Edward Niño es un bogotano, de 35 años, que sobresale dentro de todos los habitantes que tiene la capital colombiana. A donde llega no pasa desapercibido. Es el centro de las miradas. Es, literal, uno en millones. Uno en miles de millones.
Edward mide 72,10 cm de alto y fue declarado, en mayo del 2020 por Guinness World Records, como el hombre vivo más pequeño del mundo con movilidad.
Su nacimiento
Nació en Bogotá el 10 de mayo de 1986. Fue el primer hijo de doña Nohemí Hernández y don Eliécer Niño. Después de él llegaron sus cuatro hermanos: Justin, Elmer, Eliécer y Miguel Ángel.
“Soy bendita entre los hombres”, dijo Nohemí, quien recordó que también dio a luz a una niña que murió siendo bebé por culpa de una neumonía.
Cuando nació, Edward midió 38 cm. Un par de años después, llegó a la familia Justin, con una altura de 52 cm. “Siendo recién nacido era más alto que Edward, quien quedaba perdido al lado del hermano”, comentó la madre de los Niños Hernández.
(Si nos visita desde la app de EL TIEMPO puede ver la foto aquí) El diagnóstico de Edward para su falta de crecimiento fue hipotiroidismo. “El médico nos dijo que eso afectaba la hormona del crecimiento de mi hijo”.
Después de muchos estudios, análisis, investigaciones, pinchazos de agujas, de llevarlo, de traerlo, Nohemí se cansó y confrontó al médico que estaba detrás del caso de su hijo.
“Le dije: ‘doctor, si hay solución para él, dígamelo, pero si están estudiándolo como conejillo de indias, no lo voy a permitir más’ Pensé que si Dios me lo dio así, que Dios obrara sobre él”.
El médico terminó por darle la razón: así que se llevó a Edward para su hogar, en Bosa Libertad, en el sur de Bogotá, y empezaron, ahora sí, a vivir… aunque no ha sido fácil.
La vida
Cuando inició la etapa escolar, conseguirle un colegio fue muy difícil: “No lo recibían por ser chiquis. Me tocó, prácticamente, ser su profesora”.
Insistiendo, lograron que lo recibieran en una institución educativa. Hizo la primaria en un colegio de Bosa, cerca de su casa. El bachillerato le tocó en el colegio Atanasio Girardot, ubicado en la localidad de Antonio Nariño, por lo que era necesario una ruta.
Los riesgos para Edward siempre estuvieron presentes y la rectora del Atanasio Girardot les sugirió sacarlo de la institución.
(Si nos visita desde la app de EL TIEMPO puede ver la foto aquí) “Hubo profesores que estaban pendientes de él, pero todos los días eran de preocupación: que lo hicieran caer, le pegaran… En Colombia no hay lugares para personas como Edward y por eso sólo pudo hacer hasta séptimo grado”.
Con el paso de los años, Edward ha aprendido a ser más independiente: se baña y se viste solo. Sus comidas favoritas son la bandeja paisa y la pasta. Le gusta dibujar, viajar (ha estado en Ecuador y en Argentina) y que lo atiendan. Es hincha de Atlético Nacional y no le gusta que lo interrumpan cuando juega su equipo.
Aunque conseguir trabajo es complejo para él, gana dinero con presentaciones para las que lo contratan y con participaciones en circos: en Ecuador, en el 2017, trabajó en uno durante 4 meses. Le agradaría tener un carro eléctrico, hecho a su medida que lo ayude a movilizarse.
“No hay proyección de empleo, apoyo, no hay prioridad, ni un lugar para ejercer trabajos y aportar. Son mínimas las oportunidades, por ejemplo, trabajar en un circo para poder sobrevivir, y no me parece justo”, puntualizó Nohemí.
(Si nos visita desde la app de EL TIEMPO puede ver la foto aquí) Es muy cercano a sus hermanos. Con quienes más comparte es con Eliécer, quien mide 1,90 metros, y con Miguel Ángel, quien mide 1,10 metros. Y Nohemí lo describe como un hombre tierno, tranquilo, sereno, que transmite paz.
En su vida también ha tenido problemas de salud: miopía, cataratas, muchos dolores en sus rodillas y piernas, sobre todo en la derecha, cálculos y debe tomar una droga de por vida: Tiroxina, para la tiroides.
Y ha estado en tratamiento psicológico, pues se ha sentido frustrado, con depresión, solo.
Récord Guinness
Según reposa en la información oficial de Guinness, Edward se convirtió, por primera vez en el hombre vivo más pequeño del mundo con movilidad, el 13 de abril de 2010.
Meses después, el 14 de octubre de 2010, Khagendra Thapa Magar, de Nepal, le quitó el título, con una altura de 67,08 centímetros. Después, el récord pasó a manos de Chandra Bahadur Dangi, también de Nepal y con 54,6 centímetros.
(Si nos visita desde la app de EL TIEMPO puede ver la foto aquí) Tras el fallecimiento de Dangi y Magar, el récord pasó a ser nuevamente de Edward, en mayo del 2020.
Lo que hicieron fue verificar, con el médico de cabecera de Guinness World Records, su estatura para certificarlo y entregarle un diploma. Con el reconocimiento, se le han abierto puertas y oportunidades para que lo llamen a trabajar.
“¡Utilizo mi sonrisa para conquistar el mundo! Siempre comparto mi gran sonrisa con todos; ese es mi encanto. Yo puedo lograr todo lo que me proponga. Todo es posible… El tamaño y la altura no importan. Lo que verdaderamente importa son los valores. Quiero que la gente me conozca por quien soy realmente: ¡pequeño en tamaño, grande en corazón!”, declaró Edward.
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Camilo Hernández M. y Alejandra Ospina Cordero
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