Son ya numerosos los gastrobares que el Grupo Altas Vistas ha abierto en Bogotá en los últimos años. Astoria, Bombay, Santorini, todos tienen en común el ambiente festivo, la barra de tragos –con cocteles de autor, por supuesto– y una propuesta de cocina que entra a complementar el conjunto. Sexy Seoul BBQ se sumó recientemente a este conjunto de ofertas de la noche, inspirado en los Korean BBQ, que están de moda en el mundo.
Lo interesante, en esta época de gastrobares, es que la comida dejó de ser un rio de este tipo de bares para compartir protagonismo con las bebidas y la fiesta.
“Sexi Seoul BBQ se inspiró en un concepto que les gustó a los socios en Miami –cuenta el chef James Restrepo, del grupo–. Están de moda los lugares frescos, con música urbana, buena comida y fusión asiático-latina. De la parte asiática, tenemos influencia tailandesa, coreana, cantonesa, japonesa. Hay muchos fermentos, picantes y mucha técnica. Sobre todo, trabajamos algo muy visual”.
La apuesta de comida de Sexy Seoul BBQ tiene varias fortalezas. Lo primero: aún causa sensación la parrilla coreana puesta en el centro de la mesa, lo que es ideal en una época en que la cocina también se ha convertido en espectáculo. Por eso resulta casi imposible llegar a este lugar y no probar uno de esos platos que exigen que el comensal ponga a cocinar él mismo algún bocadito.
Otra ventaja es el diseño de experiencias para compartir entre dos, cuatro o más, que se convierten en verdaderos banquetes, llenos de sabores diversos y que en el lugar llaman “las experiencias”.
Una de estas es la experiencia Nobu (diseñada para dos o cuatro personas), Bautizada así en honor al chef japonés Nobu, considerado el padre de lo que hoy conocemos como cocina nikkei.
Si bien existen platillos a la carta y uno puede llegar y pedir en la barra algún sushi o unas alitas al estilo coreano, la experiencia implica estar acompañado, tener apetito y sentarse a la mesa a comer.
Entonces llegan carnes y bocados de diversos sabores y texturas. La experiencia Nobu, para cuatro personas (de 450.000 pesos), incluye 320 g de corte New York importado, arroz chahan, tuna furaicoco, muu-daeng, papas tempura, ceviche cremoso de atún, seis ebi yaki, coliflor gratinado, así como espárragos nori, pan burger bao, cogollos de lechuga, kimchi, miel de tamarindo, salsa nampla y alioli nikkei.
Todo tiene sabor oriental y latino y va llegando a la mesa paulatinamente. La idea, dice el equipo de servicio, es que en una misma noche los comensales prueben un alto porcentaje del menú de Sexy Seoul BBQ. Otra de sus experiencias puede incluir hasta ramen al estilo latino.
Entonces empieza el desfile de platillos: carnes y langostinos para poner en la parrilla caliente, cerdo, ya preparado y cocinado y la lista de acompañamientos. El coliflor gratinado es una delicia, las papas tempura son una sorpresa. Dice el chef que las hizo así porque quería darles un toque crocante, sin acudir a la forma común de freírlas a la sa. Y de paso, les riega una salsa diferente.
De repente, la mesa se convierte en un alegre mosaico de platillos y salsas, rodeado de la experiencia de la noche: baile, música electrónica y urbana, la amistosa cercanía del staff, caracterizado para que el ambiente coreano les dé un toque de fantasía al lugar y los cocteles.
El chef Restrepo dice que la parrilla encanta. Pero se ha esmerado en hacer visible su experiencia previa al lado del chef peruano Mitsuharu Tsumura (de Maido, de Lima), en platillos fusión. El chef dice que buscó integrar en cada plato los diferentes sabores: salado, dulce, ácido, amargo y, además, la sensación de picor que a muchos les agrada.
Uno de sus hits es el ceviche avocado, hecho de mojarra y camarón en salsa acevichada cremosa, envueltos en aguacate, ají dulce y aceite de eneldo, de 38.900 pesos.
Los clientes también han recibido felices recetas como el bibim bap (un arroz salteado con guiso de cordero, vegetales, huevo, sweet chili, lenteja y mayonesa) y su propuesta de nori tacos.El chef explica que son un invento occidental, una búsqueda de hacer tacos con los ingredientes del sushi.
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LILIANA MARTÍNEZ POLO
REDACCIÓN DE CULTURA
@Lilangmartin