El mensaje de Zelenski

SEÑOR DIRECTOR:

Zelenski emerge de este episodio como un líder firme y digno, defendiendo con valentía la soberanía de su nación. En contraste, la actitud de Donald Trump fue desatenta y prepotente, intentando condicionar el apoyo militar a Ucrania con exigencias estratégicas y económicas que rozaban el chantaje. Su postura convirtió la reunión en un acto de imposición y dominio, más propio de un autoritarismo disfrazado que de una verdadera alianza entre naciones libres.

Este episodio representa el choque entre el oportunismo y la resistencia digna, entre la ambición desmedida y la defensa inquebrantable de la soberanía. Zelenski, al mantenerse firme ante las presiones de Trump, no solo reafirmó la independencia de Ucrania, sino que se erigió como el símbolo moderno de la resistencia ante el despotismo. Demostró que la dignidad y la convicción pueden desafiar incluso a los actores más poderosos.

Quedó claro quién encarna la lucha por la libertad y quién quedó atrapado en su propio juego de intereses. Zelenski, con su postura inquebrantable, envió un mensaje al mundo: la libertad y la soberanía no se negocian, y ningún poder, por grande que sea, puede doblegar la voluntad de un pueblo.

La entrevista que Gustavo Petro le dio al diario español El País deja muchas inquietudes porque revela un presidente huérfano y apático que falló al querer hacer una revolución gobernando; que considera que ser un jefe de Estado genera una infelicidad absoluta, que rechaza el palacio donde reside porque está convencido de que allí habitan fantasmas; que se siente traicionado por su entorno y cree que todo el tiempo quieren influenciarlo; que le quieren dar un golpe blando y que se siente víctima del manejo que la justicia le ha dado al caso de su hijo.

Queda la sensación de que a nuestro primer mandatario no le gusta el cargo que ejerce y pareciera que no se presta para implementar su ideología. Dada, entonces, la falta de arraigo con el encargo es muy difícil que las promesas del gobierno del cambio lleguen a feliz término en lo que resta de la istración del señor Petro.

El necesario racionamiento de agua que por causa de una prolongada sequía viene sufriendo Bogotá desde abril de 2024 se inició con una frecuencia de 18 días que posteriormente se modificó a 9 días, periodicidad vigente en la actualidad. Sin embargo, aunque se anuncia que para lograr el ahorro de agua se suspenderá el servicio de acueducto, por sectores, en las frecuencias indicadas, por veinticuatro horas a partir de las ocho de la mañana, el horario solo se cumple parcialmente. En efecto, el corte comienza con puntualidad inglesa, pero el restablecimiento es incierto, puede ser entre tres y cuatro horas o más después del horario límite anunciado para el día siguiente. Esto perjudica a todos los suscriptores.

Conviene que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá revise los procedimientos de operación para la recuperación del servicio, de tal manera que los horarios se ajusten a los anuncios oficiales de la Alcaldía.