Un año de racionamiento: ¿ahora qué viene para Bogotá y los municipios que abastece la Empresa de Acueducto?

Este viernes se cumple un año del racionamiento de agua, y todos los bogotanos están pendientes de una decisión frente a los cortes diarios en el servicio. De hecho, todos los factores que se pueden tener en cuenta para la decisión son positivos.

De ahí que después de analizar el comportamiento de las lluvias y de los embalses de Chingaza, la Alcaldía de Bogotá y la Empresa de Acueducto, finalmente, este viernes en la mañana tomaron la decisión de levantar la restricción a partir del sábado 12 de abril.

Como consecuencia de la llegada de la temporada de lluvias en las regiones Andina y Orinoquia, aumentaron las precipitaciones en las zonas de los embalses y hay una tendencia ascendente en el nivel de Chuza, la represa más importante que tiene la ciudad y que pertenece a Chingaza.

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Y desde hace alrededor de 10 días, el Acueducto de Bogotá obtuvo autorización de la CAR para aumentar en 1,56 m³/s la captación en la planta Tibitoc, donde se trata el agua del río Bogotá.

Así, el Acueducto puede aumentar la captación y tratamiento de 8 m³/s a 9,56 m³/s. Esto se lo permiten la optimización y modernización de la planta Tibitoc, que ya cuenta con siete trenes de tratamiento.

Pero, si bien para el director de la corporación ambiental, Alfred Ballesteros, con la autorización “Bogotá puede levantar el racionamiento casi que de inmediato”, la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño, insistió en varias ocasiones y, horas antes de tomar la decisión, le dijo a EL TIEMPO que hay que seguir evaluando las “curvas guías” (variables de los embalses) y que haya “quiebre” o “una consolidación del nuevo año hidrológico” para “tomar una decisión responsable”.

Incluso, Avendaño anunció que interpuso un recurso contra la decisión de la CAR porque espera poder captar más agua no solo en los meses de lluvias (abril, mayo, julio, agosto y noviembre), sino también en los de menos afluencias (diciembre, enero, febrero y marzo de 2025).

“En todas nuestras mediciones la situación es mejor que la del año pasado, es muy cerca de los niveles óptimos de operación, y por eso es que, con responsabilidad, podemos decir que en abril podremos anunciar una decisión sobre hasta cuándo va el racionamiento, pero darle fechas en este momento o decirle que es en una, en dos o en tres semanas, pues no, no sería responsable, porque tenemos que esperar que se consolide y tengamos la tranquilidad de que se está consolidando ya, de verdad, el nuevo año hidrológico”.

Cabe recordar que Avendaño en varias ocasiones ha reiterado que la restricción del servicio se levantará cuando tengan la seguridad de que no se volverá a implementar. De hecho, la EAAB le había contestado a la CAR que antes de levantar el racionamiento “se requiere un análisis juicioso, basado en datos técnicos, seguimiento y modelaciones” y que “no se pueden tomar aún decisiones ligeras o hacer anuncios improvisados”.

Quien sí se ha pronunciado sobre el posible levantamiento del racionamiento ha sido el alcalde Carlos Fernando Galán. “El objetivo es que antes de finalizar el mes de abril ya podamos decir que ya se superó la crisis del racionamiento. Eso es lo que queremos lograr este mes”, le dijo el mandatario recientemente a la emisora de la Policía Nacional.

Galán es de la idea de mantener los cortes del servicio durante todo el mes, con el fin de generar un ahorro de agua suficiente como para no tener que volver a la restricción. “Tal vez, si logramos aguantar este mes, ya tengamos el agua suficiente para levantarlo y no solamente por una temporada”, indicó el alcalde.

En todo caso, ya se están dando las condiciones meteorológicas como para pensar en levantar la medida. En el reporte del 31 de marzo, el Ideam pronosticó lluvias a partir de mediados de abril en casi en todo el territorio nacional y en lo que les interesa a Bogotá y a la Sabana en las regiones Andina y Orinoquia.

En la ciudad se vienen registrando precipitaciones desde mediados de febrero, y estas se han intensificado entre marzo y lo que va de abril, con un impacto en los embalses. Algunos comenzaron aumentar el nivel o se estabilizaron o la reducción se ralentizó.

El caso de recuperación es en el sistema Chingaza –que se ubica sobre el 40 por ciento de su capacidad y comportamiento ascendente–, en particular el embalse de Chuza, que en los últimos días viene aumentando el nivel. En esa zona del páramo de Chingaza, incluso, no se están presentando días soleados –como sucedió todo el 2024–, sino que volvieron a ser lluviosos y encapotados.

En marzo de 2024, cuando se decidió de restringir el consumo de agua en Bogotá, este sistema llegó a estar en un 16 por ciento de la capacidad, y para cuando comenzó el racionamiento había caído al 14 por ciento.

Por su parte, el agregado Norte, actualmente por encima del 47 por ciento de la capacidad, empezó a estabilizarse y en los últimos días viene presentando una recuperación, y la tendencia es ascendente.

El racionamiento de agua comenzó el 11 de abril de 2024, como consecuencia de la reducción de las lluvias, luego de un año con fenómeno de El Niño, la no llegada de la Niña y los bajos niveles de los embalses.

La ciudad y los 12 municipios de la Sabana que son abastecidos por la EAAB fueron divididos en 10 zonas hidráulicas, de las cuales nueve –con excepción de la localidad de Usme– entraron en los llamados ciclos de racionamiento. Precisamente, este 11 de abril termina el ciclo 34.

Desde el 1 de julio de 2024, luego de una recuperación de los embalses y de las lluvias, la alcaldía de Bogotá ordenó pasar el racionamiento a día de por medio, en ciclos de 18 días; y desde el 29 de septiembre, con una nueva reducción de las lluvias y del nivel de las represas, se volvió a los turnos diarios, en ciclos de 9 días.

Sin embargo, entre el 23 de diciembre y el 6 de enero pasados, se suspendió la medida. Y desde el 7 del mismo mes hasta la fecha, Bogotá y los municipios vecinos continuaron con racionamiento todos los días.

El mayor nivel de ahorro en el consumo al finalizar cada ciclo de racionamiento se logró en los primeros ciclos –se llegó a un ahorro de -y en los siguientes fue disminuyendo.

El consumo promedio de la ciudad se ha mantenido en 15,36 m3/s. Sin embargo, hubo días de mayor consumo, como el 5 de agosto de 2024, cuando se suministraron 17,77 m³/s de caudal promedio.

Según la Empresa de Acueducto, antes de iniciar el racionamiento, el consumo promedio de agua era de 17,72 m3/s aproximadamente, y durante el periodo de racionamiento ha sido de 16,24 m3/s, para una disminución del 8,39 por ciento.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

Editor de Bogotá

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