El encanto clásico del restaurante La Quinta Piano Bar

En la casa Kopp funciona este restaurante, con un menú pequeño pero cuidadosamente elaborado.

La Quinta Piano Bar, una casa construida en los años 20, alberga un agradable restaurante. Foto: Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

28.02.2019 20:20 Actualizado: 28.02.2019 22:36

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La Quinta Piano Bar se encuentra en los salones del primer piso de la célebre edificación conocida como Casa Kopp, construida en los años 20 en La Candelaria, en Bogotá, y adquirida en los 80 por La Gran Logia Colombiana.

En un espacio cuya fachada está resguardada por las imponentes imágenes de dos templarios –un aprendiz y un maestro– conserva la magia de las mansiones de su época, con sus paredes cubiertas de madera, techos altos y grandes espacios.

Acorde con esa estética, la oferta de restaurante de La Quinta Piano Bar tiene una carta que, aunque de pocos platos, puede considerarse clásica.

Pollo al mango en costra de coco, uno de los platos de La Quinta Piano Bar. Foto:Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

Hay churrasco, costillas de cerdo de la casa, salmón, chuletón, pollo y espagueti. Dice el chef, Fernando Londoño, quien venía de trabajar en clubes donde había menús de 60 platos, en los que muchos caían en el olvido. Por eso, quiso garantizar que cada comensal que asistiera a La Quinta Piano Bar tuviera una opción de cada proteína y un plato vegetariano, que vendría a ser la pasta con antipasto.

Por eso, escogió propuestas fácilmente reconocibles por el público, y a cada uno le dio un giro que viene marcado por especias, alguna variación en la salsa o forma de servirlo.

Es decir, un toque de la casa, que es como el sello de La Quinta Piano Bar, lo que los diferencia.

“Quisimos tener una oferta gastronómica de alta calidad y brindar cosas como la música en vivo”, añade Ramiro Muñoz, miembro de la logia y de la empresa A&C 52, al frente de la operación del restaurante y demás proyectos culturales.

El chimichurri del churrasco es el diferenciador en este plato. El chef dice que también le dio algún toque distinto a la salsa bernesa con la que acompaña su gran chuletón de 600 gramos (que tiene un costo de 33.000 pesos).

“A la hora de preparar costillitas de cerdo quisimos salirnos de la típica salsa barbecue –explica Muñoz–. Así que junto con el chef y los demás hicimos muchas pruebas hasta que llegamos a una salsa de romero y cerveza que no es dulce, sino refrescante”.

El salmón también fue objeto de una búsqueda especial. Querían para el filete algo que hiciera honor al público femenino, que es quien lo pide en su mayoría. Por eso idearon una salsa de miel y rosas.

De una receta de pollo relleno llegaron al pollo al mango, apanado, con escamas de coco deshidratado. Dice Muñoz que el objetivo era “una comida amigable para todos los públicos, como los de oficinas, universidades y bancos que están cerca”.

Los platos son abundantes, las salsas y guarniciones también son generosas y la mayor parte de salsas, aceites y encurtidos se hacen en casa. Estos últimos son un adicional. Si bien se usan en el plato de pasta, asimismo están disponibles como opción si algún cliente quiere hacer cambios en su acompañamiento.

Cada día hay un menú recomendado del chef, que por 18.000 pesos puede ofrecer desde solomillo hasta pollo relleno de setas y champiñones, con entrada y postre.

Tiene oferta de vinos italianos y también una propuesta para la tarde: quien quiere tomarse un café, una agua de a o comer algo más ligero, como empanadas y sándwiches, entre otros.

Un espacio cultural

Además de la cocina, La Quinta Piano Bar busca ser un centro de encuentros culturales. En la casa se han hecho exposiciones de arte, eventos del festival Sabor Candelaria y otras actividades, como sus ya reconocidas milongas de algunos viernes (la siguiente será el 22 de marzo).

Las próxima actividades son: una noche mexicana, con cata de tequila, mariachi y comida de ese país, el 15 de marzo; y una noche de salsa con música en vivo y muestra de baile, el 29 de marzo. Reservas en el WhatsApp 3138536815.