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La falsa oferta de trabajo a las afueras de Bogotá que se convirtió en una pesadilla para dos fisioterapeutas: 'Estaban pidiendo cinco millones de pesos'

Las mujeres fueron citadas en una finca abandonada en una vereda de Chía, en Cundinamarca.

Engaño de oferta de empleo — La fisioterapeuta hizo la denuncia a través de sus redes sociales Foto: iStock / TikTok: @paoandreardila

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Felipe Santanilla Ayala

PERIODISTA04.02.2025 09:53 Actualizado: 04.02.2025 13:00

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A través de sus redes sociales, la fisioterapeuta Paola Andrea Ardila denunció cómo ella y su compañera de trabajo por poco son víctimas de personas que pretendían hacerles daño.

Ardila, quien aseguró que trabaja como profesional en esta área de la salud pero a domicilio, narró cómo el pasado 27 de enero fue ada por una empresa que requería de sus servicios para realizar actividades como pausas activas y terapias a empleados el 30 del mismo mes.

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Al parecer todo marchaba bien, pues les enviaron la cotización y desde el comienzo habían sido amables: "Se presentaron muy respetuosos y muy atentos, a lo que nosotras respondimos que sí aceptábamos hacer el trabajo", explicó la profesional.

Este es el lugar en el que fueron citadas

Vereda Yerbabuena en Cundinamarca — Los hechos ocurrieron a las afueras de Bogotá, en el municipio de Chía Foto:Captura de Google Maps

Las mujeres habían sido citadas a las 9:00 a. m. en la vereda Yerbabuena, ubicada en el municipio de Chía, una zona desolada que está ubicada en el departamento de Cundinamarca, a las afueras de Bogotá.

Llegando allá nos perdimos, fuimos por otro lado. Fueron varias veces que nos perdimos

Paola Andrea ArdilaFisioterapeuta

Sin embargo, para la amiga de Ardila las cosas empezaron a ponerse raras cuando les dijeron que en un rato pasaban a buscarlas para llevarlas al lugar en el que "trabajarían".

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'Esperamos ahí cuando entró una llamada'

La tensión y miedo aumentaron cuando un sujeto las llamó y comenzó a señalarlas y a interrogarlas de manera agresiva: "Nos dijeron que estábamos tomando fotos, que estábamos en sitios que no podían movilizarse, que estábamos en un carro con las especificaciones que sí eran".

También les dijeron que ellos eran quiénes protegían la zona de personas que pudieran hacer algo malo.

Sin embargo, Ardila siguió tranquila a pesar de que la situación se estaba saliendo de control y les respondió que preferían abandonar la zona: "Yo le dije que tranquilos, que igual ya nos íbamos pero nos dijeron que no, que teníamos que responder".

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El temor que les habían ocasionado era tan grande que ambas mujeres ya estaban preocupadas, pero allí no terminaba toda la odisea que comenzaban a vivir: en medio de la llamada, a Ardila le pidieron el o de algún familiar "para verificar que sí eran personas de bien".

Identificación de los sujetos de las llamadas y extorsión

La fisioterapeuta aseguró que los sujetos "se refirieron a ellos mismo como personas no muy buenas, son personas que hacen cosas muy malas que saben lo que hacen".

Los minutos para las profesionales de la salud parecían eternos y la situación ya comenzó a generar más pánico porque se sentían observadas desde algún punto ciego.

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En medio de la llamada también aron al esposo de Ardila: "empezaron a llamar a mi esposo a decirle que yo estaba bien que simplemente era una rutina para poder ingresar a la finca que ellos nos habían dicho".

Nos ponían en silencio a nosotras, y le decían a él que le dieran cinco millones, que diera plata

PAOLA ANDREA ARDILAFisioterapeuta

Mientras ellas estaban en silencio en la llamada, al parecer, el dueño de la finca salió a preguntarles qué hacían en ese sitio, pero este solo les pedía que se fueran del lugar porque seguramente iban a robarles las pertenencias: "Por favor váyanse que las van a robar, les van a quitar el carro", agregó el hombre.

Este individuo, que no se identificó con Paola Andrea Ardila y su compañera, les indicó que él ha visto "y ha sido consciente de cómo personas les han quitado el carro y las han subido a una montaña que queda más arriba y las han dejado sin nada".

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Sin embargo, al otro lado de la llamada aún estaba el otro sujeto quién les pedía que no podían moverse del lugar ni salir de ahí: "Fue un momento demasiado tenso, el señor solo nos decía que debíamos irnos ya porque no demoran en quitarles el carro".

En este instante, Ardila y su compañera reaccionaron y emprendieron la huida de la vereda Yerbabuena.

No sé cómo bajé, no sé cómo salí, fue un momento demasiado estresante, demasiado fuerte

PAOLA ANDREA ARDILAFisioterapeuta

Paola Ardila, quien lleva once años como profesional y otros ocho como trabajadora a domicilio, aseguró que tanto ella como su compañera están bien de salud.

Así mismo, en el metraje le envió un mensaje de cuidado y precaución a toda las personas que a diario trabajan como domiciliarios.

FELIPE SANTANILLA AYALA

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS