Recomendaciones clave en caso de sismos: medidas de seguridad y datos relevantes sobre este fenómeno natural

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (SSN) ha emitido una serie de recomendaciones destinadas a salvaguardar la integridad de las personas durante un sismo.

Entre las principales indicaciones, se destaca que quienes se encuentren dentro de un vehículo deben detenerse inmediatamente, salir del mismo y buscar un lugar seguro, alejándose de edificios, árboles y postes de luz. Estas pautas buscan reducir los riesgos asociados a los efectos de los movimientos telúricos, que pueden variar desde leves temblores hasta devastadores terremotos.

Un sismo, también conocido como movimiento sísmico, es la liberación brusca de energía acumulada en la corteza terrestre, generalmente causada por el desplazamiento de las placas tectónicas. Este fenómeno genera ondas sísmicas que se propagan por el subsuelo y alcanzan la superficie, provocando vibraciones con diferentes intensidades. 

Es importante diferenciar entre los términos utilizados para describirlos: un "temblor" alude a movimientos leves que no generan daños significativos, mientras que un "terremoto" se refiere a eventos de mayor magnitud que pueden ocasionar graves destrucciones y pérdidas humanas.

En espacios cerrados, como un supermercado, el SSN recomienda mantener la calma, colocarse bajo un elemento firme o junto a él, y evitar permanecer cerca de góndolas o estanterías que puedan derrumbarse. También sugiere buscar puntos de protección sísmica señalizados dentro del recinto. En caso de cortes de energía eléctrica, se deben utilizar linternas, evitando fuentes de fuego como velas o fósforos, ya que podrían desencadenar explosiones si hay una fuga de gas.

La región del "cinturón de fuego" del Pacífico, donde se encuentran países como Chile, Japón y Estados Unidos, es una de las zonas más activas sísmicamente del mundo. En Estados Unidos, la costa oeste, incluyendo California, Alaska y Hawái, presenta un alto riesgo de terremotos. 

Según un estudio reciente del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), cerca del 75% del territorio estadounidense podría experimentar terremotos significativos en el futuro. Ciudades como San José, Vallejo y San Diego, en California, están particularmente expuestas debido a la presencia de fallas geológicas en sus territorios.

El sismo más fuerte registrado hasta ahora ocurrió el 22 de mayo de 1960 en Valdivia, Chile. Este evento alcanzó una magnitud de 9,5, siendo el más potente registrado en la historia. Sus efectos incluyeron erupciones volcánicas y un tsunami que impactó no solo las costas chilenas, sino que también cruzó el océano Pacífico, afectando a Japón, Hawái y Filipinas. Este terremoto dejó un saldo de al menos 2,000 víctimas fatales y más de dos millones de personas afectadas, demostrando el devastador impacto que puede tener un fenómeno de esta magnitud.

Para medir estos eventos, existen diferentes escalas. La escala de Richter, desarrollada en 1935, fue durante mucho tiempo la herramienta estándar para determinar la magnitud de los sismos. Sin embargo, ha sido reemplazada por la escala de magnitud de momento, introducida en 1979, que permite medir con mayor precisión terremotos más potentes. Por otro lado, la escala Mercalli Modificada se utiliza para evaluar la intensidad de un sismo, enfocándose en los efectos visibles en el terreno y las construcciones.

La preparación y el conocimiento sobre cómo actuar en caso de un sismo son esenciales para reducir riesgos y salvar vidas. Instituciones como el SSN continúan trabajando en la difusión de estas medidas, fundamentales en regiones propensas a estos fenómenos naturales.