Un local estrecho y alargado. No más de cinco mesas. Un mostrador que funciona como un anzuelo: con frecuencia, los caminantes se detienen a contemplar el espectáculo de las empanadas diversas que allí se exhiben.
Y es bien sabido que una empanada –una buena empanada– casi siempre cae bien: a media mañana, cuando el desayuno estuvo escaso o cuando fue necesario tomarlo muy temprano; a la hora del almuerzo, cuando no hay tiempo para más; a media tarde, a manera de onces, y también a la salida del trabajo, antes de emprender el largo camino a casa. A los colombianos nos gustan mucho las empanadas. Las propias y las ajenas. Nos cuesta trabajo resistirnos. Y, muchas veces, las evitamos porque nos han recomendado tener cuidado con el exceso de fritos.
Al fondo de este local del que hablo hay un horno inmenso: eso es, un horno: de manera que las empanadas de Provenzal, que así se llama el lugar, no son fritas sino horneadas. Y uno puede ver mientras terminan de armarlas, mientras las alinean en las bandejas enormes, mientras hacen maromas para meterlas al horno, y al mismo tiempo mirar al cliente y contarle cuáles están disponibles.
Porque hay muchas empanadas en este lugar que originalmente ofrecía las típicas argentinas, con carne, aceitunas y uvas pasas.
Ahora, estas encabezan un largo listado de 16 tipos de empanada: algunas de ellas en realidad muy sabrosas, como la de berenjena, cebolla y queso o la de tocineta y ciruela.
Dieciséis tipos de empanada: difícil no dar en el gusto de casi todos. De los carnívoros, que pueden pedirlas de lomo, de carne molida sin más, de pollo, de atún, y las famosas empanadas chilenas, similares a las argentinas, aunque llevan huevo cocido y en su preparación la carne se baña en vino blanco.
Y también en el gusto de los vegetarianos. Además de la ya citada empanada de berenjena, maravillosa, están la de champiñón, la de cebolla y queso, la tradicional caprese y la de maíz y queso, entre otras.
Las empanadas llegan a la mesa con tres salsas para aderezarlas, y mientras uno disfruta la buena música del lugar y curiosea los posters que adornan sus paredes, el tiempo pasa y, sin saber a qué horas, uno termina probando más empanadas de las que pensaba.
Dónde y cuándo
Provenzal. Carrera 11 n.° 79-16, Bogotá.
Tel: (1) 2369882.
SANCHO
Crítico gastronómico