Greibert Eduardo Berríos López, de 19 años, es una de las últimas víctimas de un ataque por parte de un grupo de perros, que le causaron 150 heridas y lo mantienen intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El ataque fue tan severo que el joven perdió ambas orejas y sufrió la amputación de sus brazos. Los vecinos de la zona alertaron a las autoridades y equipos de emergencia, quienes lo trasladaron al Hospital de Kennedy.
El incidente tuvo lugar en un terreno ubicado en la carrera 90 #78-37 sur, en la localidad de Bosa, donde los vecinos han señalado la presencia de al menos nueve perros en estado de abandono.
El concejal del Partido MIRA, Samir Bedoya Piraquive, quien, además de reportar lo sucedido al joven, aseguró que no se trata de un caso aislado, pues muchos ciudadanos de la zona han sido víctimas de ataques por parte de perros.
El concejal agregó que el Distrito no tomó acciones contundentes para prevenir estos ataques, una situación que también destacó el padre de la víctima, quien manifestó su preocupación por la falta de medidas efectivas para evitar que este tipo de hechos se repitan en la localidad.
El familiar aseguró que hubo "una falta de respuesta por parte de las autoridades competentes" y que, en un inicio, no les brindaron soluciones, sino una dilación en la atención.
Ante estos hechos, la Policía Ambiental, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) y la Alcaldía Local realizaron una investigación en la que determinaron que los perros pertenecían a un habitante del sector.
Por ello, este 31 de marzo, en horas de la tarde, Protección Animal Bogotá dio a conocer la noticia de que el dueño de los caninos entregó de forma voluntaria a la Policía los perros que habían agredido al joven días atrás. Por el momento, los animales quedaron a cargo de la Secretaría Distrital de Salud.
“Luego del diálogo con el tenedor de los animales, y en acción conjunta con la comunidad, se logró la entrega voluntaria de cuatro perros relacionados con el incidente. Estos fueron trasladados a la zona de la Secretaría Distrital de Salud ubicada en la Unidad de Cuidado Animal para realizar la observación de acuerdo con el protocolo de vigilancia integrada de rabia”, comentaron desde La Secretaría Distrital de Salud.
Lo siguiente en el proceso es realizar un seguimiento durante un período de 10 a 15 días, en el cual la entidad responsable de los perros evaluará si presentan signos de la enfermedad y valorará el riesgo, con el fin de tomar una decisión sobre cada animal, según su comportamiento y condiciones clínicas.
TATIANA MORENO QUINTERO
Redacción Bogotá