Cifras alarmantes

Señor Director:

EL TIEMPO hablaba en días pasados de cómo más de 900.000 niños y niñas en edad escolar están por fuera de las aulas. Es alarmante ver las cifras. En 2019 fueron 707.000 los menores desescolarizados, el 7,6 %, pero el número siguió creciendo hasta llegar a 808.000 en 2023, con el 9,5 %. En cuanto al índice de repitencia, en 2019 fueron 176.000 los estudiantes afectados (1,3 %), cifra que se incrementó hasta llegar a 725.000 en 2023 (8,1 %). Cabe destacar que la deserción viene creciendo más en los colegios públicos que en los privados.

Las grandes cifras de fuera del sistema educativo se explican por la violencia y el desplazamiento. Muchas familias tienen que huir de los campos para evitar que sus hijos sean reclutados por los violentos. Las economías ilegales, respaldadas por los grupos armados, tienen sometidas a las comunidades. Así que si las narcoguerrillas no acogen la paz, deben ser sometidas, pues el Estado de derecho debe prevalecer.

Además, para evitar la deserción el sistema debe ingeniarse la manera de hacer atractivo el ambiente escolar. Esto puede ser con deporte, cultura, artes, cursos extracurriculares, entre otras estrategias.

El presidente Petro, que por estos días anda en campaña presidencial, invitó a los colombianos a salir a las calles para apoyar sus reformas. Ojalá su citación no termine en un nuevo cerco a la Corte Constitucional, parecido al que le hicieron con la elección de la nueva fiscal.

En igual sentido se refirió el señor Gustavo Bolívar, también en campaña política. Pueda ser que no cite a la primera línea, porque en el año 2021, con la disculpa del estallido social, destruyeron varias ciudades.

Es muy delicado lo que está pasando en el gobierno del cambio; pareciera que ignoran la institucionalidad; ejemplo de lo anterior es que el ministro de Gobierno incurrió en desacato al incumplir la gestión los Presupuestos Máximos del sistema de salud.

Este año la ONU cumplirá 80 años de haberse fundado, de la cual hizo parte como miembro fundador EE. UU., junto con la antigua Unión Soviética y Francia, entre otros. La ONU se creó para mantener la paz, promover el progreso social, el desarrollo sostenible y los derechos humanos. En muchas de sus resoluciones se habla de transformar el mundo, buscando que los humanos puedan disfrutar de una vida plena y que el planeta sea una prioridad. Y se ha acordado un mundo sin pobreza, sin temores, sin privaciones y discriminaciones. Sin embargo, creo que las políticas del presidente Donald Trump, incluida la de darles visado a los ricos, van en contravía de esos anhelos. ¿Aguantará el mundo tantas arbitrariedades y locuras del mandatario?