Ricardo Bonilla: ¿Por qué las explosivas declaraciones de su exasesora podrían significar un revés para la reforma tributaria del Gobierno?

La declaración de la exasesora María Alejandra Benavides ante la Fiscalía, en la que dijo que el ministro Ricardo Bonilla sabía sobre el direccionamiento de contratos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) para comprar votos de congresistas de la Comisión de Crédito Público, ha desatado una tormenta política que podría afectar las reformas del Gobierno en el Congreso. Si a esto se le suma el choque entre el presidente Gustavo Petro y Efraín Cepeda, jefe del Senado, las consecuencias para el Ejecutivo pueden ser definitivas a tan solo 15 días del receso legislativo.

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El efecto inmediato podría ser el final definitivo de la reforma tributaria con la que el Gobierno pretende recaudar 12 billones de pesos faltantes del presupuesto del siguiente año -que será emitido vía decreto- y que más allá de la situación de Bonilla, hoy no parece tener los votos. De hecho, el propio Cepeda afirmó que votará negativamente el proyecto en la Comisión Económica.

Para contrarrestar el golpe mediático que supone la declaración en contra de su ministro, el jefe de Estado señaló que Bonilla era “víctima de una trampa” y de la “actitud extorsiva” de del Congreso.

“Piden cupos indicativos a cambio de aprobar unos créditos que no van a la inversión pública ni de ricos ni de pobres, sino simplemente, para pagar las deudas de Duque, endeudándose otra vez, es decir con operaciones de ‘Roll Over’”, dijo para después afirmar que esto “era el diario vivir de los ministros de Hacienda”. “(...) no era investigado antes, se convierte en delito ahora; en virtud de la corrupción: transforman a la víctima en victimario”, añadió Petro, en lo que ha sido interpretado por varios sectores como un intento por normalizar la situación.

Bonilla también usó su cuenta de X para defenderse. Bonilla también usó su cuenta de X para defenderse. A través de un comunicado señaló que confía en poder "demostrar que eventualmente puedo cometer errores, pero no delitos".

“Enfrentaré las responsabilidades que las circunstancias determinen ante la sociedad y ante mis jueces naturales con dignidad y decoro”, afirmó el jefe de la cartera, quien también afirmó tener “respeto por el trabajo de la Fiscalía”.

Más allá de esta defensa, son varias las voces que piden la renuncia de un ministro que ya había sido mencionado por Olmedo López y Sneyder Pinilla, excabezas de la UNGRD. La duda que surge es qué impacto podría tener esta mención en la influencia del ministro en el Congreso, uno que ya hundió, de forma inédita, una de las responsabilidades que el presidente Petro le había asignado: el presupuesto del próximo año.

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“Sin duda, los escándalos de corrupción y las declaraciones de cercanos asesores del ministro Bonilla lo ponen entre la espada y la pared y le dan un menor margen de maniobra política en el legislativo, mientras crece de manera exponencial el control de la agenda, sobre todo de la que tiene que ver con presupuesto y financiación en manos de los que están más lejos del Gobierno Nacional”, señaló el analista político y fundador de la firma Orza, Gonzalo Araujo.

El analista prevé un escenario de bloqueo si el funcionario no renuncia y la posibilidad de que se le quite tiempo a las discusiones clave en el Congreso por la citación de debates de control político y moción de censura.

Carlos Arias, profesor de Comunicación Política de la Universidad Javeriana y analista político, no ve cercana una renuncia de Bonilla. “Desde una dimensión ética y moral, lo lógico es que el ministro renuncie para poder defenderse y no hacerle más daño al Gobierno, pero eso hoy parece improbable. No solo por la cartera que maneja, que hace parte del ejercicio estructural de Petro, sino porque al caerse el ministro se cae medio Gobierno. Bonilla no solo ha estado con Petro ahora, lo ha estado durante toda su carrera”, señaló.

Ahora, con respecto al impacto que puede tener este escándalo, afirma que el golpe reputacional puede ser definitivo de cara a 2026. “Eso es lo que realmente le importa al Presidente”, agregó.

Los analistas consideran que si la presión dentro del propio Pacto aumenta, el escenario de cara a la permanencia de Bonilla podría ser similar al de Carlos Ramón González, exdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia, quien, días después de publicar un mensaje similar al publicado por el ministro de Hacienda -incluso la imagen publicada por ambos en redes es similar-, renunció.

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González y Bonilla, así como la hoy imputada Sandra Ortiz, son los tres funcionarios que mencionan López y Pinilla en el entramado de corrupción por la entrega de sobornos a cambio de votos en el Congreso, que también involucra a funcionarios de rango medio y a nueve parlamentarios.

Por ahora, el ministro Bonilla está pendiente de eventuales avances de un proceso preliminar en su contra que ya hay en la Fiscalía, donde también hay casos contra el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y el exjefe de la Función Pública, César Manrique. 

CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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