El país está siendo testigo de una de las peores crisis morales, con un Gobierno donde la importancia ética parece ser lo único que no ha ingresado a la Casa de Nariño. Esto ha generado una erosión democrática evidente, al pasar de contar con asesores presidenciales a estar rodeado de asesores delincuenciales, que son importantes por lo que saben y no por su trabajo, arrastrando al Presidente a una vorágine de corrupción y desgobierno.
El ‘papá pitufo’ desnudó con maestría su Gobierno, evidenciando una desconexión total entre la realidad y sus fantasías, pero dejando claro, en vivo y en directo, la ineficiencia, la división y la falta de liderazgo.
En más de seis horas, el consejo de ministros demostró que el país está gobernado por ‘pitufos’. Utilizo esta analogía porque quedó claro que carecen de altura moral, y las decisiones tras bambalinas son tomadas por contrabandistas que financiaron la campaña, como lo demuestra la revista ‘Cambio’; por grupos al margen de la ley, denunciados en el ‘pacto de la Picota’; y por contratistas corruptos, quienes manejan el presupuesto de entidades como la UNGRD, la Aunap y otros feudos de corrupción que el Presidente ha entregado a sus aliados.
Mientras gran parte del país se ha centrado en la pelea mediática, se mencionaron entre líneas cosas muy graves. El director de la UNP, quien por su cargo tiene información muy sensible, vinculó a Benedetti con el zar del contrabando: “Me enteré de sus artimañas para que no cayera preso”. Esto es alarmante. Francia Márquez, por su parte, expresó que le duele que en este gobierno “se presenten tantos actos de corrupción”. Como señalaba Platón: “La decadencia moral en el liderazgo conduce a la degeneración de las formas de gobierno”.
Es tan evidente la decadencia y degeneración de este gobierno que, incluso entre ellos, se percibe el hedor insoportable de la putrefacción. Por eso, a través de renuncias han manifestado su incomodidad. Basándose en un informe que coincidió con la llegada de Benedetti a la jefatura de Gabinete, el presidente Petro reconoció que de 195 compromisos se han incumplido 146; es decir, nada menos que el 75 %. A poco más de un año para finalizar el periodo, esto es un desastre. El informe también reveló el fracaso de los ministerios: Educación ha incumplido el 95 % de sus compromisos; Minas, el 84 %; y Defensa, el 65 %.
Petro reconoció que de 195 compromisos se han incumplido 146; es decir, nada menos que el 75 %. A poco más de un año para finalizar el periodo, esto es un desastre
Otra alerta importante es que el Presidente no se refirió al colapso de la ‘paz total’ ni a la crisis del Catatumbo o a la crisis humanitaria en el Chocó, que vive su sexto desplazamiento masivo mientras otra parte de la población permanece confinada. Tampoco habló de la situación en el Cauca, Arauca y Guaviare. Esto se debe, al igual que en el Gobierno venezolano, a la necesidad de permitir la operación de grupos terroristas en el territorio para mantenerse en el poder. No debemos ignorar que informes del Departamento de Estado de EE. UU. señalan que el régimen de Maduro ha creado un ambiente propicio para que actúen disidentes de las Farc, el Eln y Hezbolá en Venezuela. Lamentablemente, estamos ‘ad portas’ de un segundo ‘pacto de la Picota’, más ambicioso para los delincuentes y más perjudicial para los colombianos, que permita a quienes están hasta el cuello una ventana de impunidad.
Es sumamente revelador que la ministra de Justicia, convencida de que ya no estaban en vivo, señaló: “Hoy está sintiéndose una inseguridad permanente, y los grupos armados se aprovechan de esa bondad del proceso de paz”.
Este gobierno de ‘pitufos’ olvida que la desintegración moral y la banalidad del mal, al ofrecer segundas oportunidades a cuanto delincuente los ha apoyado, están generando una profunda ilegitimidad ante toda la ciudadanía.
LUIS FELIPE HENAO