SEÑOR DIRECTOR:
Se cumplió un nuevo aniversario del magnicidio del líder Jorge Eliécer Gaitán, que desató una ola de violencia en Colombia y dejó semillas de odio. No se sabe ni se conocerán las causas y los autores intelectuales. Pero de allí partió un nuevo capítulo de nuestra historia política y social. Una historia que la juventud de hoy desconoce e, inclusive, muchos de nuestros políticos, que deberían entenderla.
Aquí han sido asesinadas las mentes más brillantes y valerosas. No solo Jorge Eliécer, sino Luis Carlos Galán, entre otros. Otro sería este país si estos dos líderes hubieran podido gobernar a Colombia. Por desgracia, la mezquindad, el odio, la corrupción y el deseo de poder han malogrado el futuro. Por favor, que se revise y se enseñe la historia.
José Francisco Piñeres
Sería un apagón vergonzoso
SEÑOR DIRECTOR:
Las llamadas energías alternativas son necesarias; por lo tanto, da indignación observar que algunos de los elementos que estaban en el proceso de instalarse en uno de los parques eólicos de La Guajira estén en riesgo de perderse.
Sería conveniente que el Gobierno Nacional investigara qué pasó realmente y se generen las correcciones pertinentes. El Ministerio de Ambiente debe generar resultados en tiempos convenientes para los proyectos pertinentes. La velocidad y persistencia de los vientos en La Guajira son fenómenos ideales para generar energía eólica.
El Cerrejón anunció una disminución de sus explotaciones y exportaciones de carbón, lo cual es lamentable. El carbón no solo es fundamental en la generación de energía térmica, sino que es materia prima en muchos procesos industriales y en la generación de acero. Con el carbón se puede generar gas, lo cual ayudaría a evitar su importación.
En verdad, sería una vergüenza que un país con recursos energéticos en todos los campos experimentara nuevamente un apagón.
Geólogo Orlando Forero Esguerra
Una ofensiva exportadora
SEÑOR DIRECTOR:
El país se enfrenta a una difícil situación causada por la “guerra” entre China y Estados Unidos y que puede llegar a una recesión económica a nivel mundial. Por otra parte, existen nuevas oportunidades para diversificar nuestra canasta exportadora. El problema es que el país está lejos de priorizar el que podemos ser un país con cultura exportadora y nuestro tímido proceso de industrialización nunca ha contado con la conciencia de que nuestro mercado es el mundo.
Por eso llamo la atención sobre la fiebre por las frutas exóticas colombianas y por los productos de añoranza en el exterior, que es una muestra del proceso de internacionalización que deberían intensificar el Gobierno, el sector privado y la academia, unidos para aprovechar claras ventajas comparativas como son: riqueza y diversidad de sus recursos naturales, estratégica situación geográfica todo el año, relativo mínimo tiempo de transporte a mercados internacionales estacionales, colonias latinas que añoran los productos tropicales, ventajas arancelarias, entre otras.
De otra parte, la comisión especial podría estudiar la posibilidad de establecer nuevamente un incentivo a las exportaciones.
David Guillermo Puyana Silva