Andina y Caribe, las dos regiones que muestran mayores niveles de intervención humana, de acuerdo con el Ideam

Entre 2018 y 2020 Colombia ha experimentado cambios significativos en su paisaje, con la transformación de 6,2 millones de hectáreas, lo que representa el 5,46 por ciento del territorio nacional. Los mayores impactos se han observado en la Orinoquía y en los bosques del país, que han sido reemplazados principalmente por pastos y otras actividades agropecuarias, alertando sobre la pérdida de ecosistemas clave.

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Este es uno de los anuncios hechos en el lanzamiento del Mapa nacional de coberturas de la tierra 2020, uno de los productos del proyecto “Coberturas de la tierra y mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero para la acción climática”, iniciativa liderada por Ideam, Ecopetrol, a través del Instituto Colombiano del Petróleo y Energías de la Transición (Iet), y la Fundación Natura.

Con esto se busca actualizar a nivel nacional cada dos años la cartografía de coberturas de la tierra, integrando inteligencia artificial (IA), mejorar métodos estándares para cuantificar Gases de Efecto Invernadero (GEI) y estimar el potencial de mitigación de reducción de emisiones en los ecosistemas priorizados (bosque andino, bosque de galería, manglares, herbazales y humedales).

“Es motivo de gran satisfacción entregarle hoy a Colombia una lectura de nuestra realidad ambiental a través de una nueva versión del Mapa, que tiene como objetivos cuantificar, hacer seguimiento periódico y disponer información sobre las cubiertas terrestres, para su uso en estudios de carácter nacional o regional. El próximo año el Ideam entregará la capa de coberturas de la tierra para el año 2022 e iniciará la actualización para 2024”, manifestó Ghisliane Echeverry, directora general del Ideam.

En el nuevo mapa también se identifican las regiones que han visto transformados sus paisajes en mayor y menor medida. En ese aspecto, la Amazonía y la región Pacífica se destacan como las regiones más conservadas en términos de cobertura natural estable. 

En la Amazonía, el 91,11 por ciento del territorio ha mantenido sus coberturas naturales estables durante el periodo 2018-2020, mientras que la transformación de coberturas naturales a intervenidas por los seres humanos, como áreas agropecuarias y urbanas, representa solo el 0,94 por ciento del área total. Por su parte, en la región Pacífica, el 88,41 por ciento del territorio ha conservado sus coberturas naturales, con un 0,98 porciento de transformación, debido principalmente al aumento de la minería a cielo abierto, concentrada en la zona norte de la región.

En contraste, son la región Andina y Caribe las que muestran mayores niveles de intervención humana con mayores proporciones de cobertura antrópica estable (donde hacen presencia poblaciones y actividades humanas). La Andina presenta un 51,6 por ciento de su territorio con coberturas naturales estables entre 2018 y 2020, con una transformación de 1,34 por ciento a coberturas antrópicas. Este cambio duplica las áreas en recuperación, donde las coberturas antrópicas están volviendo a ser naturales, alcanzando un 0,52 por ciento. 

En la región Caribe, solo el 38,57 por ciento del territorio ha mantenido sus coberturas naturales, mientras que el 2,96 por ciento ha sido transformado a usos agropecuarios y urbanos. 

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Por su parte, la Orinoquía presenta una mayor dinámica de transformación y recuperación, lo que indica un área en proceso de cambio significativo. Esta región presentó un 73,72 por ciento de su territorio en el que se mantienen las coberturas naturales estables entre 2018 y 2020. La transformación a coberturas antrópicas abarca el 3,11 por ciento del territorio, lo que convierte a esta región en la que más ha cambiado en el periodo mencionado.

Como parte del proyecto en el que se construyó este nuevo mapa, también se está actualizando la cartografía relacionada con coberturas y se está incorporando tecnologías de punta como la Inteligencia Artificial en la elaboración de documentos, para obtenerla de forma más oportuna, lo cual se verá reflejado a partir del mapa 2024. El mapa de coberturas es liderado y consolidado por el Ideam, con reportes de información de Instituto Sinchi y Parques Nacionales Naturales de Colombia.

“Esta es una poderosa herramienta, que nos permite entender las dinámicas de biodiversidad, cambio en el uso del suelo y hacer planeación territorial del país, entre muchas otras cosas. Estamos trabajando en la elaboración de los mapas de los años siguientes y en la incorporación de herramientas como el uso de inteligencia artificial para hacerlo de una manera más eficiente y efectiva. Así entendemos nuestro país, nuestros ecosistemas y las posibilidades que tenemos de liderar procesos de descarbonización a través de la naturaleza”, asegura Julio César Arboleda, investigador del Iet de Ecopetrol.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE