Este es el tramo de vía más peligroso de Bogotá: han ocurrido más de 250 siniestros en los últimos cuatro años

Un tramo de 1,4 kilómetros de longitud ha sido el lugar en donde han muerto siete personas y se han lesionado 393 más en los últimos años.

Se trata del sector de la avenida Las Américas comprendido entre las intersecciones con calle 13 y carrera 65. Según la Secretaría Distrital de Movilidad, en esa zona se han registrado 261 siniestros desde 2021.

(Lea también: Ponen en servicio el carril oriental de la extensión de la avenida Boyacá, entre calles 170 y 183, al norte de Bogotá).

Este sector es conocido como los outlets de las Américas, donde se desarrolla gran actividad comercial y es visitado por cientos de personas todos los días.

Además, existen dos centros comerciales, IPS, en sus alrededores sedes del colegio Silveria Espinosa y barrios residenciales.

Los datos confirman lo que las personas de la zona dicen observar. Los motociclistas y los peatones son los actores viales más afectados en los siniestros que suceden en el sector. De los 147 heridos que hubo el año pasado, 78 conducían una moto y 29 eran transeúntes. Además, hubo 2 muertos. Este año van 83 lesionados y una persona fallecida.

En la zona la gente parece ir de afán y los vehículos no atienden señal alguna, aunque hay señalización de máximo 50 km/h. Incluso, los ciclistas que van por la ciclorruta tampoco se detienen en los pares ni cruces.

De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, en el pasado este trayecto no era tan peligroso para quienes lo transitaban, pero en la última década el comportamiento cambió.

En 2021 estuvo en el séptimo lugar, subió en 2022 al cuarto, en 2023 ocupó el primero y este año se disputa las cifras de más siniestros con un sector de la Boyacá.

“Es pan de cada día”, dice Néstor Hernández, vendedor informal que lleva cinco años en la zona, tras preguntarle qué tanto ha presenciado incidentes viales en ese tramo.

Y explica que “es frecuente la imprudencia de los peatones, por colarse en la estación de TransMilenio. Aquí no hay cruce peatonal, sino un puente allá en la 65 y ayer, un señor pasó la avenida y lo atropelló una moto”, añadió.

Wilmer Suárez, un vigilante de la zona, agregó que otras de las prácticas peligrosas entre quienes comparten los 12 carriles de la avenida Las Américas es el estacionamiento de busetas que van a los pueblos sobre el cruce de la carrera 65.

Mientras señala a una buseta que se dirige al municipio de Madrid y para en el lugar, Suárez dice que “se estacionan sobre la curva y detienen los carros y motos que van atrás”. En ese momento se formó una fila y una motociclista decidió avanzar por la izquierda y no por la derecha, como se debe adelantar un vehículo.

“Se adelanta como lo hizo ella y el del bus a veces no los ve y arranca justo cuando el otro vehículo está pasando y tome, un accidente”, explica el vigilante.

Una de las particularidades del tramo de Las Américas entre la intersección con la calle 13 y la carrera 65 es que tiene carriles y calzadas anchas, lo que favorece el exceso de velocidad y la conducción riesgosa de motociclistas, tal como señala Hernán Ortiz, coordinador de datos y vigilancia de la iniciativa global de seguridad vial de Bloomberg en Colombia.

El experto precisa que los estudios de World Resources Institute (WRI) demuestran que los siniestros con lesionados se encuentran cerca de intersecciones, lo cual permite aumentar las interacciones.

Incluso, pese a que el tramo cuenta con señalización de 50 km/h, Ortiz afirma que en esta vía se prioriza la velocidad.

De hecho, en algunos tramos de Las Américas se encuentran cinco carriles por sentido (3,52 metros por carril), para un total de 17,6 metros y, en otros, cuatro carriles en calzadas de 18,5 metros (4,63 m por carril).

Lo anterior, asegura el experto, va en contra de lo recomendado por el actual Plan de Gestión de Velocidad, que señala que el ancho máximo debe ser de 3,25 metros en avenidas en donde el límite de velocidad sea de 50 km/h y de 3 metros en donde el límite sea de 30 a 40 km/h.

Otra característica que resalta el experto es que los fallecimientos de motociclistas se presentan en las aproximaciones a puentes peatonales, tal como lo recoge WRI en sus estudios.

“Tienen (los moteros) la creencia de que los peatones utilizan el puente y aceleran”, expresa el experto.

Aunque podría asociarse el alto flujo vehicular de esta avenida con la mayor siniestralidad, el profesor de transporte de la Universidad Javeriana Darío Hidalgo indica que el sentido de menor flujo es en el que más exceden la velocidad y más se generan siniestros a este factor.

“El sentido de mayor tráfico en Las Américas es de occidente a oriente, pero el sentido de mayor siniestralidad es de oriente a occidente”, apunta.

En cuanto a las horas más críticas, Ortiz detalla que en este tramo de Las Américas los fallecimientos ocurren, principalmente, en la madrugada y e menor proporción a las 7:00 de la noche.

Según el API de Google (que ofrece datos de velocidad de recorridos), la velocidad puede ser tres veces más alta a las 4:00 a. m., frente a las 8:00 a. m.: 28,5 km/h versus 9,5 km/h. “En la práctica, las velocidades a las 4 de la madrugada son mucho más altas. Esto resalta la importancia del control automático (cámaras) para disuadir ese comportamiento riesgoso”, detalla Ortiz.

Justamente, pese a la alta siniestralidad de este tramo, no hay cámaras de control de velocidad en la zona. Esto, debido a que el programa de cámaras salvavidas fue adquirido hace seis años (tal como refiere Hidalgo) y desde entonces se han hecho mantenimientos, pero no instalación en nuevos puntos.

Durante las horas que estuvo EL TIEMPO en el tramo, se pudo evidenciar el cruce de peatones que atraviesan la avenida para intentar colarse en TransMilenio.

Pero no sólo es un problema de evasión. Tantas otras personas llegan a la estación Pradera y prefieren saltar por la puerta para tomar el sentido oriente y no salir por el sentido occidente, en donde hay un puente peatonal.

En medio del afán, ningún peatón quiso contestar a la pregunta. Uno de los casos más llamativos fue el de tres hombres que decidieron salir de la estación de TransMilenio por una de las puertas laterales.

Iban hablando, calculando la distancia de los vehículos que se aproximaban. Quizá pensaron que estaban lejos hasta que sintieron cerca una volqueta cargada de cemento. El susto les dio risa y corrieron. Se salvaron, pero una vez en la ciclorruta casi se estrellan con un ciclista, que los alcanzó a evadir.

Carolina Álvarez, ingeniera y coordinadora de diseño vial y movilidad de la iniciativa de Bloomberg para la seguridad vial en Colombia, expone que, normalmente, se acusa la imprudencia de este actor vial que cruza en zonas no permitidas ni señalizadas, pero asegura que hay un problema mayor de fondo: la infraestructura.

“Todos los que hacemos infraestructura vial deberíamos preguntarnos si estamos resolviendo las necesidades de movilidad peatonal. Lo que uno usualmente se encuentra es que estas vías las hemos diseñado para autos y difícilmente responden a las necesidades de los demás s”, explica la experta.

En este tramo de las Américas, la solución vial del Distrito para los peatones han sido dos puentes peatonales: en las carreras 60 y 65.

Para Hilda Gómez, asesora en seguridad vial, aunque la Encuesta de Movilidad de Bogotá 2023 indica que el 36 por ciento de los viajes son peatonales, no existe la misma prioridad en la infraestructura para ellos.

“Los cruces peatonales deben ser, prioritariamente, a nivel. Dada la gran cantidad de carriles que tiene esta vía deberían generarse bahías seguras para los peatones a lo largo del paso peatonal, de tal forma que los tramos a cruzar se reduzcan y puedan hacerse de manera segura”, indica Gómez, quien fue directora de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).

Para la experta, los puentes peatonales son poco inclusivos, ya que generan largos trayectos de recorrido y no son accesibles para las personas con discapacidad motriz o que cargan paquetes.

Uno de los argumentos que más resuenan cuando se cuestionan los puentes peatonales es que se afectaría la velocidad vehicular. En este sentido, Álvarez indica que, por el contrario, debería priorizarse la velocidad del peatón.

“Teniendo en cuenta que la velocidad de desplazamiento de los peatones es más lenta que la de un vehículo, las trayectorias deberían optimizar estos tiempos y distancias de viaje a través de infraestructura directa y cómoda para los peatones, sin verse obligados a desviarse, subir y bajar escaleras. Estas medidas tienen un mayor impacto sobre los tiempos de caminata de los peatones que sobre los vehiculares”, detalla la experta.

“Esto es lo que se observa sobre Las Américas. Si tenemos en cuenta la distancia entre los puentes peatonales ubicados en las carreras 65 y 60, entre ellos tenemos casi 700 m, en medio de los cuales no hay soluciones para el cruce peatonal. Eso es crítico desde el punto de vista de la seguridad en contextos urbanos”, sentencia.

Van 57 lesionados y un muerto en la avenida Boyacá, entre la calle 45A Sur y la transversal 72D.

Este año, el tramo más crítico de siniestralidad con fallecidos y lesionados, según la Secretaría Distrital de Movilidad, es el de la avenida Boyacá, entre la calle 45A Sur y la Transversal 72D. Allí ya se contabilizan 57 lesionados y un muerto en lo que va del 2024.

Según explica la entidad distrital, en este segmento existen ciertas particularidades como la alta circulación de transporte de carga, altos volúmenes de motocicletas y alto número de circulación de rutas de transporte público.

La Secretaría igualmente indica que “existe alta presencia de actores no motorizados como peatones y ciclistas, y esta interacción entre actores vulnerables con vehículos motorizados y de gran tamaño aumenta las probabilidades de ocurrencia de siniestros viales”.

Aunque la SDM refiere que la siniestralidad es multicausal, ha evidenciado algunos factores de riesgo que han contribuido al aumento de las víctimas mortales en la ciudad: exceso de velocidad, incremento del parque automotor, más personas utilizando motos, más viajes en motocicletas y aumento en el número de motociclistas sin experiencia.

En total, en los 10 tramos más críticos de la ciudad en 2023 (ver gráfico) perdieron la vida 38 personas y, según información de la Secretaría de Movilidad, los siniestros más frecuentes fueron choques (66 %), seguido de atropellos (22 %).

Y, en cuanto al análisis por modo, los s de motocicleta (conductor y acompañante) fueron los que más estuvieron involucrados en siniestros en las ubicaciones críticas (49 por ciento), seguido de los peatones (13 por ciento).

Las horas más ‘calientes’ coinciden con las horas de mayor flujo vehicular. La SDM precisó que el periodo entre las 7:00 a. m. y las 8:00 a. m. presenta el pico más elevado de la mañana; mientras que el de la tarde oscila entre las 5:00 p. m. y las 7:00 p. m. El viernes es el día con más eventos de tránsito en 2023 (2.094 casos).

*Este artículo se realizó en colaboración con la coalición civil por la seguridad vial. Todas las muertes en las vías son prevenibles. Es inaceptable que en Colombia mueran mas de 8.000 personas al año.