En Colombia están ocurriendo transformaciones que hasta hace poco parecían impensables, especialmente en territorios donde la conectividad se ha convertido en la llave que abre nuevas oportunidades. Uno de esos lugares es el resguardo indígena El Remanso, ubicado a 220 kilómetros, de Puerto Inírida, capital del Guainía, vía fluvial. Hasta hace dos años, esta comunidad de cerca de 500 habitantes permanecía desconectada del mundo digital. Hoy, gracias a una iniciativa de Claro —operador que instaló la primera antena 4G en la zona—, esa realidad ha cambiado por completo.
Desde la llegada del internet móvil 4G, las barreras que antes frenaban el desarrollo se han transformado en oportunidades. En el ámbito del turismo, por ejemplo, la conectividad ha permitido que los habitantes compartan con el mundo la belleza de su territorio, como los Cerros de Mavecure. Esta difusión, impulsada por la misma comunidad, ha despertado el interés de viajeros y ha dado pie a una nueva economía basada en servicios turísticos. El impacto es evidente: según el capitán Agapito, líder del resguardo, el número de visitantes pasó de unos 50 al mes a más de 5.000 al año.
Otro eje ha sido la educación. A través del programa de sostenibilidad Escuelas Conectadas Claro por Colombia, la compañía ha proporcionado internet gratuito, tabletas y pantallas para fortalecer los procesos de aprendizaje. Algunos niños incluso están aprendiendo inglés para comunicarse con los turistas. Así, además de potenciar la formación académica, el programa contribuye al cierre de la brecha digital en zonas rurales.
Como lo explica John Morales, gerente de Marca e Impacto País de Claro Colombia, “para cerrar esa brecha digital en la educación rural con programas como el de El Remanso, es importante llevar la conexión a esos lugares lejanos, como lo hizo Claro. Luego, hay que darles herramientas a las escuelas y estudiantes, como nuestra plataforma de educación virtual y gratuita Aprende con Claro. También es clave entender bien a cada comunidad y trabajar con ella para que el programa funcione de verdad”. En esa línea, se ha capacitado a los docentes en el uso de herramientas digitales, lo que ha permitido clases más dinámicas y una mejor apropiación del conocimiento por parte de los alumnos.
La tecnología también ha traído avances significativos en salud. Gracias a la implementación de la telesalud, es posible realizar consultas virtuales con especialistas. Antes, los pacientes debían desplazarse hasta Puerto Inírida; ahora pueden hablar con los médicos por videollamada, lo que reduce tiempos y costos.
Sin embargo, lo anterior no se debe únicamente a la llegada de la señal. Es el resultado de una visión integral que incluye el trabajo conjunto con la comunidad y procesos de alfabetización digital. Como señala Morales, “la llegada del internet de Claro a El Remanso es un paso fundamental, pero para que los servicios digitales sean realmente efectivos, se requiere un enfoque integral. Por eso, hay que acompañar estas acciones con capacitación. Esto incluye enseñar habilidades básicas como navegar en internet, usar el correo electrónico, acceder a información en línea y manejar aplicaciones relevantes”.
A nivel social, la conectividad ha abierto una ventana al mundo para que la comunidad comparta su cultura y estilo de vida. De hecho, tanto los artesanos como otros están usando esta herramienta digital para promocionar sus productos y servicios, generando ingresos y mayor visibilidad.
La evolución es real y comenzó con una conexión
“El desarrollo del proyecto tomó seis meses desde su planificación hasta la entrada en operación comercial. La fase más compleja fue la construcción de la torre de 80 metros de altura. Alimentar los equipos también implicó un reto importante, resuelto mediante un sistema de energía solar que utiliza celdas fotovoltaicas para proveer electricidad limpia al sistema”, explica Morales.
Pero uno de los mayores desafíos surgió durante la obra civil debido a las intensas lluvias que dificultaban el avance. Para no detener los trabajos, los equipos de instalación improvisaron carpas, usaron motobombas y plantas eléctricas e incluso llegaron a dormir junto a la obra. El transporte de materiales también representó un gran reto logístico, por lo que se movilizaron más de 300 toneladas de equipos y estructuras por vía fluvial.
Tras estos esfuerzos, el impacto se refleja en las cifras. En las últimas semanas, el tráfico de datos en El Remanso ha alcanzado los dos terabytes, lo que equivale al consumo de unas 250 películas en alta definición. Además, se registran cerca de 9.000 minutos de llamadas de voz por semana. Desde entonces, el uso de datos se ha multiplicado por siete respecto a la primera semana de operación de la antena, una señal clara de cómo la comunidad está aprovechando esta nueva posibilidad de comunicación.
La historia continúa
Con más de 700 sitios desplegados en los últimos años en zonas de igual complejidad, Claro reafirma su compromiso de seguir conectando territorios con su premisa: “Cuando la señal de Claro llega lejos, las personas también”.
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