En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El gran temor que despierta el regreso de los talibanes en Afganistán

El 16 de agosto se tomaron el palacio presidencial en Kabul. Hay incertidumbre y alerta en el mundo.

Una captura de imagen tomada de la televisión Al-Jazeera con sede en Qatar el 16 de agosto de 2021 muestra a  de los talibanes tomando el control del palacio presidencial en Kabul después de que el presidente de Afganistán voló fuera del país.

Una captura de imagen tomada de la televisión Al-Jazeera con sede en Qatar el 16 de agosto de 2021 muestra a de los talibanes tomando el control del palacio presidencial en Kabul después de que el presidente de Afganistán voló fuera del país. Foto: AFP / HO / AL JAZEERA

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
El pasado 16 de agosto, un día después de que el presidente Ashraf Ghani abandonó Afganistán y de que los talibanes tomaron el control de Kabul, miles de personas desesperadas se volcaron al aeropuerto Hamid Karzai intentando abordar vuelos para una salida de emergencia de territorio afgano.
Su intento por abandonar Afganistán había comenzado desde que se supo que los talibanes acechaban Kabul y que la caída de la capital era inminente. En especial, el temor se cernía sobre las mujeres, funcionarios públicos, académicos, periodistas y aquellos que trabajaron con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes. Los afganos temen el regreso de una era brutal para el país, marcado por el régimen talibán que estuvo en el poder entre 1996 y 2001 y que dejó un funesto historial en materia de derechos humanos.
“El retorno de los talibanes es un retroceso en términos de libertades y políticas de muchos sectores ciudadanos, pero especialmente el de las mujeres y niñas”, afirmó a EL TIEMPO Janiel David Melamed, doctor en Seguridad Internacional y docente del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte. “Se les tiene miedo por sus prácticas, por la forma en que interpretan de manera estricta y extrema el islam. Es un grupo que no representa a la totalidad islámica, pero particularmente es una minoría que tiene una interpretación muy extrema del islam”, agrega.
Es un grupo que no representa a la totalidad islámica, pero particularmente es una minoría que tiene una interpretación muy extrema del islam
El miedo y la desconfianza a los talibanes no es infundado. El surgimiento de la milicia talibán ocurrió en 1994 en Kandahar, en el sur de Afganistán, en torno al mulá Mohamed Omar y al amparo de Pakistán.
Los talibanes, cuyo origen de la palabra significa estudiantes (del Corán), estaban integrados originalmente por jóvenes de la etnia pastún —mayoritaria en Afganistán—, formados en las "madrasas" (escuelas coránicas), no tardaron en ganar adeptos al presentarse como garantes del orden y de la unidad de un país sumido desde hacía 15 años en un guerra ininterrumpida, tras la ocupación soviética entre 1979 y 1989, y luego una guerra civil.
“Fueron milicias muy violentas (...). Para hacerse con el control e imponerse al Partido Comunista afgano —por encima de los soviéticos— cometieron toda clase de abuso de derechos humanos contra la población que consideraban colaboradora del régimen soviético o del antiguo orden. Estamos hablando de un nivel de torturas muy grandes, de limitaciones sistemáticas, de una interpretación del islam muy intransigente en comparación con otras religiones frente a otras versiones del islam”, le dijo a este diario Mauricio Jaramillo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.

Un ascenso rápido

El ascenso de los talibanes fue relativamente rápido. El 27 de septiembre de 1996, entraron en Kabul, asesinaron a Mohamed Najibullah, presidente del Gobierno prosoviético, y en menos de dos años, en 1998, se hicieron con el control del 90 por ciento del país. Instalados en el poder, formaron Gobierno (solo reconocido por Arabia Saudí, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos) e impusieron sus propias leyes, caracterizadas por un excesivo puritanismo religioso y el atropello de los derechos humanos.
La milicia integrista prohibió a las mujeres trabajar fuera de casa, les impuso el uso del 'burka' (un velo que cubre cuerpo y rostro y solo deja una rejilla a la altura de los ojos), y cerró las escuelas femeninas.
Por su parte, los hombres fueron obligados a dejarse crecer la barba, se clausuraron los cines y se prohibieron la música, el ajedrez y los juegos de azar. El régimen también estableció la lapidación de los adúlteros, la amputación de manos a los ladrones, la flagelación a los homosexuales y la pena de muerte a los musulmanes afganos que se convirtieran a otra religión o invitaran a la conversión.
Foto de archivo sin fecha muestra al disidente saudí Osama Bin Laden en un lugar no revelado dentro de Afganistán.

Foto de archivo sin fecha muestra al disidente saudí Osama Bin Laden en un lugar no revelado dentro de Afganistán. Foto:Archivo AFP

“(...) El Afganistán de 1996 al 2001 fue un Afganistán que vivió en una época absolutamente oscura, sin ningún tipo de diversidad y con violaciones a los derechos humanos”, afirmó Jaramillo.
Fue justo la violación de derechos humanos la que hizo que la Comisión Europea, la ONU y otros organismos instaran al régimen a respetar las Convenciones internacionales. Pero fue la hospitalidad con el fundador y líder de la organización terrorista Al Qaeda, el saudí Osama Bin Laden, lo que precipitó su fin.
Tras los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses de Tanzania y Kenia, EE. UU. bombardeó supuestas bases terroristas en Afganistán y en octubre de 1999, el Consejo de Seguridad de la ONU dio un ultimátum al régimen para que extraditara a Bin Laden bajo la amenaza de embargo aéreo y sanciones financieras, que entraron en vigor un mes después.
Y fue la resistencia a entregar a Bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, la que provocó en octubre la intervención armada sobre Afganistán y el rápido derrocamiento del régimen integrista, que en noviembre sucumbía a la acción combinada de los bombardeos estadounidenses y la ofensiva de los antiguos "muyahidines".
Sin embargo, la insurgencia contra el Gobierno de Kabul y las fuerzas internacionales no cesó, y desde el comienzo de la invasión en 2001 —sustituida por una misión de entrenamiento en 2014— murieron en Afganistán más de 2.200 militares estadounidenses.
El fin de la ocupación de EE. UU. comenzó a fraguarse en Doha en febrero del 2020, cuando se firmó un acuerdo histórico entre Washington y los talibanes, que preveía la retirada de las tropas aliadas desplegadas en Afganistán —entre 12.000 y 13.000 efectivos— en 14 meses, y la liberación de 5.000 prisioneros talibanes y 1.000 de las fuerzas afganas.
Al menos 640 ciudadanos afganos fueron evacuados en un avión C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Al menos 640 ciudadanos afganos fueron evacuados en un avión C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Foto:EFE

A cambio, los talibanes se comprometían a no permitir que el suelo afgano volviera a convertirse en un santuario para grupos terroristas extranjeros que pretendían atentar en el extranjero, y aceptaban iniciar un diálogo de paz intraafgano. Pero el diálogo, que comenzó en septiembre de 2020 en Doha, apenas registró avances significativos.
El acuerdo de Doha de febrero de 2020 se firmó durante la istración de Donald Trump, y con la toma de poder en enero de 2021 del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, los planes de la retirada total de las tropas aliadas continuaron sobre la mesa, aunque se retrasó de mayo a septiembre de este año su finalización.
Fue precisamente el 1º. de mayo cuando comenzó oficialmente el inicio de la fase final de la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán, un proceso que coincidió con una rápida ofensiva de los talibanes, que en un avance inédito conquistaron gran parte del país sin apenas encontrar resistencia.
Esa ofensiva se intensificó el pasado 6 de agosto, con la toma de la primera de las 34 capitales de provincia del país, y poco más de una semana después, el 15 de agosto, los talibanes entraban en Kabul de manera incruenta, mientras el presidente Ghani abandonaba el país en secreto.

Incertidumbre

Poco después, con todo el país bajo su poder salvo la nororiental provincia de Panjshir, principal bastión contra la insurgencia, los talibanes proclamaron su victoria en Afganistán y pusieron fin a casi veinte años de guerra. Pero también profundizaron la incertidumbre en la que ya vivían los afganos.
Los talibanes nunca han ocultado lo que quieren: la resurrección completa de su emirato islámico, que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001.
Analistas como Jaramillo aseguran que su regreso al poder significa “el abandono de la idea de un Estado multinacional diverso, con equilibrios entre los diferentes grupos —que era un objetivo difícil, casi una quimera—, pero que era una propuesta desde la invasión de EE. UU.”
Pero no solo eso. El analista dijo que la vuelta de los talibanes también significa “el establecimiento de la sharía, un régimen que no separa lo religioso de los asuntos públicos y con pocas garantías especialmente para la minoría chií, que ha sido objeto de violencia histórica por parte de los talibanes”. Y agregó: “Obviamente, las mujeres ya se ven como un blanco del discurso cerrado y anacrónico de los talibanes”, que aseguraron que estas podrán trabajar y estudiar “bajo la ley islámica”.
Combatientes talibanes son vistos en la parte trasera de un vehículo en Kabul, Afganistán, el 16 de agosto de 2021.

Combatientes talibanes son vistos en la parte trasera de un vehículo en Kabul, Afganistán, el 16 de agosto de 2021. Foto:EFE

Las denuncias en contra de los talibanes ya han empezado a aparecer. La excapitana del equipo femenino de Afganistán, Khalida Popal, refugiada en Dinamarca, afirmó que en su país hay hombres armados que van de casa en casa en busca de enemigos del régimen, a pesar de las promesas del grupo islamista de trabajar por la reconciliación nacional y perdonar a sus adversarios.
"Los talibanes están llamando a nuestra puerta", dijo un ciudadano afgano que trabajó como intérprete junto a las fuerzas estadounidenses durante algunos de los años más sangrientos de la guerra de Afganistán.
Y para las mujeres el panorama también se vislumbra complejo. La familia de Popal, que vive en la ciudad de Herat (oeste), informó que a aquellas "que salieron a la calle les dijeron que se dieran la vuelta y regresaran a su casa, que no fueran a la escuela o que serían golpeadas".
Mientras tanto, y en medio de la incertidumbre para los afganos, desde EE. UU. hasta la ONU están evacuando a su personal de Afganistán. Y los llamados internacionales crecen para que los talibanes, que se comprometieron a “ser diferentes”, preserven “los derechos fundamentales de su pueblo", especialmente de las mujeres.
REDACCIÓN INTERNACIONAL*
Con AFP, Efe y Bloomberg

Sigue toda la información de Internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales