Vestidos para casarse que irradian la personalidad de los novios

“Casarse jamás pasará de moda; la gente todavía lo hace, incluso repite”, apunta con gracia la diseñadora barranquillera Lina Cantillo, quien hace 27 años está dedicada a la creación de trajes para novios a la medida. Es una de sus líneas de negocios que le representa casi el 60 por ciento de sus ventas anuales, asegura.

La misma opinión comparte otra veterana del diseño, la cartagenera Beatriz Camacho, quien reconoce que la venta de sus exclusivos vestidos de novia ha reflejado un crecimiento en su portafolio de bodas, porque se están convirtiendo en uno de sus productos más valorados en los últimos años. Este auge, dice, evidencia el anhelo de las mujeres por encontrar diseños que realmente hablen de quiénes son. “Me apasiona ver cómo cada vestido se convierte en una expresión de la libertad y autenticidad de cada mujer que lo lleva”, agrega.

Ambas, Cantillo y Camacho, presentaron sus nuevas colecciones de moda nupcial en El Camellón de los Mártires, en pleno corazón del Centro Histórico de La Heroica, durante la inauguración del Cartagena Wedding Dreams + Wedding Forum 2024. Este evento, al que asisten más de 400 planeadores de boda de distintos rincones del mundo, desde Chile, pasando por Panamá, México, República Dominicana, Puerto Rico, Estados Unidos, hasta Holanda y Filipinas, reúne cada año lo último en tendencias en la industria de bodas.

Las colombianas fueron las encargadas de su inauguración y “de confirmar a Cartagena como el epicentro de las bodas de destino en Latinoamérica, porque la ciudad se luce en sus diferentes escenarios naturales y por eso sus iglesias y espacios más emblemáticos están reservados con uno o hasta dos años de anticipación”, asegura Carmen Otero de Millán, directora de mercadeo y ventas del Hotel Sofitel Legend Santa Clara, quien ha estado al frente de este evento desde su fundación.

En este desfile, Camacho presentó 30 diseños, inspirados en la diversidad femenina y que se pueden lucir en cualquier temporada y destino. Combina texturas como tafetán, telas bordadas, tules y tejidos metalizados, enriquecidos con detalles como perlas, flecos, y encajes de chantilly. “Algunas de nuestras telas son bordadas a mano, lo que les da un toque único y personal. Las siluetas van desde strapless y vestidos cortos hasta modelos ceñidos al cuerpo y con sutiles transparencias”, explica.

Lina Cantillo exhibió parte de su colección ‘Holiday’ del último trimestre del año, a la que llamó Tribe, una propuesta hecha para destacar el individualismo de cada novio y contar su historia de amor. Está compuesta por trajes de líneas limpias y elegantes, presentadas de manera divertida con siluetas perfectas y toques de color. “Vemos, entre otros, un traje completamente crema y también podemos encontrar un blazer de esmoquin tropical con camisa y pantalón de variados colores, diferentes a los tradicionales blanco y negro”, cuenta. En su propuesta se encuentra desde lo protocolario y clásico, como la levita negra, que es el mismo morning jacket, el código de vestuario para llevar antes de las 3 de la tarde, explica, y que normalmente va en pantalón gris y chaqué negro. “En pasarela presentamos la levita negra con camisa azul celeste, chaleco crema y pantalón azul de rayas blancas, llamado listato”.

No faltaron las propuestas de frac, como lo manda el protocolo: camisa y chaleco blancos, chaqué y pantalón negros con la cinta a un costado de este, pero con el exclusivo toque Cantillo, porque es una prenda vintage, es decir en bota recta y con pliegues. Y para los novios más arriesgados, propone trajes cruzados en colores inusuales como el cobre, verde oliva o mostaza en Barberis canónico, un paño italiano que es liviano, primaveral y que funciona en bodas en cualquier lugar de Colombia.

Beto Santana también comprueba que para los novios los diseños frescos y modernos están a la orden del día. Sus prendas combinan una estética clásica con elementos juveniles y disruptivos, lo que les permite lucir elegantes sin perder su esencia.

Los diseños atemporales priman porque, como dice la mexicana Monyk Arreola, “para casarse cualquier temporada del año es buena, pero una en la que se registra uno de los picos más altos es la del último trimestre del año, porque es tiempo de fiestas y de vacaciones”, asegura. Ella fue la invitada internacional en la edición XIV de Ibagué Negocios & Moda 2024, que reunió a empresarios, diseñadores de moda y compradores nacionales e internacionales en días recientes.

Allí presentó ‘Munay’, su colección de novias, que en quechua significa amor y celebra a la mujer mágica, que honra sus raíces ancestrales y se siente conectada con la naturaleza. Su propuesta con toques mayas e incas, crea un look fresco, etéreo, inspirado en lo divino y lo místico, perfecto para quienes sueñan con dar el ‘sí quiero’ en la playa.

Elegir el vestido de matrimonio no es tan fácil, por eso los diseñadores comparten estas recomendaciones para hacerle la tarea más sencilla y divertida:

Conecte con su diseñador(a). Es básico que quien diseñe su vestido “tenga en cuenta su gusto, lugar (si es cálido, templado o frío) y momento de la boda (hora del día), así como la silueta que más se ajusta a su figura para que el modelo elegido la haga lucir más hermosa ese día”, dice la mexicana Monyk Arreola, diseñadora de vestidos de novia.

Busque su ajuar con libertad. Asegúrese de cada elección suya exprese quién es usted realmente, agrega Beatriz Camacho. Desde el look de pre-boda hasta el segundo cambio durante la ceremonia, cada diseño debe estar pensado para acompañar a la novia en su trayectoria.

Exalte su individualidad. Es lo que les aconseja la diseñadora de ropa masculina Lina Cantillo. “Sean ustedes mismos durante el proceso de selección de su traje. Usen lo que realmente les gusta, que los haga sentir cómodos y especiales en uno de los días más importantes de su vida”.

Conozca el estilo de la boda. Esta es una de las recomendaciones de la holandesa Suitsupply, distribuida por Grupo Klasiko Colombia. Cada matrimonio es diferente, por eso tenga en cuenta que el código de vestimenta puede variar desde lo más formal hasta lo semiformal o incluso relajado. Asegúrese de que su elección se alinee con el tono del evento y le permita lucir sofisticada.

Si hay un código de vestuario, respételo. Pero asegúrese de llevar un traje que lo(a) diferencie de los(as) invitados a la boda. Recuerde que usted es el protagonista de ese día especial.

FLOR NADYNE MILLÁN MUÑOZ - PARA EL TIEMPO