El ARC Simón Bolívar y el ARC Caribe son dos de las embarcaciones que participarán en la misión científica y cultural ‘Hacia el corazón del galeón San José’, que comenzó el 22 de mayo en Cartagena. Una misión que representa un cambio de enfoque en la búsqueda del galeón, tras cuarenta años de fantasías sobre tesoros y ambiciones propias de la narrativa colonial. Su inversión es de dieciséis mil millones de pesos en una alianza inédita entre la Armada Colombiana, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), y los ministerios de Defensa y Culturas, con la participación de la Agencia Jurídica de Defensa del Estado y el Ministerio de Ciencias.
Este esfuerzo empezó en septiembre de 2022, cuando el Icanh y la Armada, junto con la Dirección de Patrimonio, emprendieron una ruta para declarar al galeón San José como un área especial de protección arqueológica. Esta embarcación, hundida en 1708 en la zona de Barú, en aguas territoriales colombianas, es considerada una oportunidad única para investigar y reflexionar sobre los múltiples significados que encierra.
El 29 de mayo de este año, un grupo de científicos, antropólogos, historiadores, comunicadores, biólogos, ingenieros y marinos nos embarcamos hacia las aguas continentales de Colombia para observar cómo se ve el fondo donde yace el galeón, que zarpó del puerto de Portobelo el 28 de mayo de 1708, y al llegar a la bahía de Cartagena sucumbió al ataque de los ingleses en medio de las guerras coloniales del Caribe.
Lo primero que el observador de aquellas pantallas azules podría advertir es que el galeón también hace parte de una ficción y de la ficción nacional, y quien quiera que cierre los ojos, a lo mejor lo que imaginará será la silueta de un barco colonial, cargado de tesoros, que flota como un espectro intocado a seiscientos metros de profundidad. El fantasma del galeón aparecerá varias veces en la genealogía de los Buendía en ‘Cien años de soledad’, “encallado en la cordillera”, como un testigo de los delirios y de los ciclos de nuestra historia que no hacen más que repetirse.
Aquella mañana del 29 de mayo, a bordo de una de las embarcaciones de la Armada, lo que se observó no fue un galeón fantasmal, sino una superficie irregular, barrida por una cámara de alta definición para comprobar la estabilidad del pecio arqueológico. A una gran profundidad se encontraron piezas de vajilla china, anclas, jeringas, botijas, tinajas y fragmentos diversos, como restos de una antigua fiesta. No había un esqueleto maravilloso, sino un rastro silencioso de historia.
No había un esqueleto maravilloso, sino un rastro silencioso de historia
A pesar de las especulaciones de algunos empresarios interesados en el fracaso de esta misión, el lugar no ha sido expoliado ni tocado. Al contrario, el Gobierno del Cambio ha mantenido su compromiso con la protección del galeón San José. En enero de este año presentó el proyecto ante expertos en patrimonio arqueológico sumergido de varios países, incluyendo España, Colombia, Portugal y Argentina. En julio, más de trescientos niños y niñas, convocados por el programa Campus 48 del Ministerio de Ciencias, se reunieron en Cartagena para proponer ideas sobre la apropiación social del conocimiento e inspirar a más estudiantes colombianos a dignificar la cultura y la ciencia del país.
La nave podría convertirse en uno de los primeros patrimonios bioculturales de la humanidad, debido a la vasta flora y fauna que lo rodean y preservan. Según Alhena Caicedo, directora del Icanh, la misión busca reivindicar la diversidad de voces que están detrás de la historia del galeón, abriendo un diálogo entre Colombia y España, así como con pueblos indígenas como los de Bolivia, para reflexionar sobre el significado de un patrimonio compartido.
En octubre, una nueva travesía partirá hacia el galeón para tomar decisiones claves sobre la investigación. Mientras tanto, se adecúan laboratorios, se adquieren equipos ROV y se discute la museografía de un futuro museo. La misión navega con buen rumbo.
JUAN DAVID CORREA ULLOA
Ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes