SEÑOR DIRECTOR:
La oposición debería volver los ojos a los llamados de Juan Lozano, en su columna del 3-3-2025 en este diario, si quiere recuperar el poder en el 2026. Aunque las circunstancias actuales son diferentes, valdría la pena recordar aquellos años en los que grandes figuras del bipartidismo fundaron el Frente Nacional, opuesto a la dictadura rojista, en forma exitosa.
En el presente, dada la eclosión de candidatos, habría que buscar con lupa uno solo, carismático, no extremista, mas no de espaldas al pueblo raso, capaz de imponerse en las urnas. Luego, en el poder, sin pretender convertir el cobre en oro, rescatar lo reciclable, como la reforma agraria, aunque esto ya es harina de otro costal.
Mario Posada Torres
SEÑOR DIRECTOR:
La ciudad de Bogotá está en remodelación, con algo más de mil obras. Es esperanzador que en un determinado tiempo vamos a ver el efecto positivo de estos trabajos, que generan miles de empleos directos, así como de forma indirecta con la cadena de suministros de materiales, equipos y todo lo necesario para su construcción. Pero al ciudadano de a pie le cuesta entender por qué estas obras son eternas, con miles de millones de pesos en maquinaria en los diferentes frentes de trabajo, pero con un avance mínimo, un poco lento, que desespera a los ciudadanos.
Da envidia de la buena ver cómo en otros países la construcción de obras similares fluye rápidamente. En nuestro caso, no sé si será falta de planeación o que entre las mismas entidades distritales se pisan las mangueras. ¿Cuál es la explicación?
Ojalá todo salga muy bien para que los ciudadanos disfrutemos de estos proyectos después de la larga espera. Y que los macroproyectos continúen su desarrollo y sean obras para el bien de la ciudad, no iniciativas para provechos personales o políticos.
Gerardo Prada Ahumada
SEÑOR DIRECTOR:
En su columna del pasado 27 de febrero, el buen escritor y columnista de EL TIEMPO Juan Esteban Constaín refiere que para él los dos colombianos más famosos y universales han sido Gabriel García Márquez y Shakira; aunque al columnista no le falta razón, hablando de los connacionales que han enaltecido el nombre de Colombia, sin duda también podemos incluir en esta selección a otro ilustre colombiano: el pintor y escultor Fernando Botero.
Otra gran diferencia a favor de Shakira (que sin duda logrará llegar aún más lejos) y de Fernando Botero, que seguramente los hará trascender por muchos años, son sus notables gestos altruistas. Ella con su Fundación Pies Descalzos y su gran aporte a la educación de jóvenes de bajos recursos, y él con sus extraordinarias donaciones de obras, principalmente de su autoría, a museos de Medellín y Bogotá.
Es una lástima que de momento no exista una categoría de premio Nobel para la música, la pintura y la escultura, pues en esa nueva categoría Shakira y Fernando Botero serían grandes nominados, sumándose a otros nombres de la importancia de The Beatles y Joan Manuel Serrat, en la música, y Dalí y Picasso, en la pintura.
Eduardo Escobar Borrero