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¿Qué significa que una persona se toque la nariz al hablar, según la psicología? Puede ser más que un gesto casual

Tocarse la nariz al hablar puede ser más que un gesto casual y tiene múltiples interpretaciones.

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¿Qué significa que una persona se toque la nariz al hablar, según la psicología? Puede ser más que un gesto casual Foto: iStock

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El lenguaje corporal es una herramienta poderosa para interpretar emociones, pensamientos y estados internos. Uno de los gestos más comunes —aunque a menudo pasado por alto— es el de tocarse la nariz durante una conversación. Aunque muchas veces se considera un acto casual, la psicología y la comunicación no verbal sugieren que este comportamiento podría estar ligado a diversos factores emocionales, fisiológicos y evolutivos.
El gesto puede ser tan leve como un roce fugaz o tan notorio como frotar repetidamente la zona nasal. Para los especialistas en comportamiento humano, no se trata de una acción inocua. Estudios en psicología y neurociencia han revelado que detrás de este acto se esconden mecanismos cerebrales y emocionales complejos.
Nariz

En algunos casos, se trata  de un tic nervioso o un hábito gestual sin significado  profundo. Foto:iStock

Reacción al estrés o la ansiedad

Una de las explicaciones más frecuentes es que tocarse la nariz responde a una señal inconsciente de estrés. Cuando una persona se encuentra en una situación de tensión o nerviosismo, su cuerpo libera adrenalina. Esta hormona dilata los capilares nasales y puede causar una leve picazón, lo que lleva al individuo a tocarse la nariz como forma de aliviar esa molestia.
Según el psicólogo Paul Ekman, investigador pionero en microexpresiones, este gesto aparece con regularidad en personas que están incómodas o evasivas. En estos casos, se interpreta como una técnica de autocalma frente a un conflicto emocional.

¿Una señal de que se oculta algo?

Investigaciones realizadas por agencias como el FBI también han estudiado este comportamiento. Sus hallazgos indican que el gesto de tocarse la nariz puede estar vinculado al acto de mentir. La razón se encuentra en el aumento del flujo sanguíneo hacia la nariz cuando una persona no dice la verdad, fenómeno conocido como “efecto Pinocho”.
Sin embargo, los expertos aclaran que este signo no debe tomarse como prueba absoluta de engaño. Su valor real reside en el análisis del contexto y la combinación con otros gestos del lenguaje corporal.

El conflicto entre pensamiento y emoción

En otras ocasiones, el gesto puede manifestar un conflicto interno. Tocarse la nariz podría señalar que lo que se está diciendo no concuerda con lo que realmente se piensa o siente. También puede indicar rechazo, duda o una necesidad de ocultar una reacción emocional no deseada frente a lo que se está escuchando.
En contextos en los que el interlocutor se siente incómodo o expuesto, este comportamiento actúa como una señal de resistencia interna.
Conversar

Puede reflejar conflicto entre lo que se piensa y lo que se dice, o una reacción de rechazo o duda. Foto:iStock

Una barrera simbólica frente al entorno

Desde una perspectiva antropológica, este acto tiene raíces evolutivas. Algunos investigadores sostienen que cubrirse zonas del rostro, como la nariz, proviene de la necesidad ancestral de proteger órganos vitales en situaciones de amenaza. Esta teoría se apoya en estudios sobre primates, que tienden a cubrir su nariz cuando se sienten en peligro frente a otros del grupo.
En los humanos, esta acción podría funcionar como una especie de barrera simbólica ante conversaciones tensas o situaciones sociales que generan inseguridad.

También puede ser un simple hábito

No todas las veces que alguien se toca la nariz existe un trasfondo emocional profundo. En muchos casos, se trata de un gesto aprendido, repetido con frecuencia hasta convertirse en un patrón automático. Este tipo de tics pueden intensificarse con el cansancio, el aburrimiento o la costumbre de gesticular al hablar.
Los terapeutas señalan que este tipo de hábitos no necesariamente indican un problema emocional, pero sí pueden ser un reflejo del estado general del sistema nervioso.

El contexto lo define todo

Los especialistas en lenguaje no verbal insisten en que ningún gesto debe interpretarse de manera aislada. Tocarse la nariz puede tener significados distintos dependiendo de factores como la intensidad del movimiento, el momento en que ocurre, el entorno y la expresión facial que lo acompaña.
Por tanto, para que este gesto sea considerado significativo, debe analizarse dentro de un conjunto de señales corporales y verbales.
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Asocian el gesto con posibles intentos de mentir, por el llamado “efecto Pinocho”. Foto:iStock

Una herramienta para mejorar la comunicación

Conocer el significado potencial de este gesto permite tener una lectura más precisa de las interacciones humanas. Tanto en entornos profesionales como personales, identificar estas señales puede ayudar a comprender mejor las emociones del interlocutor y a responder de forma más empática y asertiva.
Tocarse la nariz al hablar no es un gesto cualquiera. Puede ser una respuesta fisiológica al estrés, una señal de conflicto interno, un intento de ocultar información o simplemente un hábito. Lo importante es observarlo con atención, sin apresurarse a sacar conclusiones, y considerar siempre el contexto global en el que ocurre. La psicología no ofrece una sola respuesta, pero sí invita a mirar más allá de lo evidente.
El Universal (México) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por El Universal, y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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