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¿Qué tan viables son las aguas lluvias y de la Ptar Salitre para superar en el corto plazo el racionamiento en Bogotá?

En encuentro entre el presidente Petro y el alcalde Galán se propusieron opciones. El mandatario bogotano pidió analizar más la propuesta del Gobierno Nacional. Expertos no ven solución pronta.

El sistema Chingaza está conformado por los embalses de Chuza y San Rafael. Foto: EL TIEMPO

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Guillermo Reinoso

EDITOR DE BOGOTÁ10.10.2024 16:30 Actualizado: 11.10.2024 00:00

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En medio de la búsqueda de alternativas para superar en el corto plazo la crisis de agua que vive la capital y los municipios de la Sabana, el Gobierno Nacional y el Distrito plantearon opciones como las aguas lluvias, aumentar la captación del río Bogotá e incluso utilizar las aguas residuales tratadas por la Ptar Salitre.

(Además lea: Bogotá analiza aumentar a cada 5 días el racionamiento de agua, si embalses no se recuperan)

Pero qué tan viable pueden ser esas iniciativas para ponerlas en marcha al menos en “las próximas semanas”, como lo indicó ayer el alcalde Carlos Fernando Galán.

Esas opciones fueron expuestas este miércoles durante de una reunión entre el alcalde Galán y el presidente Gustavo Petro, a la que asistieron la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; el director de la Unidad Nacional de Riesgos, Carlos Carrillo; la gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, y las secretarias de Ambiente, Adriana Soto, y de Hábitat, Vanessa Velasco.

El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se reunieron este miércoles para hablar del problema del agua en la capital. Foto:Presidencia

Según se planteó luego del encuentro en Palacio, el Gobierno Nacional pidió bajarle presión al Sistema Chingaza en al menos en 1 m3/seg de captación. Históricamente, la ciudad ha captado el 70 por ciento del agua que consume de los embalses de Chuza y San Rafael, que pertenecen a ese sistema.

No obstante, esta es una acción en la que la ciudad ya ha avanzado con el racionamiento –que se estableció desde el 11 de abril- y el aumento de la captación del río Bogotá.

En este caso se pasó de cerca de 4,5 m3/seg a 8 m3/seg, con lo cual se ha disminuido la dependencia de Chingaza, de donde se está tomando en promedio 6,8 m3/seg.

De hecho, para la alcaldía, esta es la alternativa más viable, sólo que depende de que la CAR Cundinamarca autorice al Acueducto aumentar la captación a 10 m3/seg o incluso 12 m3/seg para ápocas críticas.

Tratamiento de aguas lluvias

Cabe recordar que el agua que capta la Empresa de Acueducto del río Bogotá es tratada en Tibitoc, cuyas obras de ampliación podrían estar finalizadas en el primer trimestre de 2025. Esta planta pertenece al Agregado Norte, integrado por los embalses de Sisga, Neusa y Tominé, los cuales han venido desde agosto registrando tendencia al descenso, lo mismo que Chingaza.

Imagen de la planta de Tibitoc. Trata las aguas que se captan en el río Bogotá Foto:Acueducto de Bogotá

En el encuentro de Palacio, el Gobierno propuso utilizar las aguas lluvias como una posible fuente de abastecimiento y, como ya lo había planteado el presidente Petro, declarar la situación de desastre, a fin de disponer de los recursos para las acciones correspondientes.

El alcalde Carlos Fernando Galán, como responsable de la prestación del servicio de agua en la ciudad, no descartó la declaración de desastre ni la posibilidad de las aguas lluvias, pero planteó que son temas que deben ser analizados.

Sin embargo, dijo que utilizar a gran escala ese recurso hídrico puede tomar “un poco más de tiempo”. Recordó que la CAR viene disponiendo tanques de almacenamiento en algunos puntos de su jurisdicción y que, si bien eso “es viable”, depende de los territorios.

Puede que haya precipitaciones. Nos puede llevar a que se reduzca el riesgo de tomar una restricción mayor

“Una cosa es un tanque de agua en una zona rural y otra en una vivienda en Bogotá donde no es fácil instalar. Hay zonas como Ciudad Bolívar, Bosa y Usme donde es más complejo y las estructuras no están pensadas para tener una estructura encima de 1 m3 que pese una tonelada”, precisó.

Además, la alternativa de las aguas lluvias sería funcional en los meses de octubre, noviembre y diciembre, cuando se presenta la segunda temporada húmeda del año en la región Andina.

Sin embargo, el mandatario bogotano sorprendió cuando dijo que se mantienen las proyecciones sobre las probabilidades de un fenómeno de la Niña y que este solo se había movido a diciembre, enero, febrero y marzo, y además iba ser moderado, con lo que se podía evitar una restricción más drástica.

PTAR SALITRE — En la Ptar Salitre se tratan aguas residuales que produce Bogotá. Foto:CAR

“Puede que haya precipitaciones en esos meses, eso hay que tomarlo en cuenta porque nos puede llevar a que se reduzca el riesgo de tomar una restricción mayor”, manifestó el alcalde mayor en sus pronunciamientos este jueves.

Hasta ahora, oficialmente, el Ideam ha planteado que el fenómeno de la Niña, que genera más lluvias, se debilitó y que lo que se ha presentado es una reducción de las afluencias frente a las que se esperaban.

La alternativa de utilizar las aguas residuales tratadas por la Ptar Salitre es una opción que contempla la alcaldía para consumos diferentes al humano. No obstante, y según advirtió Galán, aún la normatividad no lo permite.

Dicha planta está tratando entre 2 y 3 m3/seg. de aguas residuales, que podrían usarse en algunas actividades, como las industriales.

¿Qué dicen los expertos?

Sobre las alternativas a corto plazo propuestas tanto por los gobiernos nacional y distrital, EL TIEMPO consultó a expertos y analistas, quienes plantearon sus observaciones y consideraron que hoy no existe más opción que el racionamiento y aumentar la captación del río Bogotá, como lo propone el alcalde.

Juan Guillermo Saldarriaga, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Los Andes y quien ha estudiado el tema de las fuentes de agua que tiene la ciudad, insistió en que es “muy difícil” que el comportamiento del clima cambie y se puedan recuperar los embalses a la tasa (70 % en octubre) como se esperaba. Por eso, espera que el racionamiento se alargue, incluso más allá de diciembre.

En su opinión, las aguas lluvias, si bien se pueden utilizar, no son una opción para la ciudad y tampoco la solución a la crisis en el corto plazo, como propone el Gobierno Nacional.

En Bogotá, explica, no solo no está lloviendo, sino que además llueve menos que en otras regiones -como el Valle del Aburrá y la costa Pacífica- y la inversión que tendrían que hacer las propiedades horizontales en tanques y tuberías y otros elementos “es grande”.

Hoy las aguas lluvias no solucionan nada, al contrario, puede traer problemas asociados a salud pública

“Quedamos dependiendo de Tibitoc y de la CAR. Si hay declaratoria de emergencia, eventualmente la CAR puede actuar bajo el marco”, dijo Saldarriaga, para quien se debe seguir con el racionamiento, aunque este se puede alargar. Celebró que la alcaldía de Bogotá y el gobierno Petro se hayan unido en la búsqueda de soluciones.

En la misma línea se pronunció Omar Oróstegui, director del Laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana. En su opinión, “hoy las aguas lluvias no solucionan nada, al contrario, pueden traer problemas asociados a salud pública”.

Recuerda que el 70 por ciento de la vivienda en Bogotá es en propiedad horizontal y eso planea una serie de desafíos en infraestructura, manejo y tratamiento mínimo y capacitación de las istraciones. Tampoco ve que la Ptar Salitre sea una opción como fuente de agua.

“Hoy, la solución está concentrándose en el río Bogotá, si se mira con perspectiva”, afirmó,

Embalse de Chuza es uno de los dos que conforman el Sistema Chingaza. El otro es San Rafael. Foto:Empresa de Acueducto de Bogotá

Para el analista, el problema “es que la situación ya es crítica” y se debe pensar en el escenario más difícil y sobre ese empezar a actuar.

“¿Por qué no anticiparse al escenario más crítico?”, se preguntó Oróstegui refiriéndose a que el racionamiento debería ser ya más fuerte. Destacó que tanto la Nación como el Distrito están buscando soluciones.

Cabe recordar que desde el pasado 11 de abril, Bogotá se encuentra en racionamiento de agua ante la reducción del nivel de los embalses, en particular el de Chuza, y la histórica disminución de las lluvias.

Pero, además, las proyecciones no son muy alentadoras. Se estima que el déficit de precipitaciones continuará hasta marzo o abril de 2025, al menos en la zona de Chingaza, de la que la capital del país y 11 municipios de la Sabana tienen una dependencia de abastecimiento.

(Le puede interesar: Bogotá se enfrenta a posible racionamiento de agua prolongado: esta es la radiografía de la crisis que evalúa el Distrito)

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

EDITOR DE BOGOTÁ

En X: @guirei24