SEÑOR DIRECTOR:
Ilegal, ilícito, muchas cosas son así aquí. Las palabras “economías ilegales” cubren mucho. Narcotráfico, contrabando, minerías ilícitas, etc. Y detrás de todo, violencia y muerte. El oro ilegal, como lo denunció este diario, es un tráfico gigante, que mueve billones, y es más bien silencioso pero perverso, porque de él se nutren los grupos criminales, que en este gobierno se han fortalecido, porque han abusado de las propuestas de paz.
El tráfico de oro es grave, además, porque es un crimen ecológico. Y no es fácil para las autoridades controlarlo, pues no está criminalizado como la coca. Pero es visible en las zonas donde se da, con maquinaria, que debe ser decomisada y no destruida, sino ponerla al servicio por el Estado para hacer vías y obras públicas. En todo caso, hay que perseguir todas estas economías ilegales, que tanto daño hacen.
Ángel María Aguilar
No burlarse del pueblo
SEÑOR DIRECTOR:
Cuando el pueblo le suplicó al Presidente que no destruyera el sistema de salud y que solo lo ajustara, ya que más bien que mal funcionaba y resolvía las necesidades de salud de la gran mayoría de los colombianos, este prefirió hacer oídos sordos e ignorarlo para imponer el que él creía que le beneficiaba políticamente. Las malas consecuencias no se han hecho esperar, y aun así, no da el brazo a torcer: sufra quien sufra o muera quien se muera. Pero cuando el Congreso le niega una de sus injustificables propuestas que le presenta al Legislativo, ahí sí convoca al “pueblo” (una minoría) para que salgan a las calles para crear en el imaginario una falsa teoría de que lo que él llama “pueblo” se ha manifestado en las calles a su favor o que posee un respaldo masivo que en realidad no existe. Si la voz del pueblo es la voz de Dios, utilizar al pueblo para estos fines, más que burlarse de él, es como hacer ante el Papa un juramento en vano.
Wadid Arana D.
Horacio Guarany, músico y escritor
SEÑOR DIRECTOR:
El 15 de mayo de 1925, hizo 100 años, nació en la población de Intiyaca, Provincia de Santa Fe, el gran cantor, compositor, militante político y escritor argentino Eraclio Catalín Rodríguez Cereijo, muy conocido con el apelativo de Horacio Guarany.
Fue considerado el cantante de folclor más importante de Argentina, lo que le mereció varias distinciones y condecoraciones del Gobierno de su país y otras naciones como Venezuela, México, Paraguay, España, en donde desde diversos escenarios dio recitales ante la multitud asistente.
Como compositor escribió La guerrillera, Milonga para mi perro y su máximo éxito de Si se calla el cantor, grabados en diferentes sellos fonográficos internacionales. Además, fue autor de libros como Las cartas del silencio, El loco de la guerra y Sepucay. Sin embargo, hay que destacar los problemas que superó por su militancia política, que lo hizo exiliar de su país durante las dictaduras militares que lo persiguieron.
En este centenario de Horacio Guarany, nada mejor que leer sus publicaciones y irar su obra folclórica, ejemplo de la literatura latinoamericana.
José Portaccio Fontalvo