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Noticia
Un año sin agua y un embalse lleno de opiniones: esto dicen los bogotanos de la restricción
• La escasez ha traído reflexiones a los habitantes de la capital.
• A otros aún no les ha tocado siquiera vivir un solo día de restricción.
Hace un año se conoció que los embalses que abastecen de agua a los ciudadanos de la capital y a algunos municipios de la Sabana de Bogotá —como Chía, Mosquera, Funza, Soacha, entre otros— se encontraban en un nivel muy bajo. Esto alertó a las autoridades competentes, quienes decidieron implementar un racionamiento.
Unos días antes de que entrara en vigor esta medida, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció cómo se llevaría a cabo y cuál sería su objetivo: reducir a 15 metros cúbicos por segundo el consumo de agua en la capital. Esto permitiría que, poco a poco, los niveles de los embalses comenzaran a subir, proceso que ha ocurrido de forma lenta hasta la fecha, aunque actualmente los niveles ya se encuentran estables.
Durante este año de racionamiento en la capital del país, tanto los bogotanos como sus visitantes se han enfrentado a múltiples situaciones relacionadas con este recurso. Muchos debieron llenar ollas y baldes desde el día anterior al turno que les correspondía para poder realizar las labores cotidianas del hogar. Otros optaron por comprar tanques de agua para no verse afectados durante la jornada de corte.
Algunos vecinos no han tenido que prepararse de la misma manera ni han vivido las 24 horas completas de restricción del servicio desde las 8 de la mañana. Varias unidades residenciales cuentan con tanques de reserva para sus habitantes. Si bien experimentan el corte por un lapso, no completan la jornada completa estipulada en el esquema, que contempla un día entero sin agua.
Han sido muchas las formas en las que los habitantes de Bogotá se han adaptado a esta medida, pero en ciertos sectores de la ciudad no ha representado una gran diferencia. Existen zonas periféricas que no cuentan con un sistema de acueducto y han tenido que sobrevivir recolectando agua lluvia.
Desde los primeros días del racionamiento hasta hoy, persisten las quejas de los ciudadanos sobre la puntualidad del restablecimiento del servicio. Alexander Duarte, quien vive en una casa ubicada en el barrio Engativá Pueblo, en el occidente de la ciudad, le contó a EL TIEMPO que el agua a veces no regresa después de las 24 horas y que, además, durante el racionamiento no cae ni una sola gota cuando abre cualquier llave en su hogar.
Los ciudadanos esperan que la temporada de invierno del 2025 pueda llenar los embalses. Foto:MAURICIO MORENO / EL TIEMPO
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Alexander Duarte, Engativá.
Algunas personas han tenido que cambiar sus hábitos de consumo y actividades, tanto dentro como fuera de sus hogares, debido a esta medida impuesta por el Distrito. Por ejemplo, Daniel Pisa, quien vive en el barrio Hayuelos, en un apartamento, le contó a este medio que, luego de que finaliza la jornada de racionamiento, al abrir la llave, el agua sale de color amarillo o marrón, lo que le genera desconfianza para consumirla, ya que no la considera potable. Por ello, solo recolecta agua para usar en los baños y prefiere comer fuera de casa o cocinar algo muy sencillo que no requiera agua.
EL TIEMPO también conoció la opinión de Luna Rozo sobre esta medida. Ella considera que todo es cuestión de tiempo y de adaptarse a las nuevas circunstancias. “Tener que ir al lavadero o lavar el lavaplatos con tacitas es un poquito más complicado, pero uno se acostumbra”.
A diferencia de la mayoría de bogotanos, Rozo apoya el racionamiento, el cual califica como una buena medida que permite generar conciencia entre los ciudadanos acerca de este recurso tan preciado. “Muchas veces, cuando lo tenemos, lo desperdiciamos demasiado”. Aunque le gustaría que el servicio volviera a la normalidad algún día, afirma que siente que el racionamiento regresará en algún momento.
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Luna Rozo, habitante de Kennedy.
El 11 de abril, el alcalde Galán dio instrucciones de cómo se llevaría a cabo el racionamiento Foto:SERGIO ACERO YATE / EL TIEMPO
Dentro de este plan, el municipio de Cota también hace parte de la medida. Aunque cada día es más urbano, es reconocido por sus múltiples viveros y cultivos de acelga, espinaca, zanahoria, cilantro, entre otros, lo que representa una economía que requiere una gran cantidad de agua.
Guillermo Acevedo, habitante de la vereda La Moya, en las afueras del centro de Cota, le dijo a este medio que, desde que vive en ese sector, su casa ha contado con un tanque de agua bastante grande para él solo. Por eso, los días que le corresponde el racionamiento en su zona, no sufre por la falta del recurso para los quehaceres del hogar.
“No me he visto afectado por el racionamiento, ya que mi casa cuenta con tanque, lo que me ha permitido tener agua todos los días. Además, vivo solo, lo que significa que el consumo de agua es realmente mínimo, y eso ha hecho que el agua del tanque no se acabe rápido”, añadió.
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Guillermo Acevedo, vive en Cota.
Las recientes lluvias han propiciado una leve recuperación en los embalses que abastecen a Bogotá y su sabana, especialmente en el sistema Chingaza, que se acerca al 40 por ciento de su capacidad.
Así se veía el embalse San Rafael hace un año. Foto:SERGIO ACERO YATE / EL TIEMPO
Esta mejora ha llevado a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) a considerar medidas para mitigar la crisis hídrica, como modificar la resolución existente para permitir a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) aumentar la captación desde la planta de Tibitoc de 8 a 9.5 m³/s.
Sin embargo, la EAAB ha manifestado cautela respecto al levantamiento inmediato del racionamiento, argumentando que el aumento autorizado solo aporta 4.66 millones de m³ anuales, muy por debajo de los 49 millones solicitados. La decisión de mantener el racionamiento se basa en análisis técnicos que buscan garantizar una solución sostenible.
Mientras tanto, la ciudadanía continúa adaptándose a las restricciones, esperando que las condiciones climáticas y las medidas adoptadas por las autoridades permitan, en un futuro cercano, el restablecimiento pleno del servicio de agua en la capital.
LAURA VALERIA LÓPEZ
En X y IG: @Lauravalerialo
PAULA ROZO
REDACCIÓN BOGOTÁ Y ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO