Exclusivo: el ‘clan del Golfo’ y las explosivas revelaciones de sus crímenes en informe de operación Agamenón de la Policía

El ‘clan del Golfo’ busca ser reconocido con el nombre de ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (Agc) y asegura que quiere montarse al bus de la ‘paz total’, una de las banderas de gobierno de Gustavo Petro, pero, por otro lado, incrementa todo tipo de actividades delictivas. Esa es la principal conclusión a la que llegó la Policía Nacional a través del desarrollo de la operación Agamenón.

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Agamenón fue relanzada por instrucciones del presidente Petro, quien exigió resultados contundentes contra este grupo armado organizado: una red con cerca de 5.000 integrantes que, tras la captura (octubre 2021) de su máxima cabeza, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, “ha intentado afianzarse en los territorios mediante la diversificación de sus actividades ilícitas”, como se lee en un informe elaborado por la Policía Nacional sobre la situación actual de esta red criminal al que tuvo en exclusiva EL TIEMPO. 

En este se indica que las autoridades judiciales han concentrado sus esfuerzos en golpear los pilares que sostienen al ‘clan del Golfo’ y que la estrategia ha sido atacar su economía criminal, con la cual “financia su componente bélico, integrantes, logística y la subcontratación de grupos delincuenciales bajo el nombre del ‘Ejército Gaitanista de Colombia’ ”.

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Los analistas de la Policía reiteran que este nombre nace como “un idealismo político” para disfrazar “las actividades criminales; sembrando miedo y muerte en los territorios, marcando su presencia con grafitis, homicidios y extorsiones para intimidar a las comunidades”.

En la estrategia de golpear su pulmón financiero, la Policía resalta que desde el inicio del gobierno Petro (7 de agosto de 2022 a la fecha) se han incautado más de 40 toneladas de cocaína, lo que representa una pérdida aproximada de 300 millones de dólares. En febrero de este año se ubicaron 5,4 toneladas del estupefaciente que el clan escondía bajo tierra en zona rural de Necoclí, Antioquia. 

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De hecho, el clan es considerado como la red más grande dedicada al tráfico de cocaína en el país, por lo que la Policía de Colombia ha trabajado de forma coordinada a nivel internacional en países como Bélgica, España, los Países Bajos, Estados Unidos, entre otros; “neutralizando la distribución del alcaloide y así, las ganancias en más de 316 millones de dólares para los hombres de ‘Chiquito Malo’”, su actual jefe.

Paralelo a ello, en la operación Agamenón se han generado grupos élite para identificar a los ‘narcos invisibles’ al servicio del clan –esto con el apoyo de las agencias de inteligencia de Estados Unidos– y así ubicar bienes para aplicarles la extinción al derecho de dominio. Durante el presente periodo presidencial, “se han incautado más de 2.000 bienes, revelando intentos de lavar dinero del narcotráfico, utilizando el sistema financiero y comercial a través de hoteles, restaurantes, entidades comerciales, estaciones de servicio, entre otros”.

En el informe, la Policía reseña que estos bienes, que representaban cerca de dos billones de pesos para esta estructura, “ahora están bajo el control del Gobierno, debilitando aún más sus tentáculos financieros y operativos”.

La segunda fuente de financiación de este grupo armado es la minería ilícita, una actividad que, afirma la Policía, no realiza directamente, pero sí le genera significativos lucros, provenientes de la intervención en la cadena de extracción mediante la “apropiación de tierras, usurpación de títulos mineros, cobros por montajes de minas, uso de maquinaria amarilla y en la salida del oro de las zonas de extracción”.

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De hecho, la autoridad indica que estos cobros incluyen pequeñas extorsiones a los mineros artesanales, quienes deben pagar bajo amenazas hasta de muerte. En los operativos desarrollados por la Fuerza Pública se ha logrado la incautación de oro valorado en aproximadamente dos millones de dólares y la destrucción de maquinaria avaluada en veinticuatro millones de dólares.

Otra arista de la estrategia de Agamenón es frenar la “expansión criminal que viene fraguando el clan en diferentes zonas del país, como el Caribe, Llanos Orientales, Valle del Cauca, Eje Cafetero, el Pacífico y Antioquia”, documentó la Policía, a la que le preocupa la instrumentalización (reclutamiento) de niños, niñas y adolescentes, ya que bajo ofertas laborales los llevan a “la distribución de estupefacientes” y a ser sometidos a abusos que van desde “el tráfico de menores, violencia sexual, uso de las armas para enfrentar la Fuerza Pública y hasta ser fusilados porque no cumplen las órdenes o porque pretenden escapar”.

La Policía documentó que los hombres del clan vienen desarrollando dos modalidades para reclutar a los menores; el primero, “la presión a las familias, bajo diferentes hechos intimidatorios”, la segunda forma “es acercarse a instituciones educativas donde los seducen con la promesa de un pago y respeto”, y se aprovechan de sus bajos recursos.

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De igual forma, en el informe de Agamenón se alerta una vez más de que la dinámica criminal de esta organización ha trascendido fronteras hasta el punto de transformarse en un objetivo de los Estados Unidos, particularmente frente a la migración irregular. La semana pasada se ofrecieron recompensas –entre uno y 5 millones de dólares– para lograr la captura de los principales cabecillas que hacen presencia en la región del Darién y se lucran de los ciudadanos provenientes de Asia, África, Cuba, Venezuela y Haití, que se agrupan en los municipios de Turbo y Necoclí (Antioquia), esperando a ser transportados en lanchas, arriesgando su vida, hacia Panamá. En ese recorrido, víctimas han reportado violaciones, robos, agresiones y, en algunos casos, haber sido utilizados como mulas para el transporte de droga.

En lo corrido del gobierno Petro han sido capturadas 1.400 personas al servicio de ‘Chiquito Malo’, cuyo nombre de pila es Jovanis de Jesús Ávila, uno de los delincuentes más buscados hoy en el país. 

Para lograr su captura, las autoridades trabajan con las agencias de inteligencia de varios países aliados de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.

Redacción Justicia.

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