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Investigación
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El crimen en lujosa ‘discoteca Dubái’ que puso en la mira a los nuevos 'amos de la mafia' en Cali
FBI y DEA rastrean a 10 narcoempresarios invisibles que mueven droga en vuelos comerciales por San Andrés.
El crimen en la discoteca Dubái ocurrió el 11 de noviembre de 2023. Foto: Archivo particular
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Varias cajas con frutas y verduras empezaron a ser abandonadas en la vía que de Cali conduce al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en Palmira (Valle) con etiquetas que decían ‘Destino, San Andrés’.
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De inmediato, el fenómeno llamó la atención de agentes de la DEA y del FBI que ocupan una discreta oficina en la terminal aérea y que ya tenían en la mira a un empresario de espectáculos al que algunos llamaban ‘el amo del Bonilla’.
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El crimen en Dubái
Crimen discoteca Dubai Foto:Redes Sociales
El hombre, de 50 años, había quedado referenciado cuando lo vincularon con una ostentosa discoteca ubicada en el sector de El Poblado, en Medellín. Por el lujoso local, de dos pisos y varios ambientes por donde desfilaron cotizados artistas nacionales e internacionales y el venezolano Juan Luis Cardozo Vásquez, de 34 años.
A pesar del éxito del cotizado rumbiadero estrato 6, este cerró sus puertas meses después de que un sicario asesinara a Cardozo Vásquez cuando se encontraba debajo del letrero de entrada de la discoteca, acompañado de un nutrido grupo de personas.
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Lo que sí quedó abierta fue la investigación sobre el extraño abandono de las cajas con comida fresca.
Su rastreo les permitió a autoridades colombianas y de Estados Unidos identificar a una poderosa red de narcoempresarios que envía cada 15 días y desde hace varios años cerca de 1.500 kilos de cocaína de alta pureza a San Andrés, mimetizados en cajas de verduras, frutas y abarrotes, con la complicidad de altos oficiales en la Policía e incluso con el conocimiento de de la Armada Nacional.
Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, Palmira. Foto:EL TIEMPO
Uno de esos empresarios –que aún no ha sido vinculado– está ligado a una vieja casta mafiosa de Cali que en Estados Unidos creían que ya estaba retirada del negocio ilícito.
Este diario tuvo al expediente clasificado del caso en el que se asegura que el llamado ‘amo del Bonilla’ es Jorge Hernán González Ortiz, nacido en Buga y quien hoy permanece en una celda de la cárcel Pinellas County en Tampa (Florida) a la espera de que le lean una benévola sentencia en marzo próximo.
EL TIEMPO investigó y estableció que, además de la cercanía con uno de los socios de la discoteca Dubái en Medellín, un cargamento incautado el 29 de julio de 2023 en San Andrés terminó conduciendo a los investigadores hasta González Ortiz.
En una minuciosa requisa, se encontraron 1.528 kilos de cocaína de alta pureza ocultos en 5 toneladas de mercancía que llegaban a la isla y que alcanzaron a pasar los primeros filtros de seguridad.
La confesión
La incautación fue de 1.5 toneladas de cocaína. Foto:Archivo particular
“Dos de la Policía que estaban custodiando el cargamento contaron que era una de las narco-remesas que llegaba los miércoles, cada 15 días, desde Cali. Que el dueño de la ruta en Colombia era Jorge Hernán González Ortiz y el transportador Carlos Andrés Aldana Gil”, le dijo a EL TIEMPO uno de los investigadores del caso.
Y agregó que González Ortiz –reconocido empresario de espectáculos y socio de una cadena familiar de restaurantes de comida popular de Cali– fue el primer cabecilla de la red transnacional en ser capturado.
Tal como lo reveló EL TIEMPO, al empresario en Colombia no le registran antecedentes judiciales, pero la Fiscalía de Estados Unidos ya le venía siguiendo la pista a él y a los movimientos financieros de sus empresas. Por eso, ya le tenía lista una acusación.
Jorge Hernán González Ortiz, el capo invisible condenado en Estados Unidos Foto:Archivo particular
Además de la línea de restaurantes de comida popular, se chequea una agencia de turismo ubicada en Palmira (Valle) en la que figura Carlos Andrés Aldana Gil, el socio de González Ortiz.
Autoridades indagan si a través de vehículos de esta firma se movía parte de la cocaína por carreteras del Valle, antes de ser ingresada al Bonilla Aragón.
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Allegados a González Ortiz que accedieron a hablar con este diario aseguraron que la familia no estaba enterada de sus andanzas y que el negocio familiar no tiene nada que ver en la investigación.
Además, que la empresa de espectáculos que tenía con su hermano ya entró en liquidación, siguiendo los pasos de la discoteca Dubái.
Rosbi, el hondureño
El cargamento l camuflaban en cajas de frutas. Foto:Archivo particular
Sin embargo, agentes federales le dijeron a EL TIEMPO que no es cierto que González Ortiz vaya a afrontar una cadena perpetua como se ha venido diciendo.
“Los acuerdos con Colombia no lo permiten y, además, con el señor González cayeron 500 kilos de coca y el organigrama completo de toda la estructura mafiosa transnacional”, explicaron.
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En efecto, semanas después de la captura del llamado ‘amo del Bonilla’, autoridades detuvieron a un empresario hondureño, conocido como ‘Rosbi’ que vivía en Cali con documentos colombianos falsos.
Este fue señalado como el hombre que movía la droga desde San Andrés en lanchas rápidas hasta Honduras para después distribuirla en Estados Unidos.
La droga salía de Cali a San Andrés. Foto:Melissa Múnera Zambrano
Su paradero se desconoce, pero EL TIEMPO estableció que el ‘amo del Bonilla’ permanece en una celda de la cárcel Pinellas County, en Tampa, a la espera de que se le lea su sentencia en marzo próximo.
Allegados al empresario González Ortiz creen que la condena no va a superar los 8 años de cárcel.
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De hecho, ahora se espera una segunda fase de esta investigación que va en contra de oficiales de la Policía, incluidos coroneles activos, que eran sobornados por esta red transnacional.
Los narcoempresarios
EL TIEMPO investigó y estableció que varios de ellos fueron trasladados mientras avanzaban las investigaciones. Pero ya saben que los están monitoreando.
“El grupo de narcoempresarios invisibles hace millonarias colectas para comprar la droga, enviarla a San Andrés y pagar jugosos sobornos”, le dijo a EL TIEMPO uno de los investigadores del caso.
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Y agregó: “En la nómina de esta red hay incluso de la Armada que acceden a apagar rastreadores navales por 45 minutos para que pasen las lanchas rápidas a Centroamérica sin ser detectadas”.
En la cárcel de Pinellas County permanece Jorge González Ortiz Foto:Archivo particular
De hecho, se está rastreando a funcionarios de seguridad de Bonilla Aragón que recibían pagos para que desviaran las cámaras de seguridad de las puertas externas del aeropuerto.
“También contrató y pagó a los conspiradores responsables de alterar los manifiestos de carga, así como a los conductores de los carros de equipaje que cargaban las drogas en aviones comerciales”, señala un informe del FBI sobre el caso.
En cuanto a los narcoempresarios, este diario estableció que uno de los financistas de la red mafiosa es el heredero de un viejo capo de Cali que tuvo poder político, económico y sicarial en los años 90.
Desde esa época hay un pacto de que la mafia de esa región del país maneja las narcorrutas que salen por San Andrés, mientras que los narcotraficantes paisas vienen manejando Cartagena y Santa Marta.
Estas son algunas de las as de cocaína de la red de González Ortiz. Foto:Archivo particular
Y por los sellos que traían las as de cocaína recuperadas –el ícono de Apple, un conejo y el número 08– ya se sabe cuáles son las estructuras mafiosas vinculadas en este caso.
Según los acuerdos de culpabilidad y otros documentos judiciales a los que EL TIEMPO tuvo , se sabe que la red funciona desde 2016.
Además, no se descarta que empleados de aerolíneas estén implicados.
“Ya se tienen identificados barcos en Nicaragua y Honduras que se encargaban de subir la cocaína colombiana a México y Estados Unidos”, señala la acusación contra González Ortiz, quien decidió aceptar cargos y entregar detalles de la narcorruta, a cambio de una sustancial rebaja.
Ya se tienen identificados 27 vuelos comerciales que despegaron desde Cali, por un total de al menos 43.000 kilogramos del alcaloide.
Ahora, el objetivo son los narcoempresarios invisibles y los oficiales de la Policía, al igual que las fortunas que alcanzaron a amasar durante siete años.
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