigo, con Jaime, con ellos, y una cosa que creo que es importante decir es que fue a través de los jóvenes que han recogido las banderas de Jaime, que esto tiene como un futuro, digamos, y que fue como una motivación para nosotros también. Un libro más en un país lamentablemente donde nadie lee.