Los premios TAL (Televisión de América Latina) son como los Óscar para la televisión pública y ahí Colombia demuestra que es grande, poderosa y ganadora.
Señal Colombia ganó 4 con 'Entre fuego y agua', 'Zander', 'Dos pajaritos' y 'Secreto ancestral'; Capital con '
Frente al espejo' y 'Animalxs'; Canal Trece con 'Mesa para Trece';
TelePacífico con 'Escénica, cuestión de dignidad'; TeleAntioquia con 'El reino de hippo. Efectos y futuro de los hipopótamos traídos por Pablo Escobar';
Mintic con 'Natalia. Crimen y castigo'; Minciencias con 'Escarabajos, la ciencia detrás del ciclismo'; Canal del Congreso con 'Camino a la reparación'; y en televisión comunitaria Tea Producciones ganó con 'Calles de cristal'.
Estos 13 premios documentan la diversidad de canales que los producen y demuestran que, a pesar de los olvidos y usos propagandísticos de los canales públicos, sabemos hacer televisión de diversidad cultural, nos preocupamos por la niñez, intentamos los formatos y narrativas propias. La televisión pública saca la cara por nuestra tele. ¡Somos más que telenovelas! ¡Somos el país donde hacemos la mejor tele pública!
CARACOL GOLEA A RCN. La copa de la indignidad (bueno, el fútbol es la forma más moderna de la esclavitud y el fascismo). La misma señal, las mismas imágenes, locutores y comentaristas con igual gritería y ego. Resultado, Caracol gana. Explicación: la marca RCN tiene prestigio débil y el Gol Caracol se ha posicionado como donde se ve el fútbol de selecciones. Todo se debe al desafecto por los modos de informar del canal gaseoso.
LOS BRICEÑO. Llegó a las noches de Caracol, antes había estado en Netflix. La historia es divertida ya que se mete en el mundo de los camioneros, las carreteras, las familias del altiplano y los otros modos de ser mujer.
Una comedia fácil de ver, con una gran actuación del personaje femenino ‘la Chiqui’, que interpreta Katherine Escobar; coqueta, guerrera y, como toda mujer colombiana, lista pa’ las que sea. Por verla a ella, por disfrutar de Carmenza Gómez en su papel de matrona y a las otras mujeres vale la pena esta comedia.
En los papeles masculinos están César Mora en su rol de siempre y cuatro chicos que más que de Ubaté parecen gomelos de Chapinero, tal vez Toronja salve la patria masculina, de resto poco que ver y gozar.
Esta comedia debería llamarse Las Briceño porque ellas son las protagonistas. Ellas llevan el peso de la historia y lo que se narra es cómo una mujer, Cecilia ‘la Chiqui’, nacida en una familia dedicada a manejar tractomulas, es capaz de romper todos los esquemas y salir victoriosa en medio de un ambiente machista como es el de los muleros. El machismo se sigue viviendo en el título.
La torpeza aparece en la hora de la programación. Esta es una comedia como de las 8 de la noche y la ponen a la hora del sueño, luego pierde su encanto. A esa hora, reír cuesta mucho.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
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