Comunidad denuncia presión de disidentes para construir nueva vía en Jamundí: temor a más extorsiones a población

En zona rural de Jamundí siguen la zozobra y el miedo entre las comunidades por grupos armados, como los disidentes del frente 'Jaime Martínez', que están bajo el mando de 'Iván Mordisco'. 

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Volvió ese temor, luego de la circulación de un mensaje que conoció EL TIEMPO, al parecer, de la columna 'Ricardo Velásquez' de la misma disidencia de 'Jaime Martínez'. 

En ese panfleto se habla de una reunión sobre la construcción de una carretera que comunique a los corregimientos de San Antonio y Villacolombia, de Jamundí. De hecho, esta construcción ilegal en zona rural del municipio del sur del Valle del Cauca viene conociéndose desde hace más de un año.

Pero ahora, de acuerdo con fuentes de la misma comunidad, llega este panfleto de este actor armado que convoca la presencia de líderes y lideresas de juntas de Acción Comunal a una reunión, este viernes 30 de mayo. Se habla de que sería a las 3 de la tarde, en el corregimiento de Villacolombia.

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Este es Jamundí, la región donde sus más de 40.000 habitantes viven bajo el silencio y el miedo, así como entre ráfagas de fusil y explosiones de granadas y pipetas cuando hay hostigamientos a subestaciones de Policía. La mayoría de más de 60 ataques en los últimos dos años hasta lo que va de este 2025 -como lo denunció este año la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo, durante el Congreso Nacional de Municipios, realizado en mayo pasado en Cartagena- se han presentado en las goteras de Jamundí, un municipio a tan solo 15 minutos de Cali.

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Es allí donde la comunidad, entre susurros, como lo hace ahora, denunció que los disidentes siguen exigiendo un carné para moverse o desplazarse por los corregimientos de Jamundí, una especie de 'permiso' de estos alzados en armas. 

La nueva carretera sería hacia Villacolombia, un caserío de casi 3.000 habitantes con más de una decena de veredas. Líderes de la zona piden, de nuevo, ayuda al Estado. Piden ser escuchados y claman por soluciones. "¡Por favor, ayúdennos! Necesitamos que el Estado vuelva sus ojos hacia esta zona", dijo un habitante de Jamundí.

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Los disidentes se encuentran desplegados en zona alta de Jamundí, pasando por San Antonio, Villacolombia, Ampudia, Timba, Puente Vélez, Potrerito y La Liberia, este último corregimiento habría sido el sitio, según la Policía Metropolitana de Cali, donde Lyan, el niño de 11 años que había sido secuestrado el pasado 3 de mayo, fue liberado por disidentes de la 'Jaime Martínez', al servicio del extraditado narcotraficante Diego Pérez Henao o 'Diego Rastrojo'. El regreso al hogar del niño se produjo el 21 del mismo mes.

EL TIEMPO se comunicó con la alcaldía de Jamundí, donde señalaron que no tienen versión oficial del Ejército que confirme sobre tal convocatoria para la reunión de disidentes en Villacolombia. 

Fue el año pasado, cuando se denunció la existencia de 14 kilómetros de una carretera no autorizada por el Estado y construida por las disidencias, pero donde la población fue obligada a participar, como castigo cuando no portaba el carné que ellas habían avalado. 

De no pagar el monto establecido que, en esa época era de unos 10 millones, venía un castigo con trabajos forzados para culminar los 14 kilómetros de una carretera que la columna móvil comenzó hace unos cuatro años. 

Es así que quien no pagara era retenido durante 30 días para obligarlo a realizar estas labores forzadas por la carretera.

En la Tercera División del Ejército detectaron la vía meses atrás y reiteraron la voz de alerta con la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro. Esta carretera va del sector conocido como El Despunte hasta el sector La Playa, cerca del río Naya.

El objetivo era conectar esta zona del limítrofe con el Cauca para llegar a esta región o dirigirse hacia Buenaventura y de allí tener vía libre hacia el mar del Pacífico colombiano. Es una de las rutas para la salida de cargas de droga y armas.

La carretera al Naya reemplaza las mulas que eran utilizadas en la zona alta para llevar a cuestas el producido de coca y por las que hace una década se pagaba entre 9 y 10 millones de pesos, en recorridos por Villacolombia, Timba (Valle) y San Antonio. 

Los animales también llevaban sobre sus lomos, materiales para la explotación ilegal de oro por la cercanía con el cordón montañoso de los Farallones. En esta área, que también cubre zonas de Cali colindantes con el parque natural, un kilo del mineral puede costar casi 300 millones de pesos, un precio histórico que motiva a que esta economía ilegal crezca en la reserva, según el ministerio de Ambiente.

En la Policía, la Fiscalía y en el Ejército recalcaron, además, que Villacolombia y San Antonio son dos corregimientos estratégicos para el frente ‘Jaime Martínez’, pues, colindan con los Farallones de Cali y con la espesa selva de Buenaventura.

“Se ha construido una vía de 14 kilómetros que llegan al río Naya, esa vía viene del Cauca, pasa por Jamundí y por supuesto llega al río, según la información, es una vía de muy buena construcción que no está autorizada y que se ha realizado probablemente por las disidencias de las Farc”, había dicho la misma gobernadora Toro, en el 2024.

Para la construcción de la carretera, según fuentes del Ejército, hubo robos de maquinaria amarilla, al tiempo que se construyeron cuatro estaciones de gasolina en el corregimiento La Liberia para abastecer la misma maquinaria, estaciones que generaron una controversia hace dos años entre los congresistas Christian Garcés y Duvalier Sánchez por supuestos permisos de anteriores alcaldías para licencias de funcionamiento de estas instalaciones.

Con el narcotráfico, la minería ilegal, las extorsiones y las multas por el carné para ingresar a los corregimientos, el frente ‘Jaime Martínez’ ha buscado su financiación, como lo indicó la gobernadora, en ese 2024. A su vez, en el Ejército, también coincidieron en cobros ilegales a la población para estas obras e inclusive para la adquisición de ambulancias en el norte del Cauca.