Punta Arena, vereda de Tierrabomba, busca la titulación colectiva: Armada y Alcaldía de Cartagena mediarán

Por primera vez en décadas, la Armada Nacional de Colombia propone un proceso de entrega de titulos colectivos de tierras para la vereda Punta Arena, en la isla de Tierrabomba, zona insular de Cartagena.

La Alcaldía asumirá el papel de mediador para garantizar que los derechos de las comunidades raizales sean respetados y blindados frente a la gentrificación y la reventa de predios.

La Armada Nacional de Colombia ha presentado a la Alcaldía Mayor la propuesta formal para avanzar en un proceso de titulación colectiva de predios ubicados en Punta Arena. Estos terrenos, bajo istración del Ministerio de Defensa, han sido habitados durante décadas por comunidades raizales que hoy reclaman su derecho legal sobre el territorio que han ocupado ancestralmente.

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La Fuerza Naval del Caribe , con sede en la Base Naval ARC Bolívar, planteó la necesidad de que el alcalde Dumek Turbay asuma el papel de mediador en esta iniciativa, y buscar una transición armoniosa entre la propiedad estatal y el reconocimiento de la tenencia comunitaria.

La capitana de Navío Marcela Ramírez , comandante de la base, expresó que el objetivo de esta cesión es superar tensiones históricas entre la Armada y los habitantes de Tierra Bomba, promoviendo el desarrollo integral de la zona sin desarraigo ni conflictos.

“Queremos un proceso sano y transparente, que dejen de vernos como los que queremos afectar sus vidas en el territorio, por lo que esta titulación colectiva tiene un enfoque en el que el centro poblado esté conectado con el futuro acueducto de Tierra Bomba”, expuso la capitán de Navío Marcela Ramírez, comandante de la Base Naval ARC Bolívar.

En Cartagena tres poblaciones afro ya cuentan con su titulación colectiva: La Boquilla (recientemente refrendada por el Consejo de Estado), Isla Grande (en el archipiélago de Islas del Rosario San Bernardo) y Caño del Oro, también en la isla de Tierrabomba.

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A la propuesta de titulación se sumaría el proyecto de construcción de un acueducto para Tierrabomba, liderado por la istración distrital. 

Este sistema se surtirá desde la nueva Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) El Cerro, en Pasacaballos, y contemplará tanques de almacenamiento en Caño del Oro, capaces de abastecer a los cuatro centros poblados de la isla: Tierra Bomba, Punta Arena, Bocachica y Caño del Oro.

Durante el encuentro con el Distrito, la Armada también socializó que el sector objeto de la titulación ya cuenta con infraestructura comunitaria consolidada: colegios, parques, zonas verdes, un centro de salud y un tejido familiar en crecimiento, convertido en núcleo urbano por derecho propio. Así lo manifestó la capitana de Corbeta Zully Alvarado , jefa de Tierras de la Base Naval, quien destacó que esta comunidad ha desarrollado durante años una vida estable y productiva en el área, pese a la ausencia de títulos legales.

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La Armada presentó solicitudes específicas al alcalde para avanzar con la formalización del proceso ante la Agencia Nacional de Tierras (ANT) , entidad encargada de la adjudicación de predios a comunidades étnicas. En la reunión se acordó que se designará un representante oficial de la comunidad , debidamente validado por el consejo comunitario, quien será el interlocutor directo en las mesas de concertación.

“La participación directa de la comunidad es fundamental”, subrayó Alvarado. "Ellos son los verdaderos custodios del territorio, y su voz debe estar en el centro de este proceso. Solo así garantizamos que los beneficios lleguen a quienes realmente han vivido y cuidado esta tierra".

La Armada explicó que el mecanismo de titulación colectiva es la herramienta jurídica más adecuada para blindar a los habitantes de Punta Arena frente a la gentrificación , fenómeno que ha desplazado a comunidades tradicionales en otras zonas turísticas del país. Esta figura impide la venta de terrenos a terceros, protege la identidad cultural y favorece el desarrollo sostenible, preservando las formas de vida y el uso ancestral del suelo.

Además, recordaron que este tipo de titulación es un derecho de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, reconocido por la legislación colombiana. Su implementación evita disputas legales y garantiza seguridad jurídica para las generaciones presentes y futuras.

Ante esta iniciativa, el alcalde Dumek Turbay expresó su respaldo a la propuesta de titulación colectiva, afirmando que su istración impulsará los acercamientos necesarios con los habitantes de Tierra Bomba y brindará apoyo técnico y jurídico para el trámite ante la ANT.

“Uno de nuestros objetivos como gobierno es organizar y dignificar la zona insular de Cartagena. Estamos seguros que este proceso será beneficioso y que, con la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial, habrá más claridad en todas estas titulaciones colectivas de territorios ancestrales”,, señaló Turbay Paz.

El mandatario distrital también aseguró que el Distrito apoyará a las comunidades en la gestión de proyectos productivos y sostenibles, basados en el respeto por la cultura raizal, su entorno y su modo de vida. “El seguro a la tierra es clave para que estas familias puedan planear su futuro con autonomía, sin el temor de ser desplazadas por intereses externos”, añadió.

Tanto la Armada como la Alcaldía acordaron trabajar como aliados permanentes en este proceso. La estrategia incluye acompañamiento técnico, gestión interinstitucional y articulación con actores comunitarios, para asegurar que la titulación colectiva llegue “a buen puerto”, en palabras del propio alcalde.

Este esfuerzo, más allá de una simple legalización, representa un nuevo modelo de relación entre el Estado y las comunidades insulares, una apuesta por el desarrollo justo, la equidad territorial y el reconocimiento del valor histórico, cultural y humano que encierra cada rincón de Tierra Bomba.

Con esta ruta trazada, Punta Arena podría convertirse en un ejemplo nacional de titulación colectiva bien ejecutada, en la que se conjuguen los intereses de defensa nacional, la justicia social y el desarrollo sostenible. La isla, durante años marcados por el abandono y la informalidad, empieza así a escribir una nueva página en su historia.

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