La triste y desenfrenada historia de 'fresita', trabajadora sexual asesinada en Santa Marta: dejó tres hijas

La vida de Natalia Portillo Martínez, una mujer extrovertida conocida por sus amigos y clientes como ‘Fresita’, terminó de forma trágica en la madrugada del pasado martes. Tenía 30 años y trabajaba como dama de compañía en el Centro Histórico de Santa Marta, donde se le veía cada noche ofreciendo sus servicios para llevar sustento a sus tres hijas.

Natalia, oriunda de Maracaibo, Venezuela, había recorrido varios lugares buscando oportunidades. Vivió un tiempo en Cúcuta y, desde hace unos años se había establecido en Santa Marta, ciudad donde tejió amistades, cultivó una comunidad en redes sociales y se convirtió en una figura conocida entre los trabajadores nocturnos del Parque de los Novios.

“El que conocía a Natalia, sabía que era una mujer alegre, trabajadora, que no se metía con nadie”, relata Daniela, una compañera suya que compartió bastante tiempo con ella. “Ella se paraba ahí todas las noches para ganarse el pan de sus hijas. Se cuidaba mucho, pero esta vez la engañaron”.

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De acuerdo con versiones preliminares, un hombre la abordó como cliente y contrató sus servicios. La subió a su vehículo y se la llevó del parque. Fue la última vez que la vieron con vida. Horas más tarde, su cuerpo fue hallado a un costado de la carretera Troncal del Caribe, cerca del sector de Gaira. Tenía impactos de bala y signos de violencia.

Su asesinato eleva a 64 el número de muertes violentas en Santa Marta en lo que va de 2025, mientras las autoridades aún no tienen hipótesis claras del crimen.

La noticia comenzó a circular primero como un rumor en redes sociales, acompañado de una fotografía del cadáver. Fue reconocida por sus tatuajes y la ropa que llevaba puesta. De inmediato, su perfil en Facebook e Instagram se llenó de mensajes de dolor, indignación y pedidos de justicia.

“No es justo que le hayan hecho esto. Natalia era una buena persona, solo quería trabajar para sus hijas. Que no quede impune”, expresó una amiga de Venezuela.

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La historia de Natalia, sin embargo, no estuvo exenta de controversias. En 2021 fue capturada y judicializada por apuñalar a su pareja y a la amante de este en un ataque de celos. Recuperó su libertad y, desde entonces, decidió seguir su camino en solitario. Algunas fuentes señalan que el hombre herido en ese entonces es el padre de una de sus hijas y que, aunque ya no tenían una relación sentimental, mantenían una convivencia pacífica por el bienestar de la menor.

Las autoridades, hasta el momento, no han definido una hipótesis concreta sobre el crimen. No descartan ninguna línea de investigación, pero tampoco tienen sospechosos identificados.

Con el caso de ‘Fresita’, Santa Marta suma 64 muertes violentas a bala en lo que va del año, una cifra que preocupa a las organizaciones sociales y a la ciudadanía en general.

Roger Urieles

Especial para EL TIEMPO

Santa Marta