Ante JEP, general Arias Cabrales habla de desaparecidos del Palacio de Justicia

Con reclamos de las víctimas por verdad sobre la desaparición de sus hermanos, padres, madres y esposos en la retoma del Palacio de Justicia, durante el 6 y 7 de noviembre de 1985, tras la toma que efectuó la guerrilla del M-19, comenzó la audiencia del general (r ) Jesús Armando Arias Cabrales ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

(Lea también: General condenado por desapariciones en Palacio de Justicia hablará ante la JEP).

“General Jesús Armando Arias Cabrales, cuéntenos, por favor, que hoy va a ser el día del cierre”, dijo una de las víctimas, que recordó que las familias llevan 37 años, dos meses y 12 días cargando su duelo y exigiendo la verdad sobre lo que pasó.

Esta audiencia es la última oportunidad que le dio la JEP al general Arias Cabrales, excomandante de la Brigada 13 del Ejército, para permanecer en la jurisdicción, luego de que ya hace varios meses le revocó la libertad condicional al considerar que no había cumplido con su compromiso de aportar verdad más allá de lo que ya se probó en la justicia ordinaria, en donde él tiene una condena de 35 años de cárcel por la desaparición forzada de 11 personas.

De hecho, al comienzo de la diligencia la magistrada Claudia Saldaña le advirtió a Arias que "la JEP le ha dado una oportunidad única y la última de hacer un aporte real a la verdad. Este aporte debe ir más allá de lo que se ha establecido en la justicia ordinaria".

(Más notas: 'Es inisible': víctimas reclaman a JEP por revisar condena de Arias Cabrales).

Durante de la diligencia se escucharon las voces de víctimas que, de un lado, le reclaman a Arias la verdad que él tiene por contar, como el oficial que estuvo a cargo de la retoma, lugo de la toma efectuada por la guerrilla del M-19; otras voces insistieron en la expulsión de Arias y el regreso de su expediente a la justicia ordinaria. 

"Señor Arias, hoy me pregunto cómo usted ha vivido casi 38 años con el conocimiento de lo ocurrido con nuestros familiares en cuanto a su retención, tortura y asesinato", le dijo al compareciente Sandra Beltrán, hermana de Bernardo Beltrán, quien trabajaba en la cafetería del Palacio de Justicia cuando desapareció.

También habló Débora Anaya, hija de Norma Constanza Esguerra, desaparecida en el Palacio, quien le dijo al general: "Las personas cometen errores, no vengo a juzgarlo, los errores ya están ratificados en sentencias, mis abuelos y todas las personas que han fallecido estamos esperando esa verdad".

Añadió: "Usted está llegando a una etapa de su vida en la que pronto partirá de la tierra y es momento en que nos diga qué pasó con nuestros familiares. Su jerarquía lo hace responsable, lo que pasó debajo de su mando usted debe asumirlo, la respuesta no puede ser que no tenía idea porque un fallo ya probó que sí sabía".

(Más notas: Cristo que sobrevivió a toma del Palacio de Justicia, declarado patrimonio).

Antes del receso para el almuerzo, Sandra Lucía Yepes, representante de la Procuraduría en esta diligencia, también le hizo un llamado al general: "Lo invito desde la Procuraduría a que honre su propia palabra y atienda este último llamado que le hace la JEP. Concilie su memoria y su consciencia y cuente todo lo que pudo de saber por la posición de mando que tenía".

Luego de un receso para el almuerzo, la magistrada Claudia Saldaña, directora de la diligencia, comenzó con algunas preguntas biográficas y de línea de mando a Arias sobre la vinculación del general (r) en el Ejército, su posición y funciones como comandante de la Brigada 13.

También preguntaron los abogados de víctimas sobre temas como el control sobre la Brigada pero además sobre unidades de Policía ese día de la retoma del Palacio. También le preguntaron si él entró a la Casa del Florero, donde fueron llevadas personas que salieron vivas del Palacio de Justicia pero que después fueron asesinadas y desaparecidas.

El general indicó que cada grupo tenía su misión y tarea en la retoma y que él no ingresó propiamente al interior de la Casa del Florero. El 6 de noviembre, dijo, se encontró "con el comandante del departamento de Policía en la puerta del museo (Casa del Florero), me informó que allí ya estaba el personal de inteligencia y yo no estuve dentro de la Casa del Florero sino que me fui a la Plaza de Bolívar a esperar la llegada de la unidades a las que se les había ordenado mover sus unidades allí".  Añadió que entre el 6 y 7 de noviembre de 1985 solo ingresó dos veces a la casa, pero no al interior sino al primer "para recibir unas llamadas telefónicas" con el comandante del Ejército.

(Más notas: Cuenta regresiva para extradición de hermano de Piedad Córdoba a Estados Unidos).

Preguntado sobre si en algún momento perdió el mando sobre la operación, el general (r) contestó que durante toda la operación fue el comandante de la Brigada, "ejercí el mando de esas unidades porque tenía la capacidad de estar con las unidades que participaron en el rescate del Palacio de Justicia a través de la cadena de mando y el oficial de operaciones".