37 obras de circo, títeres, fuego y acrobacias llegarán con FIAV Bogotá

Ángeles pedaleando hacia el cielo al ritmo de una ópera envolvente, soldaditos de plomo que girarán alrededor de un acróbata en el firmamento bogotano, saltimbanquis en zancos con patines, cirqueros que iluminarán la noche con fuegos multicolores, muñecas gigantes que caminarán por entre el público, bailarines de ritmos urbanos y los tradicionales cuentos infantiles adaptados a nuestra realidad, donde el lobo es un terrateniente sin escrúpulos que quiere desalojar a tres cerditos: uno vallecaucano, el segundo costeño y otro cundiboyacense son parte de la programación que ofrecerá el FIAV Bogotá para toda la familia desde el viernes 4 de octubre y durante 11 días.

Obras colombianas, pero también de Francia, Bélgica, Brasil, Corea del Sur, Nueva Zelanda e Irlanda. Su objetivo es regalarles a los más pequeños, a sus papás, abuelos y a combos de amigos espacios donde puedan seguir soñando y ofrecerles a los habitantes de esta ciudad trepidante y convulsa la oportunidad de visitar lugares imposibles.

Erika Ortega, directora y dramaturga de la obra Malsano (Compañía La Ventana Producciones), que combina teatro, acrobacias, música y danza para contar una historia de violencia psicológica, explica la importancia de entregarle al público espectáculos donde se utilice el cuerpo como lenguaje: “En este tipo de obras el espectador puede construir imaginarios que van más allá de lo que se dice, las conexiones son libres, hay más interpretación. El cuerpo es una herramienta maravillosa porque no tiene límites y porque es un lenguaje universal. Ahí está su riqueza”.

Para Juan Carlos Agudelo, intérprete de la obra Efímero (de La Casa del Silencio), que cuenta su historia de manera silente y crea con el cuerpo y los objetos sus imágenes, el suyo “no es un lenguaje hermético sino que busca abrir la expresividad y tocar la esencia del espectador. En Bogotá, una ciudad tan ruidosa, es un lenguaje necesario que te invita a detenerte. Estos festivales permiten que la perspectiva del público se abra y vea que hay otras cosas que ofrece la urbe”. Efímero es una pieza en la que un artista evoca su vida actoral mientras ensaya una obra.

De otros grupos bogotanos, entre las producciones que podremos disfrutar están la tragicomedia clown El álbum (de La Troupe), sobre una pareja de ancianos que sin decir una palabra y solo con acciones físicas va recordando su vida mientras revisan sus fotografías; la sátira Aluci-Nación (de Teatrova), un juego caprichoso sobre un mundo al revés donde un gobernante quiere la paz absoluta a toda costa; las tragedias de Sófocles pero donde los momentos más dramáticos de Edipo, Tiresias, Creonte y Antígona nos harán estallar en carcajadas con la adaptación para clown que Jorge Mario Escobar y su grupo Rueda Roja hacen en Pero sigo siendo el rey.

Para reflexionar sobre la realidad sociopolítica del país, estos cuatro espectáculos de calle: Misael Torres y su Ensamblaje Teatro adaptaron la tragedia de Edipo Rey, de Sófocles. Con máscaras y vestuario multicolor recrearán la historia del gobernante de Tebas, que sin saberlo mata a su padre y comete incesto con su madre. Por su parte, DC Arte montó Cruce de caminos, un espectáculo de calle que pone en escena las vidas de Efraín González y El Chispas, dos bandoleros colombianos que permiten retratar la violencia bipartidista que enfrentó a liberales y conservadores.

Del colectivo Esperanza de los Remedios, Retablos de mujer al filo de la muerte, que se basó en Cien años de soledad para crear a Justina inspirándose en Pilar Ternera. Lo popular, las máscaras grotescas y la música en vivo son elementos para hablar de la violencia contra la mujer. Y finalmente, de Tchyminigagua disfrutaremos Qasikay Gasgua (paz verdadera), un espectáculo que rinde homenaje a los líderes sociales asesinados, por medio de una historia contada con acrobacias, música en vivo y hasta zanqueros en patines.

Una de las más interesantes propuestas es Espectros, una cartografía de la peste, de Sofía Monsalve con su Teatro de la Memoria, que plantea a los espectadores un recorrido inmersivo por diversas calles de Bogotá en las que se irá contando la historia inspirada en La peste, de Albert Camus. Con audioguías, más de 30 actores, músicos, bailarines y performers nos invitarán a reflexionar sobre la muerte y el luto.

De Tumaco, el grupo Calipso traerá Zanqueros de fuego, con 20 jóvenes en un show de acrobacias, manipulación de fuego y percusión tradicional del Pacífico.

Katherine Silva, codirectora del montaje de Tchyminigagua, recalca la importancia de los mensajes, más allá de la diversión y el juego: “Nuestro espectáculo convoca a la gente a volver a las calles, a disfrutar de este tipo de arte, pero en código de circo, de clown, de acrobacia, de fiesta, le estamos cantando a la paz, llamando al perdón, la resiliencia y la transformación social”. Además, dice que sus obras siempre han sido construidas desde el lenguaje popular para que “cualquier persona, sin importar su formación académica o sin haber accedido a otro tipo de escenarios, pueda disfrutar de la pieza”.

Felipe Ortiz, director de Raíces flojas, de La Gata Cirko, presentará una obra del llamado nuevo circo, ese que mezcla todo tipo de disciplinas como la danza, el teatro, multimedia y la música para comunicar. Su producción explora los motivos que nos empujan a lanzarnos al vacío y la importancia del sentido de pertenencia y de la historia personal para encontrar nuestro camino propio. Ellos son justamente ejemplo del sentido de lo que hoy se conoce como artes vivas: “Una experiencia que sucede en espacios escénicos no convencionales y que es única e irrepetible. Una experiencia que apenas termina, se desvanece. Creo que es importante que las personas vivan este tipo de espectáculos, sobre todo ahora, que la gente está menos presente y pegada siempre a las pantallas”.

“Las artes vivas son capaces de despertar la sensibilidad humana -agrega Erika Ortega-. En estos tiempos tan atropellados, donde cada vez hay menos tiempo para alimentar el alma, las artes vivas nos permiten ver la vida desde lugares más poéticos y pacíficos. Es muy pertinente que el FIAV Bogotá se tome la ciudad porque las artes vivas son un bálsamo para el espíritu”.

En esa misma dirección, la de generar consciencia y en este caso sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar todas las especies, va el mensaje de montajes como Kiwa, Wood Wide Web, del grupo Paciencia de Guayaba, y La profecía del frailejón, que usa música, danza, teatro y acrobacias para contar los secretos de los espíritus protectores del agua. Estarman, de Teatro de Juguete, se apoya en la multimedia, el teatro físico y muñecos inimaginables para mostrar a Elliot, un astronauta que en sus viajes se relaciona con un extraterrestre, los miedos del uno frente al otro y todo acompañado por la influencia estética del músico David Bowie.

Para los más pequeños, la reconocida compañía de Ciro Gómez, Hilos Mágicos, presentará diez de sus obras, en el marco de sus cincuenta años de trayectoria. Las producciones incluyen la adaptación de clásicos como El Principito, El patito feo y Caperucita Roja, esta última contada por una lora periodista de un canal llamado Telefantasía. Además otras de dramaturgia propia como Patatín patatán, Llegaron los marcianos y Güepajé.

La Libélula Dorada, el grupo de los hermanos César Santiago e Iván Darío Álvarez, nos contará con títeres de varilla, en El dulce encanto de la isla Acracia, sobre tres hombres que persiguen el sueño de ser piratas. Allí, reyes, sirenas y un sapo invitarán a reflexionar acerca de la ambición, corrupción, sueños, la autenticidad y el perdón.

Además llegarán varias obras internacionales, la mayoría gratuitas y con funciones en plazas y parques, como Pedaleando hacia el cielo, de los belgas de Theater Tol, que inaugurará el festival, el 4 de octubre, en la Plaza de Bolívar. Es un espectáculo aéreo que fusiona la ópera con el circo y que está lleno de fuegos artificiales, globos, plumas y bicicletas.

Mobile Homme y Muñecas gigantes (de Transe Express, de Francia), se presentarán en la clausura, el 14 de octubre, también en la Plaza de Bolívar. La primera obra muestra a un grupo de tamborileros voladores que estarán suspendidos en el cielo; mientras en la segunda, unos soldaditos se moverán entre las enaguas de las gigantes muñecas que van cantando mientras se pasean entre el público.

También gratuitos, en diferentes parques, estarán Ato tô (del grupo AsLucianas), que combina baile, música, circo y performance para narrar la historia de un mundo gobernado por las enfermedades, que por fortuna termina siendo sanado por una deidad; Brasil de verso e prosa (del grupo Terreiro das Artes Casa Cabocla), una fusión entre la comedia, el teatro callejero, la música en vivo y la danza. Ambas provienen del Estado de Río de Janeiro, Región Internacional Invitada de Honor en este FIAV Bogotá.

Del imaginario reino de Kikiristán llegará una orquesta con JümeläG (del grupo francés Kikiristán Imperial), tocando sonidos balcánicos y haciendo gala de la improvisación. De Irlanda, dos trabajos imperdibles: el espectáculo de fuego Firestorm (del grupo Rogu); y el dueto circense y de acrobacia Hands Down Circus, con el espectáculo Tape That.

De Nueva Zelanda, para completar la cuota de 100 espectáculos de Colombia y de otros 14 países, tendremos Dream Garden, un circo aéreo de calle, del grupo Colossal Circus. Dos artistas se balancearán entre sedas blancas y con cuerdas se elevarán en el espacio iluminado por dos retroproyectores que reflejarán figuras psicodélicas sobre las telas.

En salas, otros dos montajes para disfrutar en familia: L’aprés-midi d’unfoehn versión 1 (de la compañía sa Non Nova), en la que un maestro de ballet transforma mágicamente bolsas de plástico ordinarias en un encantador grupo de bailarinas manipuladas por corrientes de aire. Los surcoreanos del grupo Gonia ofrecerán A tensión, un concierto de jazz con música tradicional surcoreana tocada con bajos, guitarras y el janggu, instrumento de percusión ancestral.

La invitación, como la hace Felipe Ortiz, es indeclinable: “Vean obras, las que más puedan, porque eso les va a abrir la cabeza, les va a permitir conectar con sus emociones y será una gran fuente de inspiración. Necesitamos que la gente se conecte con las artes vivas para que viva más”.

*Toda la programación en la página oficial del Festival Internacional de Artes Vivas, FIAV Bogotá: www.fiavbogota.com y entradas en www.tuboleta.com

DANIELA VILLAMARÍN - AGENCIA FIAV BOGOTÁ